CÓMO RECONOCER A UN ADICTO A LA PANTALLA
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Por Raquel Roberti Cantelmi, de la Universidad Católica Gregoriana de Roma, reseñó durante el Congreso de la Asociación para la Investigación de las Ciencias Neuropsiquiátricas, que se realiza en la capital italiana, los síntomas que caracterizan a una "intoxicación de Internet": pasar cerca de diez horas diarias navegando, comer y dormir poco, obsesionarse con la verificación del correo electrónico, abandonar las relaciones sociales y afectivas, e incluso el trabajo. El especialista comenzó su investigación hace dos años y para entender las verdaderas razones de la enfermedad y las posibles curas recurrió a los antecedentes norteamericanos, "que proponen terapias de grupo a través de la misma computadora", contó. Pero en el proceso, los adictos sufren crisis de abstinencia que se demuestran a través de una agitación motriz: mueven permanentemente los dedos con los que controlan el ratón, tienen fantasías y obsesiones con la red. Los casos más graves, de acuerdo con la exposición del italiano, son los que padecen de "Internet Addiction Disorder (IAD)": se conectan con la red y permanecen en absoluto silencio sin intentar un click. La desesperación por salir de esa situación, sostuvo el psiquiatra, llevó a algunos enfermos a encerrar la computadora en un armario con llave o a suicidarse on-line. Los pacientes de Cantelmi tienen entre 27 y 38 años, un nivel de educación medio-alto y fueron tratados con psicoterapia. Pero el moderno mal no afecta sólo a los italianos: los hackers son los primeros exponentes de esta enfermedad que afecta a usuarios de todo el mundo. A punto tal que los mismos navegantes se aplican los test --disponibles en la red-- para autoevaluar su grado de dependencia (ver aparte). Y como toda enfermedad, la net-adicción generó un grupo de autoayuda, donde a través de charlas los adictos se comprenden y apoyan entre sí para superar la dependencia. El fenómeno adictivo también logró que se instalara en Internet el Primer Centro para las Adicciones On-Line, donde se ofrece ayuda, consejos, terapias apropiadas para los diversos grados de adicción y hasta entrenamiento para curar. Lejos de la red y en el mundo físico, los hospitales públicos o privados brindan servicios de recuperación para adictos, como por ejemplo, los norteamericanos Mc Lean, Massachusetts y Proctor. Esto marca las dos tendencias preponderantes en el mundo de los médicos: los que no conocen --y por lo tanto no comprenden-- Internet, y aquellos que intentan la curación a través de la red. En esta última vertiente, las líneas de acción van desde un alejamiento progresivo de la red que lleve a usarla con moderación hasta la drástica abstinencia total, a la que se recurrirá sólo en los casos más graves. Una primera consigna es que tirar la computadora por la ventana no constituye el único camino a la salvación: después de todo, Internet es una excelente herramienta cuando se usa apropiadamente. Los terapeutas on-line proponen reconocer la adicción, estar decidido a superarla y tener en claro que no se logrará de un día para otro. En general, son los mismos pacientes quienes elaboran un nuevo cronograma de uso de la red: Si, por ejemplo, estaban diez horas ante la pantalla, la propuesta es reducir a ocho la primera semana, a seis la segunda, etcétera, y ocupar las horas restantes en actividades familiares, deportivas o de recreación.
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