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AUN SIN BRILLO, EL ORO ATRAE
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Por Claudio Zlotnik
Desde enero del '97, el precio del cobre cayó casi un 30 por ciento. Y el del oro perdió 13 por ciento. Los directivos de Minera Alumbrera admiten que la facturación desde que la mina empezó a producir --en octubre del año pasado-- estuvo diez por ciento por debajo a lo que pensaban cuando largaron con el proyecto. Esto significa que la compañía dejó de percibir unos 15 millones de dólares, sobre los 148 millones que exportó en los primeros 180 días de producción. "Todavía tenemos 20 años por delante de explotación. Esto recién comienza. Estamos tranquilos. Cuando uno evalúa un proyecto como éste, no se fija en un precio puntual. Se trazan escenarios posibles. Y el actual marco era uno de los previstos. Por eso, ni siquiera alteramos en lo más mínimo nuestros planes", explica Rooney. Por estos días, el precio de la onza de oro se mueve en la franja de los 295 a 310 dólares, muy lejos de los 850 dólares que se pagaban a principios de los ochenta. Pero también por debajo de los 360 de comienzos del '97. En este contexto, la Argentina, que produjo 800 kilos de oro en 1996, pasará a producir 30 toneladas en el año 2000. Pero, en materia de precios, al cobre le va peor. De los 111 dólares que costaba cada libra en enero del año pasado, cayó a los 76 actuales. En el medio, varias compañías mineras que operan en otras partes del mundo dejaron de producir. Nadie quiere trabajar a pérdida. "Antes de que nosotros bajemos la persiana, lo deberían hacer tres de cuatro empresas mineras que operan en el mundo", define tajante el directivo de la Alumbrera. Para el empresario, la clave pasa por utilizar tecnología de punta que sirva para abaratar costos hasta un nivel tal que minimice los eventuales cimbronazos del mercado. Otra de las ventajas competitivas de Bajo de la Alumbrera es que el 60 por ciento de la facturación depende del cobre y el otro 40, del oro. Y esto marca una gran diferencia con la mayoría de los proyectos, donde se explotan metales más baratos. La rodada bajista del oro comenzó hace dos años, cuando algunos bancos centrales europeos y Australia decidieron deshacerse de sus reservas. Hasta la Argentina se desprendió el año pasado de parte de sus tenencias. Además, los mismos inversores que hace dos décadas encontraban en el metal un refugio antiinflación trasladan sus fondos hacia activos más rentables, como las acciones y los bonos. Con el cobre sucedió otra cosa. El derrumbe vino de la mano de la crisis del sudeste asiático, ante la menor demanda de esos países. En la Argentina, el tobogán en los precios de los metales llegó justo cuando se hablaba de un "boom minero". Existen más de treinta proyectos en marcha y otras ochenta compañías realizan tareas de prospección en un área de 150.000 kilómetros cuadrados. Alumbrera es la que primero llegó a la etapa de la producción. "El boom minero no se va a detener por una mala coyuntura internacional. Acá lo importante es que el país ofrece garantías para invertir, más allá de algunos problemas con las regalías provinciales, y hay mucho por hacer. Las empresas del sector ven a este país como tierra virgen en materia de minería", explica Rooney. Las sierras catamarqueñas, a 2600 metros sobre el nivel del mar, guardan 372 toneladas de oro y 3,3 millones de toneladas de cobre. En Minera Alumbrera aseguran que, más allá de los vaivenes de los precios, estas cifras la convertirán en la novena mina más grande del mundo.
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