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"EL QUE CONDUCE EL EJÉRCITO SOY YO", REPLICÓ BALZA A LOS RETIRADOS

El jefe del Ejército fue el primero en responder al pronunciamiento de los generales retirados. Además ratificó que los militares en actividad que sean citados por la Justicia acudirán a declarar.

Balza hizo punta en el cúmulo de réplicas a los retirados.
"La apropiación de niños es algo aberrante", dijo el general.

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t.gif (67 bytes)  "El que conduce el Ejército soy yo y, por lo tanto, mi opinión es la única que vale." Con esta frase, el teniente general Martín Balza desestimó ayer el pronunciamiento del Foro de Generales Retirados que calificó como "grave" la situación provocada por la detención del ex dictador Jorge Rafael Videla y alertó sobre "los intentos de manipular el pasado que podrían conducir a nuevos desencuentros". Videla está detenido como "autor mediato" del secuestro y cambio de identidad de cinco chicos nacidos en cautiverio. Sobre ese delito, Balza sentenció que "la disposición de niños nacidos en centros clandestinos de detención y la sustitución de sus identidades, como parte de la lucha contra la subversión, es injustificable. Es algo aberrante" y anticipó que "todo ciudadano, civil o militar, tendrá que concurrir a clarificar ese tipo de delitos, que son continuos y nunca estuvieron amparados por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final".

En la misma línea que Balza, el ministro del Interior, Carlos Corach, calificó como "un agravio a la conducta democrática y constitucional de las Fuerzas Armadas suponer cualquier inquietud por una citación ante un estrado judicial que es propia del Estado de derecho". Al igual que su par de Defensa, Jorge Domínguez, Corach también cuestionó el "escrache" promovido por la agrupación H.I.J.O.S frente al domicilio de los ex represores: "Este tipo de actitudes violentas, tumultuosas, no se ajustan a lo que la sociedad espera", señaló.

El gobernador bonaerense Eduardo Duhalde dijo que "las Fuerzas Armadas tienen que acostumbrarse, como lo han hecho en los últimos años, a ser respetuosas del poder civil. La situación por la que atravesamos en estos días debe dirimirse exclusivamente en sede judicial, porque la Argentina ya superó las épocas en que teníamos que estar pensando cómo iban a reaccionar los militares cuando se tomaba alguna medida de acuerdo a la ley". Duhalde aprovechó para recordar que "hubo épocas en las que el Gobierno no podía decidir, no tenía libertad de hacerlo, esto ocurrió durante la gestión de Raúl Alfonsín, cuando se votaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida".

Desde Mar del Plata, donde participó de los ejercicios de defensa aérea que se realizaron en el campo de tiro del Centro de Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados (Celpa II), Balza se mostró molesto por la insistencia de la prensa ante la actitud que tomarán los oficiales en caso de ser citados por la Justicia. "Pensar que los hombres del Ejército no acatarán el requerimiento de la Justicia es ofenderlos. A diario lo hacemos, somos ciudadanos de uniforme que vamos a cumplimentar todo lo que dice la justicia", prometió el general. En rigor, la posibilidad de volver a desfilar por los tribunales para declarar en las causas abiertas por el destino de los desaparecidos y de los chicos nacidos en cautiverio es uno de los temas que más preocupa a los uniformados. "Hicimos la autocrítica y nos siguen volviendo al pasado", se quejan.

Frente a las opiniones del ex almirante Emilio Eduardo Massera, quien llegó a decir que "generales homosexuales" eran responsables de la "crítica" situación de las Fuerzas Armadas, Balza prefirió no hacer "el más mínimo comentario al respecto". El titular del Ejército insistió en que "lamentablemente no tengo listas sobre dónde podrían estar enterrados los desaparecidos, por eso digo que estas heridas son profundas y difíciles de cerrar". Intentando conjurar el otro frente de conflicto, Balza dijo que el Ejército no tuvo nada que ver con la venta de armas a Croacia, ya que en esa operación participaron otros ministerios y organismos del Estado.

 

"VIDELA NO ES GENOCIDA"

"Para mí el general Videla no es un genocida", dijo el presidente del Foro de Generales Retirados, Augusto Alemanzor, y completó su tesis sobre la represión ilegal con que "la guerra es aberrante, se desatan las pasiones, y es donde al hombre le sale el animal y es incontrolable, por eso es que hay que evitar la confrontación, por eso es que hay que ser racional, por eso es que nadie es dueño de la verdad".

En diálogo con el programa "Jaque Mate" de Rock & Pop, el titular del foro que nuclea a los responsables directos del terrorismo de Estado dijo que los ex comandantes "fueron presos por razones políticas" y se negó a aceptar la existencia de campos clandestinos de detención y el nacimiento de niños en cautiverio.


DECLARO EN LA CAUSA COMBAL

APARECIÓ SÁNCHEZ REISSE

El ex agente de inteligencia Leandro Sánchez Reisse, imputado por el secuestro extorsivo del empresario Fernando Combal en 1979, se presentó ayer espontáneamente ante el juez de sentencia Eduardo Daffis Niklison para demostrar que su condición de prófugo de la Justicia no era tal y justificar que está "a derecho".

Sánchez Reisse goza del beneficio de la excarcelación, gracias a una presentación que realizaron sus abogados ante la Corte Suprema de Justicia para que se revoque la decisión de la Sala Cuarta de la Cámara en lo Criminal y Correccional. Este tribunal había confirmado la sentencia de primera instancia que lo encontraba culpable del delito de secuestro y había pedido su captura.

El secuestro de Combal ocurrió el 8 de mayo de 1979 y un día después fue liberado, previo pago de un millón de dólares por parte de sus familiares. La especialidad que le adjudican en el juzgado a este ex agente de inteligencia del Batallón 601 (Ejército), conocido como "El Marqués", siempre fueron los secuestros extorsivos a empresarios, pero nunca permaneció en la cárcel por mucho tiempo. Su historia es larga.

Fue detenido por primera vez en Ginebra, al intentar cobrar uno de estos secuestros, y la justicia suiza lo mandó a prisión por "tentativa de chantaje", pero logró huir. Dos años más tarde fue nuevamente capturado en Estados Unidos y lo extraditaron a la Argentina. Pasó un tiempo en la cárcel hasta que la Justicia --en un fallo polémico-- le dio la excarcelación. Huyó de nuevo y lo agarraron en España. Volvió. El juez Ricardo Warley le dictó prisión preventiva y lo excarceló nuevamente. La Cámara la revocó. Al final, sus abogados apelaron y sigue libre.


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