VIAJE CARO PARA EL MINISTRO
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El titular de la cartera de Defensa está sospechado de haber sido invitado a Francia por las firmas productoras y vendedoras de armas Aérospatiale, Thomson y Ofema. Se alojó en el Hotel Concorde La Fayette, uno de los monstruos de la hotelería francesa. Tras las críticas que originó su viaje, encarado en un momento de inquietud militar por la detención de Jorge Rafael Videla, Domínguez volvió al país. Ahora tiene que aclarar cuentas. "Me preocupa muchísimo que con la predisposición que siempre hemos tenido mis colaboradores y yo se difundan supuestos, cosas inexistentes", dijo el jueves en conferencia de prensa, pero el único comprobante que exhibió ese día fue una boleta de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), donde figura que adquirió ocho entradas por un valor de 560 pesos. Recién ayer llevó a la Oficina de Etica Pública los comprobantes de pago de los pasajes a Francia y del hotel en el que se hospedó, y una invitación efectuada por su par francés para ver Argentina-Jamaica este domingo en París. Cuando tuvo que explicar el motivo de su viaje, Domínguez habló de "una promesa hecha en el Mundial Estados Unidos '94 a mis hijos" y no de un regalo de empresas vendedoras de armas. "Todos los gastos los pagué con mi propio dinero", explicó. El ex intendente porteño debe esperar hasta el martes, día en el que regresa su familia de Francia, para presentar ante la Oficina de Etica los comprobantes que quedaron pendientes. El titular de ese organismo, Luis Ferreira, dijo el jueves a este diario que "su misión no es investigar a nadie, sino crear el Reglamento de Etica Pública, que se va a terminar de elaborar en pocas semanas" y que por el momento cree la versión de Domínguez ya que, en todo caso, "habría que demostrar lo contrario".
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