Por Juan José Panno
Desde Marsella
El final bien lo podría haber imaginado el más recalcitrante de los hinchas ingleses o
el editor más perverso del sensacionalista The Sun: un gol en el minuto noventa,
casi simultáneo con la expulsión de Ariel Ortega por pegarle un cabezazo a un rival, con
lo que alimentarán la leyenda de los "animal argies". Ortega, y sus
circunstancias, se iba hacia el túnel, abucheado por los de naranja rabioso, vituperado
por la prensa internacional y no vio el pelotazo de Frank de Boer, ni el enganche de
Bergkamp, ni el zapato que estalló en la red de Roa y encendió el cartel
"Argentinos, go home". Como en el '82, Argentina eliminada y el 10, que aquella
vez era Maradona, expulsado.
Seguramente Ortega, que es esa clase de jugadores más amigo del
fútbol en vivo y en directo que de los videos y los replays, no vio más tarde lo que se
perdió de juego, ni lo que supo crear de juego, ni nada de un partido que es historia.
Repasemos, sin Ortega, junto con fiscales que lo acusan de villano y abogados defensores
que lo absolverían rápidamente. Reconstruyamos los hechos: el partido se va de largo, el
acusado se mete en el área por la derecha, marca el grandote (todos son grandotes para el
diez argentino) Jaap Stam. El acusado engancha, ya no tiene piernas pero intenta el corte
número cuarenta, el marcador pasa de largo, el acusado puede tirar el centro, pero
intenta el corte número cuarenta y uno y la pelota pasa, pero el acusado no. Choca con la
pierna estirada del tres. ¡Penal! se grita en la cancha y en todo el país, cuando el
acusado cae, acaso antes de tiempo. Esto es lo primero que se discute. ¿Fue foul o no?
"Clarísimo", dicen los abogados defensores del buen fútbol y la estética, y
muestran cómo en la cámara lenta el pie se cruza para bajarlo. "Se tiró",
claman los fiscales y se amparan en que la cámara lenta puede engañar, que siempre
parece foul. La discusión no se cierra. La escena muestra al árbitro mexicano Arturo
Brizio Carter con la tarjeta amarilla en la mano, para amonestarlo por simular.
"¿Simular?, se pregunta uno de los abogados defensores, se puede discutir el foul,
pero en ningún momento hubo trampa." Silencio en la sala, expectación en la cancha,
Ortega está en el piso, el arquero holandés se le acerca, lo insulta en tres o cuatro
idiomas por las dudas que no lo entienda, lo provoca. "Ahí se ve, ahí se ve, qué
tiene que ir a hacer Van der Sar, de qué la va, de justiciero, de ingeniero Santos",
patalea el abogado defensor.
Lo tapan los fiscales: "Ahí está el cabezazo, ahí está, es
criminal, se levanta de golpe para pegarle". Los abogados defensores suben el tono,
recuerdan todas las patadas que le pegaron a Ortega, piden que traigan como prueba los
tobillos, recuerdan que Bergkamp simuló un penal y el árbitro no le sacó la tarjeta
amarilla y entonces los fiscales piden que se repase el video y se muestre cómo a los 10
minutos del segundo tiempo el árbitro le hizo claras señas a Ortega de que no se tire al
piso después de cualquier contacto físico. "Ortega --dicen los abogados
defensores-- reaccionó como un ser humano harto de que le pegaran tanto y en todo caso
hay muchísimas atenuantes para ese cabezazo que no negamos, pero que tiene
explicaciones."
En los costados de la sala, los periodistas que cubren el juicio coinciden en que
Ortega estuvo mal, pero no se ponen de acuerdo en torno de si hubo o no falta, y a mitad
de camino se quedan, nos quedamos, los que pensamos que Stam le iba a hacer foul si Ortega
no se tiraba un instante antes, y a mitad de camino se quedan también los que suponen
que, si hubo falta, no fue todo lo evidente que requería lo que estaba en juego y el
momento del partido. En una sola cosa se ponen de acuerdo fiscales, abogados defensores,
periodistas sensacionalistas, hinchas recalcitrantes de ellos y de nosotros: "Da
gusto verlo jugar a Ortega". Y es una pena que en lo que falta del Mundial no esté.
ARGENTINA EN LOS MUNDIALES
UN ESCÁNDALO AHÍ
Por J. J. P.
Desde Marsella Las actuaciones de Argentina en los mundiales están cargadas
de jugadas y situaciones polémicas que no deberían faltar en ningún libro de historia
de fútbol. Se pueden citar casi de memoria:
* Inglaterra 1966: La expulsión de Antonio Rattin por el pelado
alemán Rudolf Kreitlein, por protestar sus fallos. Los jugadores argentinos estaban
condicionados porque un alemán había sido designado para dirigir el partido
Inglaterra-Argentina y un inglés dirigió Alemania-Uruguay y suponían que ésta era una
componenda. Rattin tardó un siglo en irse de la cancha, aduciendo que no entendía lo que
le decía Kreitlein y fue a partir de ahí que se instauró primero la tarjeta roja y
después la amarilla.
* Argentina 1978: La mano de Maurice Tresor en el penal en favor de
Argentina en el partido de la primera fase de Argentina-Francia. El francés interrumpió
la trayectoria de la pelota, ante un remate de Leopoldo Jacinto Luque, casi cayéndose, en
el costado derecho del ataque argentino, un metro adentro.
* España 1982: La marca inaceptable de Claudio Gentile sobre
Maradona, pegándole, agarrándolo de la camiseta, manoteándolo, en el partido
Argentina-Italia, en Barcelona. Con el reglamento actual, el italiano se iba de la cancha
rápidamente. Pero aun con los criterios arcaicos, Gentile debió ser echado de la cancha.
Fue a Maradona a quien echaron, un partido después, contra Brasil, por pegar una patada
incalificable.
* México 1986: La Mano de Dios de Diego Maradona,
anticipándose al arquero inglés Shilton, en el Azteca. En realidad, era tiro libre para
Inglaterra y amonestación para el diez de Argentina. Pero el árbitro tunecino no vio
nada.
* Italia 1990: La mano de Maradona en el San Paolo, frente a la
entonces Unión Soviética, sacando la pelota claramente con la mano, una pelota que se
iba a la red, junto a un poste.
* Italia 1990: El penal que cobró Codesal en la final del
campeonato entre Argentina y Alemania. Sensini lo cruzó a Klinsmann, tras un pelotazo
largo y el árbitro, mexicano como Arturo Brizio Carter, el de Argentina-Inglaterra en
Marsella, cobró el penal que les dio el título a los alemanes y que hasta hoy se sigue
discutiendo.
* Estados Unidos 1994: La polémica salida del Mundial de Maradona,
a quien el control antidoping tras el partido contra Nigeria le dio positivo. Se comprobó
luego que la sustancia prohibida era efedrina. Sin el Diez, la Argentina perdió con
Bulgaria 2-0 y fue eliminada más tarde por Rumania en octavos de final.
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 Los
hinchas argentinos no lo pueden creer. |
DIEGO MARADONA COMENTO EL PARTIDO PARA LA TV
"NOS OLVIDAMOS DE JUGAR AL
FÚTBOL"
"Volvamos
a las fuentes, por favor, así estamos perdidos." Con sobriedad y entusiasmo, Diego
Maradona comentó el partido por América 2 y reclamó un regreso a los orígenes como la
única manera de tener chance en los Mundiales. "Nosotros nos disfrazamos de Holanda,
y ellos, de Argentina", se quejó más tarde, fuera de la transmisión.
Maradona se cuidó muy bien de no entrometer sus problemas personales
con Daniel Passarella en sus comentarios, pero aseguró que el seleccionado argentino
"le entregó el protagonismo" al rival. En diálogo con periodistas, luego del
encuentro, dijo: "Holanda dio cátedra. Nosotros no respetamos nuestra historia,
quisimos ser un equipo europeo, con dinámica, pero nos olvidamos de jugar al fútbol, nos
olvidamos la técnica".
En la transmisión, Maradona celebró que los holandeses no contaran de
entrada con Marc Overmars, "porque decían que para ellos era la gran esperanza"
y reclamó que los delanteros argentinos encarasen porque "la defensa es una tienda,
pero si no los atacamos, no lo vamos a poder demostrar".
En el segundo tiempo, insistió en que "no agarramos la
pelota" y denunció que Ortega "no tiene con quién jugar y además, siendo el
más desequilibrante del equipo, lo tenemos desperdiciado contra la raya derecha".
Pidió a Gallardo diciendo "no esperemos a que ellos vuelvan a ponerse en ventaja
para hacer un cambio".
Con el resultado definido, Maradona recordó haber señalado a Bergkamp como uno de los
pocos jugadores "distintos" de la Copa del Mundo e insistió en pedir un rápido
regreso a "las fuentes del fútbol argentino, para recuperar identidad y
protagonismo. Jugamos como Alemania: el fútbol hay que sentirlo y Argentina no sintió el
partido".
OPINAN GRONDONA, CANIGGIA Y VALDANO
"UNA JUGADA NO CAMBIA LA HISTORIA
AL FÚTBOL"
Desde Marsella
"No
hay que desanimarse, el fútbol es así" opinó Julio Grondona, presidente de la AFA,
tras la eliminación. "No sé si fue o no penal a Ortega, pero una jugada no cambia
la historia, y ésta dirá que Argentina está entre los ocho mejores del mundo, que es lo
que importa".
Grondona no quiso hablar de "fracaso, porque esto no lo fue. El
esfuerzo de éste plantel de jugadores, de éste cuerpo técnico y de toda la gente a la
que le tocó vivir de cerca éste momento tiene que ser reconocido por todo el
mundo", comentó.
No vio lo mismo Claudio Caniggia, quien le reprochó a Passarella
"traer al Mundial a Gallardo y Berti, dos buenos jugadores de fútbol, para no
ponerlos en los partidos clave". Caniggia se mostró crítico: "Sinceramente no
entiendo qué conceptos tácticos manejó Passarella en éste Mundial, porque nunca se
supo muy bien a qué jugaba éste equipo. No digo que las cosas hubieran cambiado con
otros jugadores, pero él tiene su parte de responsabilidad en ésto".
Para Jorge Valdano, "lo que está claro es que no se puede jugar sin la pelota y
eso quedó evidenciado en el partido. Cuando un equipo tiene la pelota, como Holanda,
ejerce naturalmente un mando sicológico sobre el adversario. Por lo menos se perdió ante
el mejor equipo del campeonato, porque Holanda lo es". |
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