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UNA CONMEMORACION CON GRAN RESPALDO INSTITUCIONAL EN EE.UU.

De Buenos Aires a New York

No sólo el vicepresidente Al Gore marcó una novedad política, al solidarizarse con los familiares de las víctimas, que mañana harán un acto en Nueva York. La Legislatura completa de ese estado criticó al Gobierno.

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Una escena del atentado a la Amia, en julio de 1994.

Por Raúl Kollmann

t.gif (67 bytes)  La comunidad judía de Estados Unidos realizará mañana, frente al consulado argentino en la ciudad de Nueva York, un acto en el que se recordará a las víctimas del atentado contra la AMIA y los oradores formularán reclamos a la justicia de la Argentina y al Gobierno por el esclarecimiento del caso. La oradora de fondo será una de las familiares de las víctimas agrupados en Memoria Activa, Adriana Reisfeld, cuya hermana Noemí murió en el ataque. El vicepresidente norteamericano Al Gore envió su adhesión y lo propio hizo el influyente presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara baja, Benjamin Gilman. La Legislatura del estado de Nueva York votó por unanimidad una declaración en la que se afirma que "en los cuatro años transcurridos desde el atentado no ha habido justicia. Esto es casi tan deplorable como el ataque mismo". El acto produjo en el Gobierno tal irritación que el embajador argentino Diego Guelar intenta ser incluido en la lista de oradores.

El consulado argentino está en la esquina de la Quinta Avenida y calle 56 y la cita es a las 12,na03fo03.jpg (14394 bytes) fundamentalmente para dirigentes de la comunidad judía neoyorquina. Por ello, el acto se denominó Solidaridad de los líderes judíos norteamericanos con las víctimas del atentado contra la AMIA. La organización está a cargo del Jewish Community Relations Council (JCRC), una entidad que agrupa a la mayor parte de las instituciones judías. La lista de oradores será encabezada justamente por dirigentes del JCRC, en tanto que hablarán también Sergio Widder, titular en la Argentina del Centro Simon Wiesenthal, y Adriana Reisfeld por los familiares. La gestión para que Reisfeld no hable fue realizada por vía telefónica, pero un dirigente del JCRC señaló que "nosotros sabemos qué es Memoria Activa y consideramos que se necesita un reclamo duro de justicia. El acto se hará así como está planeado".

La adhesión del vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, es de solidaridad y no contiene aristas políticas: "Les envío un saludo personal a todos los presentes en el memorial por el cuarto aniversario del atentado contra la AMIA. Respaldo al JCRC por su trabajo de asistencia a los ciudadanos judíos de la Argentina que fueron afectados por la tragedia. Quiero que sepan que mis pensamientos y plegarias están con ustedes".

Por su parte, Ben Gilman, el presidente de la estratégica Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso norteamericano, insiste con lo que es la postura oficial de Estados Unidos: la responsabilidad iraní en el atentado. "He recibido muy bien la decisión del gobierno argentino de acusar a Irán por el atentado y expulsar a siete de los ocho diplomáticos iraníes destinados en Argentina." En otro párrafo, Gilman sostiene que "debemos trabajar juntos para asegurar que se haga más por conseguir que los responsables del ataque de la AMIA, así como los de la embajada de Israel, sean llevados a la Justicia".

Sin dudas, la declaración más fuerte es la realizada por la Legislatura del estado de Nueva York. La suscriben 149 diputados de la Asamblea y 64 senadores de la Cámara alta.

"Los ciudadanos de Nueva York y todos los ciudadanos estadounidenses nos solidarizamos con la comunidad judía argentina. En estos cuatro años y en los seis transcurridos desde el atentado contra la embajada de Israel, no ha sido detenido uno solo de los ejecutores y no hubo justicia. Esto es tan grave como los atentados mismos. Llamamos a que se haga una campaña vigorosa para llevar a la Justicia a quienes perpetraron los actos terroristas", señala un tramo de la resolución.

Enterado del acto, el embajador argentino en Estados Unidos, Diego Guelar, hizo una gestión extraoficial no sólo para que se lo invite, sino también para ser uno de los oradores. El JCRC le respondió que la concentración está abierta a todos los dirigentes, por lo que obviamente puede llegarse hasta la Quinta Avenida y calle 56. Se le hizo saber también que si resuelve hacer uso de la palabra, la familiar de las víctimas, Adriana Reisfeld, tendrá derecho a réplica.

La actividad de los familiares tendrá un nuevo impacto en el país del norte cuando el mes próximo se haga en Washington la presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos acusando al Estado argentino por la falta de una investigación adecuada del atentado contra la AMIA. En Europa y en el continente americano los familiares están haciendo una recolección de adhesiones, tanto de personalidades como de instituciones, para respaldar el extenso y detallado texto de la presentación que elaboró el abogado Alberto Zuppi. La idea es hacer una enumeración de lo ocurrido desde el 18 de julio de 1994. Por ejemplo, habrá un relato del traslado de escombros desde la calle Pasteur, primero hasta la playa de estacionamiento de la comisaría 51 y después a la Ciudad Universitaria. Entre esos escombros -–denuncian los familiares de Memoria Activa-- había restos humanos y evidencia clave que fue desapareciendo. Episodios de este tipo llenan las 400 páginas de la presentación.


RECLAMO A LOS DIRIGENTES DE LA COMUNIDAD JUDIA

Un poquito menos de diplomacia

na02fo02.jpg (7572 bytes)Una imagen del acto de anoche en Pasteur al 600.


Por Carlos Rodríguez

t.gif (862 bytes) Esta vez, en lugar del silencio, se apeló "al ruido para despertar a la Justicia argentina". En el acto realizado anoche por la Juventud Judeo Argentina para recordar a las víctimas del atentado contra la AMIA, el coro de silbidos, el abucheo generalizado, los pitos y los gritos reclamándole "justicia" a la Justicia constituyeron el punto culminante de una concentración donde las voces se alzaron fuerte. La principal oradora, en representación de los organizadores, fue la joven Lisa Laham, quien llamó a utilizar "la memoria como arma para descubrir a los que por acción u omisión hacen que la justicia no sea un derecho instituido sino un bien comercial, un remate al mejor postor". Como cierre de un discurso encendido, advirtió: "Dependerá de nuestro coraje el llegar a ser una sociedad que destierre para siempre su síndrome de impunidad".

La convocatoria, bajo el lema "La juventud en guardia hasta que aclare", reunió a una multitud que llenó la calle Pasteur al 600, frente al lugar donde se está reconstruyendo la sede de la AMIA destruida por el atentado terrorista. Con velas encendidas o enarbolando pancartas con la fotografía y los nombres de las 86 víctimas, los asistentes --en su mayoría jóvenes-- fueron activos protagonistas de un acto que tuvo lágrimas y emocionado recuerdo, pero que comenzó y terminó con música y canciones.

"Quítate la venta y mira". La "Oración a la Justicia", de María Elena Walsh, sonó como fondo de un video de presentación con los nombres, edades y profesión de cada víctima. La primera oradora fue Diana Malamud, en representación de Memoria Activa. Sostuvo que la bomba que destruyó la AMIA "estalla todavía y seguirá estallando mientras no se haga justicia". También aseguró que "estalla contra el silencio de todos y cada uno de los que encubrieron la investigación, y contra la vergonzante impunidad".

La joven Romina Burnstein, cuya madre murió en el atentado, habló por los familiares de las víctimas. Luego de aclarar que ella tenía apenas 17 años cuando ocurrió el hecho, criticó al "Estado que se olvida de la gente" y fijó como principio básico: "Los muertos no se negocian". En ese marco, se preguntó cómo es posible que algunos funcionarios "admitan que hay una SIDE (Secretaría de Inteligencia de Estado) buena y una SIDE

mala". Recalcó que el único reclamo posible es una justicia que condene "a los que pagaron y a los que cobraron por el atentado" y que ello ocurra "lo antes posible".

Burnstein, aludiendo a situaciones internas de la comunidad judía frente a la forma de encarar el reclamo de justicia, sostuvo que no creía "en divisiones sino en diferentes maneras de actuar". En el posterior discurso de cierre, Lisa Laham dirigió la prédica hacia los "dirigentes comunitarios", a los que reclamó "acciones que respondan más a nuestras necesidades de exigir justicia que a la diplomacia política que negocia nuestros valores". La respuesta del público fue un ruidoso aplauso.

Laham dijo que a los familiares de las víctimas los "ahoga un grito continuo, desesperado, inquieto, movilizado, impaciente" que pide a toda la sociedad "que utilice su memoria como la mejor y más fuerte de las armas, que clama para que se agilicen los papeles estancados, para que se despierten las almas dormidas de un sueño mezcla de complicidad y aceptación de todo y para que se acaben los encubrimientos". Como cierre, muchos a pesar de las lágrimas, los participantes se fueron cantando "Como la Cigarra": "Muchas veces me mataron/muchas veces me morí/sin embargo estoy aquí...resucitando".


De cómo el gobierno argentino no cumplió

 

La versión 1998 del informe del American Jewish Committee, al que tuvo acceso Página/12, subraya las deficiencias oficiales en la investigación del atentado de 1994.

t.gif (862 bytes) "Pese a las constantes afirmaciones del gobierno argentino de que se investiga con diligencia, los que destruyeron el centro de la vida judía argentina el 18 de julio de 1994, matando a 86 personas e hiriendo a 300, todavía no fueron apresados. Por eso, es nuestro triste deber publicar el cuarto informe anual sobre la marcha de la investigación de esta atrocidad." Así comienza "Todavía sin justicia", un crítico informe que una de las mayores instituciones judías norteamericanas, el American Jewish Committee, publicará mañana en Nueva York.

El Committee fue una de las instituciones norteamericanas que más rápidamente reaccionó ante "el peor atentado antisemita cometido desde 1945." Apenas dos días después de la explosión llegaba una misión desde Nueva York y dos semanas después se publicaba "¿Por qué Argentina? El contexto político y social del atentado a la AMIA", de Carlos Waisman, una breve historia del prejuicio argentino y de los contactos con Medio Oriente de figuras políticas locales. A partir del primer aniversario, el Committee comenzó la publicación anual de informes sobre la marcha de la investigación, escritos por el periodista argentino Sergio Kiernan, y prácticamente las únicas fuentes de referencia en inglés sobre el caso.

En la introducción al informe de este año, el director de relaciones internacionales y con gobiernos del Committee, Jason Isaacson, toma posición sobre la polémica que divide a la comunidad judía argentina: "En el último año, el gobierno argentino afirma haber obtenido nuevas pruebas sobre la responsabilidad iraní en los atentados. El American Jewish Committee, que consistentemente advierte a los líderes mundiales sobre los vínculos de Irán con el terrorismo internacional, aplaude las claras posturas diplomáticas argentinas frente a Irán. Sin embargo, seguir la conexión iraní no debe significar el abandono de la conexión local, la captura de aquellos argentinos que facilitaron o llevaron a cabo el atentado".

De hecho, el tema central del informe 1998 es cómo el gobierno argentino no cumplió con las expectativas que despertó de una pronta solución del caso. "Los argentinos esperaban que su gobierno investigara y resolviera la cuestión rápida y decididamente. Esta expectativa sigue sin ser satisfecha. La investigación del atentado a la embajada, por ley una tarea de la Corte Suprema, puede considerarse moribunda. La investigación del caso AMIA, aunque mucho más activa, no logró construir un argumento coherente que explique el atentado y que ayude a tomar medidas que impidan otros ataques domésticos o extranjeros, en Argentina y otros países de América latina."

La explicación de este "deprimente" estado de cosas es clara y simple: "Primero, hay agentes del Estado implicados en el atentado. La investigación del caso AMIA expuso un avanzado estado de corrupción en la mayor fuerza policial argentina, la de la provincia de Buenos Aires".

"Segundo, el Poder Judicial argentino sufre de severas limitaciones. Bajo la ley actual los jueces tienen que investigar y juzgar a los sospechosos, un rol doble que la mayoría de los magistrados describen como 'excesivo.' El problema se complica por la falta de ciertos instrumentos legales como un programa de protección de testigos y la prohibición legal de ofrecer inmunidad a acusados que testimonien para la fiscalía."

"Tercero, las agencias de seguridad argentinas están totalmente despreparadas para enfrentar el terrorismo internacional. Ya en su primer informe sobre el caso AMIA, el Committee expuso el hecho de que los agentes encargados de reunir evidencias en la escena de la explosión carecían del más mínimo entrenamiento. Argentina todavía no tiene una base de datos de migraciones y no tiene, de hecho, control sobre quiénes cruzan sus fronteras."

"No sorprende que muy pocos argentinos, y en particular argentinos judíos, confíen en la investigación. Muchos hasta creen que el énfasis en la conexión iraní es un truco para distraer la atención de la conexión local, aquellos argentinos que por dinero o ideología ayudaron a realizar el atentado. De hecho, estas diferencias crearon una ya visible grieta en la comunidad judía argentina."

El informe relata las acusaciones mutuas entre Argentina e Irán desde 1994, los vaivenes en el comercio y las relaciones diplomáticas entre ambos países, y las operaciones iraníes en la región, especialmente la recientemente difundida historia de la empresa South Beef. La tercera parte del reporte señala el apoyo oficial norteamericano a Argentina, expresado en visitas oficiales por el presidente Bill Clinton y el director del FBI Louis Freeh, y en su informe sobre terrorismo internacional por el Departamento de Estado. Sin embargo, la cuarta parte enumera las críticas norteamericanas a la conducta argentina en la investigación, haciendo hincapié en la manifestación de protesta del 18 de julio de 1997 frente al consulado argentino en Nueva York, que se repetirá mañana, y en la pobre impresión dejada por el Presidente y funcionarios argentinos en reuniones con la comunidad judía americana.

En especial, el capítulo "Voces críticas" relata la reunión de Carlos Menem con representantes del Consejo de Relaciones Comunitarias de Nueva York, de B'nai B'rith, de la Anti-Defamation League y el American Jewish Committee, encuentro organizado de apuro por los argentinos cuando el Presidente volvía de su viaje al Líbano, en febrero de este año. "En una atmósfera que el mismo embajador argentino, Diego Guelar, describió más tarde como 'tensa', el Presidente escuchó críticas a la investigación. Los líderes judíos esperaban que Menem, que llegaba de Beirut, tuviera noticias importantes para transmitirles, pero quedaron profundamente desilusionados: el presidente argentino sólo habló de generalidades y asombró a los presentes criticando duramente al grupo Memoria Activa, al que llamó 'politizado' y del que sugirió que era utilizado por la oposición." El cargo fue contestado por Jacobo Kovadloff, asesor del Committee, que afirmó que "ni nosotros ni Memoria estamos utilizando el caso AMIA para atacar al Gobierno. Lo que realmente le molesta al Presidente es que ya queda en claro que el apoyo local a los terroristas fue dado por policías bonaerenses."

Las dos últimas secciones del informe discuten la reacción de la comunidad judía ante esta situación y el enfrentamiento ahora abierto entre la DAIA y Memoria Activa. Partiendo de la violenta reacción contra Rubén Beraja y miembros del Gobierno presentes en la ceremonia del tercer aniversario, en 1997, y de la ovación al duro discurso de Laura Ginsberg, el informe expone dos mundos distintos. "(Memoria Activa) no es un grupo serio y no vamos a darle más una plataforma para que denigren lo que hacemos en DAIA", dice Beraja en el informe. "La investigación está mostrando resultados promisorios." Para el abogado de Memoria Activa, Alberto Zuppi, "el Gobierno no tiene el menor interés en resolver el caso. La causa es un desastre, un desorden lleno de agujeros, una cáscara vacía. Esto no se explica más por ineptitud, sino por mala fe".



Qué es el comité


t.gif (862 bytes) Fundado en 1906, el Comité Judío Americano es una de las organizaciones de esa comunidad que más atención presta a la situación de los judíos de la diáspora en cualquier país. El Comité "protege los derechos y libertades de los judíos en el mundo entero, combate el prejuicio y el antisemitismo, promueve los derechos humanos para todas las personas, trabaja por la seguridad de Israel y el entendimiento entre israelíes y americanos, sostiene posiciones políticas compatibles con los valores democráticos de EE.UU. y la herencia judía, y aumenta la vitalidad creativa del pueblo judío". Hasta 1976, el Comité tenía una oficina en Buenos Aires que fue cerrada luego de que un grupo de tareas intentó secuestrar a su titular.



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