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Los gobernadores también traban la reforma tributaria de Roque

 

Le obligaron a retirar el proyecto de ley de reparto de los ingresos extra que surgirían de la reforma. Así no cierran las cuentas.

Roque Fernández despidió ayer a Teresa Ter Minassian, del FMI.

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t.gif (67 bytes)  Los gobernadores justicialistas complicaron aún más el escenario para la reforma tributaria. En un encuentro que mantuvieron ayer con el ministro de Economía, Roque Fernández, rechazaron el proyecto de precoparticipación de impuestos, complementario a la reforma.

Esa iniciativa, que el titular del Palacio de Hacienda se comprometió a retirar del Senado, garantizaba que la Nación no perdería recursos en caso de que el nuevo esquema impositivo aportara menos fondos que los proyectados. De ese modo, para evitar un agujero fiscal en las arcas del Tesoro, las provincias debían resignar parte de su coparticipación. Aunque Fernández remarcó que la reforma no ocasionará una disminución de ingresos, por lo que se respetará el piso de la coparticipación de 740 millones de pesos por provincia, los gobernadores se mantuvieron inflexibles.

Después de dos horas de discusiones, Fernández aceptó retirar del Congreso el proyecto de precoparticipación. Esto agrega un problema adicional a los que ya tenía Economía para conseguir la aprobación de la reforma impositiva. Sin aquel proyecto, se expone a que los cambios en materia tributaria ocasionen un desajuste en las cuentas fiscales. Además, los gobernadores justicialistas --todos estuvieron presentes, salvo Eduardo Duhalde, representado por su ministro de Economía, Jorge Sarghini-- avanzaron aún más en su ofensiva: plantearon que los recursos adicionales que ingresen por la reforma también sean coparticipados. Roque sintió que le escupían el asado.

La reforma tributaria incluye aumentos para los Impuestos a las Ganancias, un nuevo gravamen sobre los Activos --o a la ganancia presunta de las empresas--, a los intereses de los préstamos bancarios y la generalización del IVA (que aún no obtuvo dictamen en el Congreso). Todos esos tributos son coparticipables. Pero Economía reclamó a las provincias que resignen esos aportes extraordinarios. De lo contrario, sostuvo el ministro, no se podrá implementar la rebaja de aportes patronales, pues

la Nación carecerá de recursos para compensar esa caída en la recaudación. Además, Roque puntualizó que la disminución de las cargas empresarias constituye una pérdida de fondos sólo para el Estado Nacional, ya que los impuestos al trabajo financian exclusivamente a la Seguridad Social.

"De acuerdo con lo que dice la Constitución, todos los impuestos que se crean deben coparticiparse. Por lo tanto, no haría ninguna falta otra ley de distribución", recalcó el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, al término del encuentro. Luego indicó que Fernández "sostiene la tesis de que debería buscarse alguna forma de compensar la disminución de aportes patronales. Nosotros dijimos que ésa es una tarea de la Nación, no de las provincias", afirmó. No obstante, dijo que se continuará negociando y que "si se llegara a plantear algún problema de recaudación en los próximos, meses, nos sentaremos a discutir nuevamente". Por su parte, Jorge Obeid, mandatario de Santa Fe, admitió que "es un tema delicado, que se seguirá negociando".

Para Fernández, el apoyo que manifestaron los gobernadores a la generalización del IVA, el punto más conflictivo de la reforma, resultó casi una formalidad. Si se extiende ese tributo a la televisión por cable, la medicina prepaga, las tapas de revista y la publicidad, las provincias obtendrían una tajada adicional, en caso de que se imponga su postura de que esos ingresos sean coparticipados. "Los gobernadores mantenemos el apoyo a la reforma tributaria, incluida la generalización del IVA", señaló Romero. En cambio, reconoció que otro proyecto en el que trabaja Economía, la nueva ley de coparticipación, que reemplazará al actual pacto fiscal, "no es algo que vea que se puede tratarse pronto".


CULMINO LA MISION DEL FONDO

Roque extrañará a Teresa


t.gif (862 bytes) La pelota quedó del lado de Economía y Roque Fernández volvió a enviarla al corner. Ayer remarcó que el Plan Laura de construcción de autopistas se encuentra suspendido, en respuesta a la ofensiva lanzada por el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, en favor del proyecto.

El titular del Palacio de Hacienda se entrevistó por la mañana con la misión del Fondo Monetario y se pronunció en contra de la iniciativa vial. Exactamente lo contrario a lo que Teresa Ter Minassian había escuchado anteayer de boca del jefe de ministros, quien hace todo lo posible por reflotarlo. Con esa pelea de fondo, los técnicos del FMI abandonaron ayer el país aceptando que en general se cumplieron las metas acordadas, aunque hicieron algunas observaciones.

"La revisión fue positiva. No hay ningún inconveniente en la relación con el Fondo, ya que aceptaron que la economía está funcionando bien", subrayó Fernández, al hacer un balance de la auditoría efectuada por los delegados del organismo internacional. En ese sentido, negó que hubieran reclamado profundizar el ajuste fiscal, aunque se mostraron preocupados por la deficiente evolución de la recaudación.

"Ellos prevén que los ingresos impositivos serán inferiores a lo que habíamos proyectado inicialmente. Por lo tanto, consideran esencial que se avance con la reforma tributaria, que es clave para evitar que sigan escapándose recursos a través de los diferentes canales de elusión que existen", se explayó el ministro.

El otro punto que cuestionaron Ter Minassian y Tomás Raichman fue el desborde del gasto público en las provincias. Fernández tomó nota del reclamo, pero bajó el tono de su confrontación con los gobernadores, atendiendo a que necesita de su apoyo para que la reforma impositiva supere la valla del Congreso. El sábado, en una entrevista con Página/12, el ministro había criticado abiertamente a los mandatarios provinciales. Pero ayer, pocas horas antes de reunirse con ellos para tratar el tema de la reforma, sólo indicó que el problema del desborde del gasto "hay que mirarlo, pero no hay que instrumentar ninguna medida en lo inmediato, sino que es algo que debemos seguir conversando".

El FMI también alertó por el incremento del déficit comercial. Sin embargo, Fernández sostuvo que los técnicos "comprendieron" que ese desequilibrio es generado por un aumento de la inversión privada, y no por un exceso de gasto público. Finalmente, el jefe de Economía también evaluó como "positivas" las conversaciones el Fondo mantuvo con el ministro de Trabajo, Antonio Erman González, por la reforma laboral. "Están satisfechos. Les parece que el ministro está encaminando bien la situación", aseguró.

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