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No fue rubia, ella lo sabía. Casi veinte ecografías lo habían anticipado. La beba Sasha es peluda, no como mamá Xuxa: hace 35 años nacía pelada y rubia. Antes de la medianoche del lunes, comenzaba en Río de Janeiro la liturgia del parto de la carioca. El cordón umbilical enroscado adelantó la puesta en escena anunciada para el 10 de agosto. Pero la naturaleza, analfabeta en cuestión de marketing, no pudo estropear la millonaria mecánica mediática: cientos de cámaras siguieron a la rubia desde su mansión rosada al Sanatorio San Vicente, donde un cineasta estaba pronto para la filmación del parto inesperado. El ritmo de las contracciones aceleradas no obstaculizó una pose final de Xuxa ante cámaras: detuvo su barriga y pidió rezos y oraciones a los 160 millones de televidentes. El repentino parto tampoco impidió la congregación de miles de fanáticos que como feligreses colgaron de sus pescuezos crucifijos y rosarios de todos las formas. Xuxa protagonizaba por fin su propio estreno. Fuera de escena quedaba Luciano Szafir, el hombre portador del semen usado para dar vida a una paquita de sangre real. El hombre devenido semental quedó fuera de juego y la diva se incorporó a la lista de famosas que decidieron ser madres sin compañía.

El segundo piso de la clínica había sido liberado para la actriz. Hace nueve meses que preparaba la cita con su hija. El hospital, redecorado para el parto, esperaría a la criatura con música funcional. Los médicos estables fueron licenciados; la diva carioca contrató su propio equipo. Ocho especialistas en total: médicos, obstetras, enfermeros, anestesista y pediatra. Ella preveía el parto natural; su niña, no: forzó, empujó la fecha hacia adelante y logró, aunque no zafar de las cámaras, sí de los auriculares que mamá había colocado sobre su panza. "Le coloco audífonos --se había encargado de explicar Xuxa-- para que ella pueda oír la música que a mí me gusta, inclusive la canción que le dediqué".

A la metódica mujer volvieron a fallarle algunos cálculos. En la sala de parto no estaba su bien amada Marlene Mattos, sino el hombre que alguna vez ofrendó su semen. Tampoco pudo ensalzar sus oídos con la melodía prevista. Simples dolores de parto derrumbaron su delicadeza rubia: gritó, pataleó y la doparon. Xuxa durmió forzada por calmantes y se perdió el momento para el que se había empeñado tanto. Otra vez la maldita furia natural tuvo la culpa.

Abajo, en las calles de Gavea continuaban los fanáticos retorciéndose en plegarias. Sasha nació a las 0.45 y los medios se encargaron de precisarlo. La beba no sabía entonces que tenía una multitud esperándola desde hacía diez años. "Foram 10 anos di espera para te ver", se obstinaban en repetir sobre pancartas. En tanto, mientras se deshacía de auriculares, la beba quedaba aprisionada por abajo: la gente anunció su club de fans. Pero por el momento podía eludirlo. Por unos días seguirá sin besuqueos multitudinarios aunque deberá soportar los diez juegos de ropita de bebe que mamá metió apretada en la "malesasha", porque también la valija del ajuar tiene marca registrada con su nombre. El primer conjunto será amarillo con ribetes blancos. De allí en más, seguirá el resto de equipaje que mamá y su criada con nombre de secretaria se dedicaron a hacer y deshacer en los últimos 60 días.

El anuncio de su embarazo fue tan mediático como su vida entera. A fines del año pasado, lo reveló en el horario estelar de la televisión. El padre, contó allí, era el galán de telenovelas Luciano Szafir. En mayo, anunciaría que lo del actor había sido una elección ad hoc. Ya no necesitaba de su presencia --había cumplido su papel de semental-- y Xuxa se dio el gusto de ser madre sin los inconvenientes de un esposo (o novio, en su caso), al lado. Se sumaba así a la tendencia de mujeres famosas en busca de una maternidad autosuficiente. Ya lo habían hecho Madonna y Jodie Foster, aunque en este último caso la actriz fue directamente a un banco de semen para inseminarse artificialmente.

El otro componente de la maternidad de Xuxa fue el negocio montado alrededor de Sasha. Telefé pagará 100.000 dólares para que Susana Giménez le haga a la flamante mamá el primer reportaje luego de que abandone la clínica. Pero hay más. La revista española Hola oblará la friolera de 250.000 para una producción de fotos de la nena. Ya está listo el merchandising para lograr otros numerosos cientos de miles: remeras con la imagen de la beba, perfumes con su nombre, bicicletas, productos comestibles, útiles escolares, muñecas, sandalias. El Mercosur no estará ausente de la vorágine: habrá también un diccionario bilingüe con la marca de la carioca más famosa.

Los números

* 100.000 pesos pagará el programa "Hola Susana" para que la estrella argentina entreviste, en exclusiva para la televisión, a su par brasileña. * 250.000 pesos recibirá por una sesión de fotos de madre e hija para la revista española Hola!

* Es aún un enigma la millonaria cifra que la Red O'Globo ofreció a Xuxa para filmar el parto.

* Merchandising I: Todavía no se han contabilizado los números finales que la "reina de los bajitos" recibirá por la marca de ropa, la de alimentos y la infinidad de productos infantiles que la pequeña Sasha, sin enterarse, publicita.

* Merchandising II: Las industrias brasileñas y extranjeras montaron una campaña con millonarias ganancias de venta de pañales, coches, muñecas, lociones, talcos, cremas, aceites y jabones para bebés.

* Existen además sandalias, una revista con una tirada de 700.000 ejemplares, bicicletas, útiles escolares y un diccionario bilingüe. El paquete millonario incluyó comestibles y también ropa: Xuxa cuenta con una marca propia y otra de las Paquitas.

* En dos años, de acuerdo a estimaciones de la revista Forbes, Xuxa se convirtió en una de las cariocas más ricas con 27 millones de dólares de ganancia.

Por Mariana Carbajal

"No debemos caer en que estas maternidades van a ser más patológicas que otras. Todas las maternidades son conflictivas y difíciles. Este tipo, como el que encarna Xuxa, tendrá sus propias características. Pero no se puede crear la idea de que hay madres normales y anormales", opina la psicoanalista Irene Meler, coautora del libro Género y Familia (Paidós).

--¿Es casualidad que se den en la actualidad tres casos de mujeres famosas que eligieron la maternidad en soledad?

--No. Hay distintos factores en juego. Por un lado, una crisis de la institución matrimonial y, al mismo tiempo, una mujer con un status más alto en la sociedad. Ya no es la pobre mujer abandonada sino la que opta por la maternidad autosuficiente. Estas mujeres (como Jodie Foster, Xuxa y Madonna) tienen un poder ostensible y dictan sus propias normas. Mujeres que quisieron tener hijos solas ha habido siempre pero no podían concretar su fantasía por la sanción social y tenían sus hijos inmersas en matrimonios tradicionales, con un hombre con quien no tenían una unión tan amorosa. Gracias a la desregulación moral de la posmodernidad, hoy estas maternidades son posibles. Cuando dicen: "Ya estoy en edad de ser madre", en realidad manifiestan un deseo más ligado al propio proyecto individual que al del amor a un hombre. Pero no hay que dejar de vista otra cuestión: no es sólo la omnipotencia de estas mujeres lo que las lleva a tener un hijo solas: muchas veces buscan excluir a los hombres de la crianza porque han vivido experiencias traumáticas de abuso de parte de otros hombres.

--Xuxa argumentó que estaba madura para ser madre pero no para casarse.

--En general, uno tiene la idea de que la madurez pasa primero por la elección de una pareja amorosa y después por la concepción de un hijo. En el caso de Xuxa, hay una especie de relación dual con el hijo: es una imagen infantil pensar que la madre y el hijo se bastan a sí mismos. Así piensan los chicos, para quienes lo más importante es su relación con la madre y perciben menos la relación con el padre. Las madres suelen tener otros deseos más allá de un hijo: el trabajo, un hombre, otra mujer. Acá aparecería el cumplimiento de esa fantasía infantil.

--¿Cómo puede influir en el niño la ausencia del padre?

--Si pensamos en relación con un buen padre, evidentemente hay un déficit. Si pensamos en padres abusivos, tal vez es mejor así. Obviamente, la presencia de un buen padre es preferible: el chico crece en mejores condiciones pero esto no significa una condena a la maternidad en soledad, si no todos los hijos que las mujeres han criado solas estarían condenados a ser neuróticos.

--¿Podría pensarse en un futuro de hombre como archivo genético?

--Esperemos que las relaciones humanas no se despersonalicen de esa manera.

Por M. C.

La elección de Xuxa de ser una madre soltera "despierta en los varones el fantasma de la mujer fálica, todopoderosa, que lo puede hacer todo consigo misma, donde el hombre es descartable como el zángano, que muere después de copular a la abeja reina", analiza el psicólogo Norberto Inda, estudioso del género y coordinador de grupos de hombres.

--¿Cuál es su opinión sobre estas maternidades que excluyen abiertamente al varón?

--No me gustan. Institucionalizan un defecto de esta sociedad como es la falta concreta de padres. Hoy hay muchos padres cuyo papel se reduce al de mero genitor: son aquellos que han puesto un esperma en una mujer pero no han estado en calidad de papá. El caso de Xuxa desnuda muy fuertemente una situación que muchas veces ocurre de hecho. En la medida en que la paternidad es una función a veces poco ejercida por el hombre, hay muchos hijos cuya madre también es padre.

--¿Cómo viven los varones que una mujer use a un hombre para embarazarse y después lo descarte?

--Estos casos ponen en primer plano una vieja fantasía de los varones por la cual las mujeres son un peligro y que consiste en preguntarse cuál es el destino imaginario de los fluidos que un varón coloca en la vagina en una noche de tumultuoso amor. Los varones sienten que las mujeres se apropian de su potencia y después son ellas, con esos líquidos, las que producen un ser. No hay que dejar de observar que estos casos se dan en una época de cierta prescindibilidad de los varones. Por un lado se quedan sin trabajo y por otro se enfrentan con que los viejos emblemas de la masculinidad --como el éxito, el dinero, la potencia sexual-- están puestos en tela de juicio.

--¿Por qué se busca meros sementales?

--Una elección de este tipo refleja una negación de la interdependencia, una ilusoria idea de autorreproducción y un individualismo feroz. Derriba la idea de un hijo de a dos y de una gestación de a dos. Se sabe la importancia de la figura paterna en la crianza de un chico y lo que implica para la criatura ser todo para la madre. La pregunta que hay que formularse es dónde está el objeto de deseo sexual para estas mujeres además de en el niño. Este chico viene a completar un deseo de madre pero ¿dónde está la sexualidad de esa madre? Existe el peligro de que se genere una simbiosis entre los dos, el bebé y la madre, que ambos sean mutuamente completantes, que no necesiten de ningún otro ser humano.