SAN LORENZO-CRUZEIRO Y PALMEIRAS-INDEPENDIENTE

Comienza hoy la Copa Mercosur

  Casi 40 años después de su nacimiento, ninguna de las razones que dieron vida a la Copa Libertadores se repiten en la concepción de la Copa Mercosur, el nuevo emprendimiento de la Confederación Sudamericana de Fútbol que hoy por la noche dará sus primeros pasos. El nuevo torneo que comenzará con los partidos entre San Lorenzo-Cruzeiro, Palmeiras-Independiente y Flamengo-Cerro Porteño responde al mercantilismo del próximo siglo: negocios, millones, dinero, televisión, contratos fabulosos y, en última instancia, un trofeo para depositar en la vitrina del club ganador. Desde la forma de clasificación hasta el sistema de disputa, pasando por el innovador método de premiación para aquellos que logren avanzar en las distintas fases, la Copa Mercosur toma distancia de la Libertadores y promete ser revolucionaria.

Boca, River, Racing, Independiente, San Lorenzo y Vélez (Argentina), Gremio, Corinthians, San Pablo, Palmeiras, Vasco Da Gama, Flamengo y Cruzeiro (Brasil), Nacional y Peñarol (Uruguay), Cerro Porteño y Olimpia (Paraguay) y Universidad Católica, Universidad de Chile y Colo Colo (Chile) fueron elegidos por el ente que preside el paraguayo Nicolás Leoz. Enteradas de esto, las dos más grandes productoras de esta parte del mundo, la argentina Torneos y Competencias y la brasileña Traffic, decidieron unirse y crear la subsidiaria T&T Sports Marketing. El acuerdo quedó sellado en la primera reunión entre las partes y la multinacional será coorganizadora del certamen.

Pero conviene ir por partes. Por el solo hecho de decir presente en este campeonato, los equipos tendrán en mano 600.000 dólares a razón de 200.000 por partido jugado como local. Los ocho conjuntos que accedan a la siguiente instancia (los ganadores de grupo y los tres mejores terceros) tendrán un motivo importante para seguir celebrando: 400.000 dólares. Llegar a semifinales constituye un paso fundamental en lo futbolístico y ni hablar en lo económico. Los cuatro que gocen de ese privilegio embolsarán 600.000 dólares. A esa altura habrán reunido 1.600.000 sin contar el ingreso por recaudaciones. La final de la Mercosur hará temblar a los protagonistas. Es que habrá 3.000.000 de razones para levantar la Copa. En cambio, el perdedor obtendrá la tercera parte. En definitiva, el ganador de la primera edición de este torneo se adueñará de 4.600.000 dólares en premios y el finalista, de 2.600.000 de la misma moneda.

Muchos clásicos, partidos con historia, estrellas por todos lados y un público ávido de ver en acción a sus figuras le darán marco contrastando su inicio con el de otras competiciones americanas. La Libertadores arrancó floja, tanto que muchos equipos desistían de jugarla. La Supercopa nunca tomó mucho color y acabó desapareciendo de escena y la Conmebol, que todavía se disputa, está condenada a morir en la intrascendencia.

Arranca la Mercosur. Después de muchas idas y venidas, de un intento fallido hace un par de años que terminó en un hoy olvidado triangular amistoso que también llevó su nombre. Empieza a rodar, lo hará durante cinco meses por estadios de la Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile y arrastrará millones a su paso. Millones de personas y millones de dólares. Pero a repartir solamente entre lo poderosos.

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