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Por Pablo Vignone  "A mí no me molesta que me critiquen, me gusta que la
gente común quiera que ande bien. Es lógico: los estoy representando en la Fórmula 1 y
me tengo que bancar que me piden cosas, que quieran que gane." Camisa Dior de tono
rosado, Rolex en la muñeca, un simpático espíritu venenoso para con los que no saben
mucho del tema, Tuero enfrentó a la prensa nacional por primera vez desde el Grand Prix
de la Argentina. "Algunas cosas que se escriben no me gustan, pero esos comentarios
son parte del juego; pasa en todos los deportes", aceptó filosóficamente.
El piloto argentino de Minardi, que vino a Buenos Aires por una semana a cumplir con sus sponsors y visitar a su familia y terminó la jornada visitando al presidente Menem en Olivos, hizo un balance de su primera temporada, con doce de las 16 carreras corridas: "Me siento contento y orgulloso. Estoy concentrado en aprender, desde las pistas hasta la manera de poner a punto el auto, y la propuesta del equipo es seguir corriendo con ellos. Me llevo bien con mi coequiper Shinji Nakano, pero si traen a alguien de más experiencia, mejor, porque podría aprender más". Tuero afrontó la pregunta obligada --la razón de tantos abandonos, 9 en 12 competencias-- con hidalguía no exenta de humor. "Lo que más se rompen son los motores, lo que pasa es que tienen tan poca potencia que van al límite y así se rompen más a menudo. De todas maneras, la falta de resultados es relativa: si a principios de año le decías a Minardi que Tuero iba a terminar octavo una carrera --como terminé en Imola-- hubiera pensado que estabas loco." --La única comparación posible para medir tu rendimiento es tu coequiper Shinji Nakano. Después de doce carreras, ¿vas ganando o perdiendo? --preguntó este diario. --Yo creo que es parejo. Cuando anduvimos los dos juntos bastante tiempo en pista, no hubo grandes diferencias. En serio, yo pienso que, a autos iguales, soy más rápido que él. --Varios de tus abandonos fueron por despistes. ¿Es aceptable dentro de la búsqueda de experiencia que era tu objetivo para esta temporada? --No sé si fueron tantos despistes. Buenos Aires --que nunca se supo por qué--, Mónaco --que fue un error mío, y lo reconocí en su momento-- e Inglaterra. No son tantos, están dentro de la media. Lo que pasa es que yo siempre corro tratando de dar el máximo. Las cosas me gusta buscarlas, tratar de conseguirlas, no esperar que lleguen de arriba. --¿Quién aprendió más de quién? --Yo de Nakano, sin duda. Me cuesta más andar en las pistas que no conozco como él, que tiene un año más de experiencia y en un equipo como Prost, con el que aprendió mucho. Reconozco que hizo un gran trabajo cuando salió séptimo en Canadá, pero estoy muy tranquilo. Fijate que las clasificaciones son muy parejas, vamos 6 a 6. Por eso digo que en igualdad de condiciones yo le puedo ganar. Durante la conferencia, Tuero reconoció que tiene todavía "cuatro carreras para cumplir con un sueño, que es sumar un punto para el campeonato. Pero si los McLaren, las Ferrari, los Williams y los Benetton tienen todos un buen día, eso es siempre imposible". Señaló que una de sus mejores carreras del año fue la primera "en Australia; yo debutaba y el Minardi no podía clasificar 17º como clasifiqué" y se mostró optimista para el futuro. "El equipo puede conseguir un motor oficial para 1999 y sé que el chasis que están construyendo para el año que viene es muy superior al actual, que tampoco es gran cosa", indicó, antes de lanzar su pálpito: "A mí me gustaría que saliera campeón Schumacher, porque corre siempre al ciento por ciento. No sé si Hakkinen es más frío, pero no corre con la intensidad del alemán".
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