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 En un nuevo acto
de su campaña electoral, desde el escenario montado en el estadio del club San Miguel, en
el partido Malvinas Argentinas, Eduardo Duhalde volvió ayer a pronunciarse en contra del
modelo económico. "Los peronistas no podemos hacer la vista gorda sobre el modelo
que beneficia sólo al 20 por ciento de la población", dijo. También criticó a los
dirigentes de la Alianza que "se abrazan al modelo como si no hubiera otra
alternativa". De todos modos, el gobernador bonaerense ayer manifestó sus
coincidencias con Carlos Menem en dos oportunidades. Dijo estar "orgulloso" de
haber contribuido a lograr la estabilidad durante este Gobierno, y que comparte
"absolutamente" la calificación de "ñoquis profesionales" otorgada
por el Presidente a los diputados de la Alianza que se niegan a dar quórum para tratar la
reforma laboral en el Congreso. Los actos de Duhalde ya tienen su "leit motiv". El escenario embanderado con telas azules y blancas, la foto de Evita a la izquierda y la de Perón a la derecha de un fondo en el que se repite una docena de veces el logotipo con un sol central: "Duhalde presidente argentino". También su entrada fue igual a la de los actos en la Patagonia: una banda de sonido cinematográfica acompañó el ingreso del gobernador y su esposa, Hilda "Chiche" González, a la escena. Luego las trompetas mixturan con la marcha peronista que Duhalde acompaña cantando a media voz mientras saluda a los asistentes con ambas manos. Junto a Duhalde se ubicaron en el palco el novedoso precandidato a gobernador provincial, el intendente de Merlo Raúl Othacehé, y la diputada Irma Roy, quienes precedieron a Duhalde en los discursos. También estaban los intendentes Juan José Alvarez (Hurlingham), Hugo Curto (Tres de Febrero), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Aldo Rico (San Miguel). Además de Lorenzo Pepe y el senador provincial Horacio Román. Si bien Duhalde insistió en dar por muerto el modelo económico, afirmó que estaba "orgulloso de haber contribuido a lograr la estabilidad en la república, de haber colaborado para terminar con la hiperinflación". Y agregó: pero "este modelo está acabado porque vino a resolver problemas macroeconómicos, hoy hay que poner el modelo al servicio del pueblo". Y anunció los pilares de lo que llama su nuevo modelo: "Consolidar la estabilidad y el crecimiento económico" y "el equilibrio social". Después arremetió contra la Alianza, de la que dijo: "Está constituida por un frente de partidos y por el radicalismo, que tiene dirigentes capaces", pero "que buscó a una persona como (Raúl) Alfonsín para que presida su programa, para decirnos cómo se tiene que gobernar, él, que se tuvo que ir antes de su gobierno". Duhalde logró arrancar los aplausos de un estadio a pleno (quedó gente sin poder entrar) cuando mencionó que se proponía impulsar un política "para garantizar el derecho a la tierra de todos los argentinos". Volvió a mencionar que está más preocupado por los trabajadores que por los empresarios, de los que dijo: "Deben saber que hay otra Argentina, de gente que no tiene propiedades, que anda mendigando, tomando tierra, que no tienen plata ni siquiera para tomar un colectivo". Señaló que su convocatoria es "principalmente para los trabajadores y para los jóvenes" a los que les prometió "un futuro gobierno de pleno empleo y educación". Sobre el acto que el duhaldismo tiene programado realizar el 17 de octubre en Plaza de Mayo, Duhalde aseguró que a diferencia de lo que se dice (que lanzara su candidatura en las narices del menemismo), "será un acto que no tomará como contrincantes a nuestros compañeros internos, sino a nuestros verdaderos adversarios". En la Rosada no piensan lo mismo.
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