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JUAN GELMAN SE REUNIO CON EL JUEZ ADOLFO BAGNASCO

Tras la historia de su nieto

El escritor se presentó ayer como querellante en la causa que investiga la apropiación de menores durante la dictadura. Quiere saber el destino de su nuera y el bebé que habría nacido en cautiverio.

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Juan Gelman, ayer, a la salida de los tribunales porteños luego de presentarse como querellante

 

t.gif (67 bytes)  "Fue un encuentro cordial. Gelman está esperanzado en el trámite de esta causa. Va a presentar pruebas y su testimonio sería útil por tratarse de un caso más de búsqueda", dijo ayer el juez federal Adolfo Bagnasco, después de la entrevista que mantuvo con el poeta Juan Gelman. Gelman vino a Buenos Aires para presentarse ante Bagnasco como querellante en la causa que investiga la apropiación de menores durante la última dictadura militar como un plan organizado. Quiere saber el destino de su nuera, que fue secuestrada el 24 de agosto de 1976, embarazada de siete meses, y de su nieto o nieta, de quien se presume que nació y que por estos días cumpliría 22 años. Su hijo también fue secuestrado, pero sus restos aparecieron trece años después. "Lo primero que haría si logro encontrar a mi nieto o nieta sería contarle su historia y escuchar la suya", contó ayer Gelman, también conforme con el encuentro.

Marcelo Gelman, el hijo del escritor, fue secuestrado el 24 de agosto de 1976, a los veinte años. Sus restos fueron encontrados a fines de 1989. Pero su esposa, María Claudia Yruretagoyena --que en ese momento tenía 19--, y el bebé continúan desaparecidos. Según explicó el escritor ayer, a la salida de los tribunales federales de Comodoro Py, tanto su hijo Marcelo como su nuera fueron alojados en el centro de exterminio Automotores Orletti y que un ex prisionero de ese centro de detención declaró haber visto a la pareja el 7 de octubre de 1976.

"Esta es la última noticia que hay de ella, pero se sabe que en Orletti había también una lista de espera de parejas estériles, de las Fuerzas Armadas o de amigos, de manera que la presunción de que el bebé fue sustraído a la madre es sólida. Por otra parte, la presunción de vida del bebé también es fuerte", dijo Gelman a este diario el lunes. También explicó que esa presunción de vida proviene de que mientras él estaba exiliado en Roma, la Secretaría de Estado del Vaticano le informó que por una comunicación del entonces secretario de la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires se sabía que había nacido un bebé en cautiverio. "Como el mensaje venía en inglés, decía 'a child was born', nunca se supo si era un niño o una niña. Pero todos estos elementos hacen pensar que efectivamente hubo un parto en término, que nació un bebé y que fue sustraído", contó.

Ayer, Gelman señaló que son "hipótesis" las que señalan que el bebé fue llevado a Uruguay o a Campo de Mayo y no hizo especulaciones sobre el tema, aunque recordó la existencia del "Plan Cóndor", a través del cual los militares argentinos habrían intercambiado "información y detenidos" con los mandos de otras dictaduras militares. El escritor dijo ayer que quedó "muy conforme" por la reunión que mantuvo con Bagnasco, y dijo que el juez "se comprometió a investigar" el caso y a efectuar las citaciones necesarias. Más tarde, ante la pregunta de los periodistas, confesó haber sentido alegría con la detención de Jorge Rafael Videla, el nueve de junio pasado, acusado como autor mediato del secuestro de bebés.

La causa que instruye el juez federal Adolfo Bagnasco por el delito de apropiación de menores fue abierta a partir de las denuncias de las Abuelas de Plaza de Mayo. Podrían ir a la cárcel el ex dictador Jorge Rafael Videla y la cadena de mandos implicada en estos hechos. Intervienen la secretaria del juzgado, Adriana Scoccia, y el fiscal Eduardo Freiler. El magistrado ya tomó declaración a varios profesionales de la salud que reconocieron que en el sector Epidemiología del Hospital Militar de Campo de Mayo se atendieron a varias parturientas.

Con la investigación se busca comprobar que, tal como sostienen los abogados de la acusación, "el secuestro de embarazadas consideradas subversivas era una práctica sistemática que se desarrolló en los centros clandestinos de detención, ningún nacimiento podía ser inscripto y ninguna secuestrada que diera a luz en cautiverio podía sobrevivir ya que ella era la prueba viva de la existencia e identidad de su hijo". Uno de los niños o niñas cuyo destino se desconoce es el de María Claudia García Yruretagoyena de Gelman, nuera del poeta.

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