Por Cecilia Sosa
"Tiene un 3." La frase sella un destino lapidario y un escalofrío cruza la
espalda de los profesores de Letras de la UBA. Es que, de aprobarse un proyecto presentado
por los consejeros estudiantiles de la carrera, los roles tradicionales se habrán
invertido y los alumnos serán los examinadores. En la práctica, la iniciativa propone
una encuesta para relevar, a lo largo de más de treinta ítem, las opiniones de los
estudiantes sobre las materias cursadas, el nivel de la educación y la preparación
académica de los docentes. El objetivo es mejorar la calidad de la enseñanza mediante
una participación más activa de los estudiantes. Pero después de la nube de
resistencias que levantó entre numerosos profesores y graduados, el sueño del
alumno-evaluador tendrá que esperar a una nueva reunión de la junta de la carrera
(postergada hasta dentro de veinte días) para alcanzar el veredicto final.
"Queremos que las opiniones y sugerencias de los estudiantes sobre
las cursadas y la calidad de la enseñanza sean sistematizadas y cuantificadas", reza
el proyecto que aterrizó en la carrera de Letras y causó revuelo en la calle Puán al
400. El origen del alboroto es una planilla que los alumnos responderían al final
de cada cuatrimestre y cuyos resultados se harían públicos durante las fechas de
inscripción (para orientar a los indecisos entre una u otra cátedra) y se incorporarían
a los antecedentes de los docentes. El contenido del programa de cada materia, la
calidad de la bibliografía y la preparación académica del titular y los ayudantes, así
como las formas de evaluación, son algunos de los puntos sobre los que los alumnos
podrían expedirse repartiendo entre uno y seis puntos. La iniciativa surgió de los
consejeros estudiantiles de Mariátegui, una agrupación minoritaria que fue acompañada
por Lanzallamas, la lista mayoritaria de la carrera. La ola alcanzó también a la carrera
de Historia, donde una agrupación independiente recuperó un proyecto dormido. "Este
sistema de evaluación sería una herramienta excelente para reformar el plan de estudios,
muchas veces enciclopedista y anacrónico", justificó Pablo Palomino, de Historia. A
pesar de que una evaluación similar se aplica hace años en la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales (ver aparte), los profesores y graduados de Letras no son muy
proclives a aceptarla. En la reunión de junta de ayer, si bien se mostraron favorables al
proyecto, los graduados presentaron tres restricciones: que sea una comisión con dos
representantes por claustro la que regule el uso de la encuesta; que el objetivo sea
recoger opiniones y no un mecanismo punitorio, y --el punto más discutido por los
estudiantes-- que la encuesta no sea anónima, como estaba estipulado en la propuesta
original, y que los resultados se publiciten dos años después. "Así, el espíritu
punitivo se volcaría sobre los estudiantes. Además, nos interesa que cada cuatrimestre
se pueda acceder a la información", cuestionó un consejero estudiantil presente en
la sesión.
Una asamblea del claustro de profesores ya había anticipado sus
propias salvedades al proyecto. "Al principio, ponían restricciones semánticas,
decían que estaba mal redactado y cambiaban las comas de lugar. Ahora que lo mejoramos,
dicen que sólo se aplicaría si se instrumenta en toda la UBA", protestó Esteban
Chiaradía. No obstante, las razones de fondo, según los estudiantes y algunos docentes,
van más allá de un aspecto formal. "Los que se oponen son los que ocupan el
escalafón docente más alto", reclamó un docente que prefirió no decir su nombre.
"Los que más temen a la opinión de los estudiantes son los titulares de las
cátedras de las literaturas --coincidió Diego Picotto, de 22 años, uno de los
redactores del proyecto--. Sus cátedras funcionan como feudos y tienen el peor nivel
académico."
"Los profesores salieron muy inquietos de la reunión de junta y
muchos temían la agresividad de los estudiantes. Pero, la verdad, no fue tan grave",
confesó Regula Rohlande, titular de Literatura Alemana. Sin embargo, varios profesores y
las autoridades del Departamento de Letras se negaron a opinar. Roberto Bein, adjunto de
Lingüística Interdisciplinaria, comentó: "La encuesta repite otras evaluaciones
hechas desde el Ministerio de Educación. Los docentes estamos cansados de sentir la
presión por las categorizaciones y los informes de actividad", cuestionó. "No
somos policías, sólo nos parece lógico que se sepa si hay una materia con la que el 90
por ciento de los estudiantes está disconforme", se defendió Tomás Balton, de 22
años. "Además, sería un instrumento surgido del propio órgano democrático de la
junta y no impuesto desde afuera", arguyó Alejandra Prilutzky. Si bien todavía no
hay una decisión final, la posibilidad de que los resultados de las encuestas se
incorporen en los legajos docentes ya fue descartada por los mismos alumnos. Ayer, la
discusión pasó a cuarto intermedio. Y continuará dentro de veinte días.
Diez años de exactitud
En la Facultad de
Ciencias Exactas (UBA) los alumnos evalúan a sus profesores desde hace diez años. La
iniciativa surgió de un grupo de estudiantes de Computación y el consejo directivo
aprobó el uso de una encuesta diseñada por una comisión de alumnos, docentes y
graduados. Pero sólo a partir del '97 los datos empezaron a ser procesados y difundidos.
La encuesta discrimina entre aspectos referidos a los contenidos de la materia (la
profundidad con que se tratan los temas, la pertinencia de la bibliografía, la
coordinación existente entre teóricos y prácticos); el tipo de parcial y la forma de
corregir; y, por último, se evalúa la claridad expositiva, el trato personal y la
preparación de los temas por parte de los docentes. Los resultados se publican en una
cartelera y están disponibles para la consulta. Incluso, en la carrera de Biología, son
contemplados en los concursos docentes. "Al principio hubo resistencias de parte de
los docentes --explicó Nair Repollo, coordinadora del área de Bienestar Estudiantil--.
Ahora muchos se sorprenden y vienen a corroborar los resultados a la secretaría; a otros
les pasa inadvertido; y otros las utilizan para modificar las clases de acuerdo con las
observaciones de los alumnos".
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Para el tiempo libre (si queda) |
Reforma. La Universidad de Mar del
Plata invita al debate sobre "El derecho a la educación desde la prisma de la
Reforma Constitucional de 1994". El viernes, a las 18.30, en Hipólito Yrigoyen 1541
(Mar del Plata). Arquitectura. Hoy, a las 19, la Facultad de Arquitectura de la
Universidad de Palermo invita a la conferencia "Responsabilidad profesional".
Informes: Mario Bravo 1042/50, Piso 4º, Tel. 963-1179/80.
Brasileños. Hoy y el jueves, a las 19, el Instituto de Estudios
Brasileños (de la Universidad de General San Martín) dictará un curso sobre Sistema
Financiero Brasileño. En Paraná 145, Piso 4º; Tel. 374-6082/8389.
Ciudad. Hoy, a las 14.30, se dictará una conferencia sobre
"La ciudad: la cuestión de la fragmentación social y espacial", en el
Instituto Gino Germani de la Facultad de Sociales (UBA), Uriburu 950, Piso 6º.
Techint. Hoy, a las 17, autoridades de Organización Techint
informarán a alumnos y egresados sobre los programas de Pasantías y Búsqueda de
Jóvenes Profesionales. La cita es en la Facultad de Ingeniería (UBA), Paseo Colón 850.
Israel. Mañana, a las 19.30, la Facultad de Derecho (UBA)
organiza la conferencia "La Educación Superior en Israel hacia el año 2000",
en Figueroa Alcorta 2263. Informes: Tel. 803-5031/39, int. 273.
Educación. Mañana, a las 18.30, Emilio Tenti Fanfani, de
Unicef Argentina, dictará la conferencia "Desafíos de la educación hoy", en
la Universidad de General Sarmiento, Julio Roca 850 (San Miguel).
Fausto. Juan Carlos Montero disertará sobre "La ópera
francesa y su visión de Fausto". Mañana, a las 19, en la Universidad CAECE, Av. de
Mayo 1400.
Japón. La Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del
Salvador invita al ciclo de conferencias "Argentina y Japón hacia el siglo
XXI", los días 8, 9, 10, 15 y 16 de setiembre, a las 19, en Callao 853.
Manifiesto. Del 9 al 11 del actual se hará el seminario "Sesquicentenario
del manifiesto comunista. El socialismo: presente y futuro". A las 18.30, en la
Facultad de Ciencias Sociales (UBA), Uriburu 950, Piso 1º. |
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