Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Cómo se hace para "desaparecer" cinco mil fusiles argentinos

En 1994, se borró el escudo y los números de 5000 FAL en Rosario. Lo que no se hizo fue ponerles uno nuevo, como se estila en las exportaciones. Es el mismo número que apareció en Ecuador en 1995.

na02fo01.jpg (10299 bytes)

La Fábrica Militar de Armas Portátiles Domingo Matheu, que hace cinco años era propiedad del Estado

Por Guillermo Lanfranco
Desde Rosario


t.gif (67 bytes)  Con prolijidad de burócratas, los encargados de preparar las armas que fueron a parar a Ecuador en medio de su conflicto limítrofe con Perú --cuando Argentina era garante de la paz entre ambos países desde 1942--, habrían dejado asentada en el papel una etapa clave del procedimiento: borrarle el escudo identificatorio nacional a los 5000 fusiles FAL luego vendidos al ejército ecuatoriano. Página/12 tuvo acceso al "volante de dirección N° 72/94" de la ex Fábrica Militar de Armas Portátiles "Domingo Matheu" --ubicada en Ovidio Lagos 5250 de Rosario-- donde el 4 de octubre de 1994 el entonces responsable de la planta, teniente coronel Raúl Andrés Ara, ordenaba la "modificación de 5000 FALs (borrado de leyendas y posterior grabado según indicaciones)". El borrado se efectuó --según ratificó uno de los operarios encargado de la tarea--, pero no hay datos respecto a que se le haya grabado una leyenda nueva, como sucedía normalmente. Para cerrar el círculo, 5000 fueron los fusiles de ese modelo que en febrero del `95 volaron a Guayaquil, abriendo una de los etapas más escandalosas de la historia argentina reciente.

En 1994, la fábrica Matheu era todavía parte del complejo industrial militar en manos del Estado nacional, con una dotación de 340 empleados. Especializada en la producción de armamento portátiles, frecuentemente recibía fusiles, pistolas y ametralladoras para su repotenciación. Es decir, cambiar todas las piezas que sufren desgaste por el uso (émbolo, percutor, pernos, resortes, culata, etc.), repintarlos, someterlos a pruebas de tiro y, finalmente, ponerlos otra vez en circulación. Meses antes del volante de dirección donde se mencionan los 5000 FAL, el Ejército le solicita a Fabricaciones Militares la repotenciación de 15 mil fusiles de ese tipo. Una vez finalizada la tarea en la Matheu, las armas son depositadas en el Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán, 15 kilómetros al norte de Rosario.

Al tiempo, desde la Matheu se solicita el reenvío de 5000 de esas armas, sin que los empleados de entonces entendieran las razones: la planta contaba con stock en depósitos (alrededor de 2000 FAL) como para atender eventuales pedidos de compra, por lo que no parecía necesario recurrir al Batallón de Arsenales, más cuando se trataba de armas ya reparadas.

El volante de dirección sale a la luz, cuatro años más tarde, para dar la respuesta. El punto uno del documento firmado por el teniente coronel Raúl Andrés Ara establece que "se procederá a la modificación de 5000 FALs (borrado de leyendas y posterior grabado según indicaciones)"; en el punto dos deja en claro que hay que apurarse: "todo el operativo, desde el retiro de las armas hasta su entrega, no debe superar los 15 días corridos a partir de recibido el primer lote de 1000 unidades"; en el tres que "deben tomarse los recaudos necesarios para que este trabajo perjudique lo menos posible la producción de línea" y el cuarto y último, que "se emitirá la Orden de Trabajo correspondiente".

Las fuentes consultadas por este diario confirmaron que efectivamente se procedió al borrado de los escudos que identificaban a los fusiles ametralladoras livianos como pertenecientes al Ejército Argentino. Esto se hizo mediante un procedimiento de fresado que elimina cualquier marca en el cajón --cuerpo principal-- del mecanismo del fusil. Luego se los repintó de negro, se los envió al polígono para las pruebas de tiro y volvieron al depósito de la fábrica. No hay constancia de que se haya efectuado el "posterior grabado según indicaciones" que detalla la orden firmada por Ara y tampoco de la existencia de la emisión de "la Orden de Trabajo correspondiente".

En los año `95, a medida que avanzan las revelaciones alrededor de la venta de armas a Ecuador, los trabajadores de la fábrica Matheu comienzan a atar cabos sobre hechos que, en su momento, no habían llamado su atención. "Ara nos decía que la fábrica no vendía armamentos porque era obsoleta y nadie quería comprar", reveló a Rosario/12 un ex trabajador de la misma. Con esa excusa, los obreros cobraban sus sueldos en cómodas cuotas, a razón de cien pesos por quincena. Pero los vigiladores del portón de la planta ubicada en el sur de Rosario se sorprendieron por los argumentos del director. "Nos decían que habían visto salir, siempre a la madrugada, containers que no podían llevar otra cosa que armas", indicó el ex obrero. Mientras, la dirección de la Matheu insistía en que Fabricaciones Militares no había concretado ninguna venta. En el `96, otro elemento se agregó para confirmar la sospechas de los empleados preocupados porque no sabían dónde había ido a parar el armamento que pasó por sus manos: Fabricaciones Militares había publicado un aviso en un diario de Rosario anunciando la venta de armas almacenadas en la Matheu. En el listado de mercadería disponible no figuraban ni rastros de los 5000 fusiles repotenciados y con el escudo borrado. "Esas armas jamás volvieron a estamparse con otra inscripción --insistió la fuente--, sólo es cuestión de revisar los libros con los registros de ingreso y salida de materiales a la planta, que están en poder de los funcionarios liquidadores del patrimonio residual de la Matheu."

na02fo02.jpg (11844 bytes)

El volante de dirección firmado por el teniente coronel Ara

 


Un documento reservado

Por G.L.
Desde Rosario

t.gif (862 bytes) Otros detalles agregan elementos como para concluir que el volante de dirección N° 072/94 no era uno más entre toda la papelería de la fábrica Matheu. Normalmente, esos volantes aparecían pegados en los sectores a los que iban dirigidas las órdenes. En este caso, la subdirección, la gerencia de ingeniería, la de comercialización y la de planeamiento y control. "La mayoría de los volantes eran de difusión libre, cuanto mucho podía haber 4 o 5 restringidos por año". Entre estos últimos se incluyó el N° 072/94, que permaneció archivado hasta ahora en un sector dedicado a documentos "reservados" en las oficinas de la ex fábrica militar rosarina.

"Borrar el escudo de los fusiles y regrabarlos con otro no era una operación muy común --indicó la fuente consultada por este diario--, pero tampoco era rara. Cuando había que atender una orden de compra con urgencia, se borraba la inscripción argentina y se estampaba la del país comprador, no era ningún secreto." ¿Qué razón había entonces para mantener en reserva el volante N° 072/94?



PRINCIPAL