Por M. M desde Washington
Roque Fernández
anunciará mañana el paquete de financiamiento internacional que solicitó la Argentina
para enfrentar la crisis. Según pudo saber este diario, Roque también pedirá ayuda
financiera bilateral a España, Italia y Japón, en un hecho sin precedentes cercanos (ver
aparte). Ayer a las 19, distendido, antes de ingresar a una cena en el BID, mantuvo el
siguiente diálogo con Página/12.
¿Hay margen para seguir con el ajuste fiscal?
No estamos pensando en ningún nuevo ajuste. Creemos que lo que ya hicimos, los mil
millones, es bastante duro. Y no hay margen sobre este Presupuesto ya recortado de hacer
algún ajuste adicional. Lo que estamos tratando de conseguir es financiamiento para no
tener que salir al mercado, donde hay un castigo muy grande por las tasas que se pagan: 8
o 9 puntos más que lo que paga el Tesoro norteamericano no es razonable.
¿El paquete para cubrir la necesidad de financiamiento del Gobierno hasta el primer
trimestre del año próximo está asegurado?
Seguro que sí. Estamos viendo si podemos ir un poco más lejos.
¿Habrá recesión en el 99, como pronostican muchos consultores?
No me parece. Todavía tenemos la posibilidad de que la crisis se aleje de
Latinoamérica. El que Brasil termine hoy con un período de elección presidencial ayuda
a reducir la incertidumbre. Es muy probable que no tengamos que entrar en recesión. Tal
vez haya, por un período corto, un menor crecimiento.
¿Qué le recomendaría a la gente?
Que continúe con su estilo de consumo normal, porque si no estaría agravando la
situación. Si se contrae la demanda, sin ninguna razón aparente, porque gran parte de la
gente no va a tener problemas, caerá la actividad. Si no ocurriera nada raro, sólo
debería haber algún impacto negativo en las ventas de bienes durables, que sufren el
problema de la financiación con una tasa de interés más alta.
Es decir que no le recomendó a su esposa que gastara menos...
(Risas.) No, de ninguna manera, hay que consumir igual que siempre porque esta
crisis es transitoria.
¿Cuál es la medida que más le importa implementar el año próximo?
La rebaja de aportes patronales. Ese es el leit motiv de la reforma impositiva. Y,
si podemos, intentaremos adelantarla para antes de fin de año. Es la única manera de
bajar la desocupación.
¿Es una decisión apurada por la crisis?
Sí. Al tener una tasa de crecimiento menor de lo que habíamos proyectado, se van a
crear menos puestos de trabajo. Por eso necesitamos hacerlo.
¿En qué contribuye el viaje de Menem, si es que contribuye en algo?
El viaje más que ayudar a la Argentina ayuda a la región. Muchas veces los
inversores no se imaginan, a no ser que hayan visitado el país, cómo es realmente la
situación en la Argentina. Escucharlo a Menem va a ayudar para aclarar dudas y hacer más
realista la presentación de las cosas. Si no los inversores sólo escuchan informes
técnicos.
¿Qué piensa que va a ocurrir con Brasil?
Que va a seguir con su política cambiaria, y eso es lo mejor para nosotros.
| Las claves del ministro *
Roque Fernández se reunirá en privado con el ministro de Economía de España, Rodrigo
Rato, y sus pares de Italia y Japón para pedirles ayuda financiera bilateral para
enfrentar la crisis.
* No estamos pensando en ningún nuevo ajuste. Creemos que lo que hicimos ya fue
bastante duro, le dijo a este diario.
* No habrá recesión. Sólo un período corto de menor crecimiento.
* Le recomiendo a la gente que siga gastando. No tiene sentido consumir menos por
una crisis transitoria.
* Vamos a apurar la rebaja de aportes patronales, porque habrá menor creación de
empleo.
* Brasil no va a devaluar. Es lo que a nosotros nos conviene. |
REUNION DEL GRUPO DE LOS 7 SIN GRAN RESULTADO
Retórica solidaria de las potencias
El grupo
de los siete países más industrializados (G-7) propuso ayer en Washington una estrategia
para hacer frente a las turbulencias financieras globales, sugiriendo la posibilidad de
activar un mecanismo especial del FMI para ayudar a países afectados por la crisis. El
G-7 deliberó sobre la oportunidad de usar el Acuerdo General de Préstamos (AGP) del
Fondo si las circunstancias lo ameritan, para ayudar a las economías
emergentes que aplicaron políticas sanas para capear las dificultades. Esto
incluye a gran parte de las latinoamericanas, y por supuesto a la argentina. Pero por
ahora la buena voluntad no pasó de un ejercicio retórico.
Al término de una reunión sostenida en Washington, los ministros de Finanzas y
presidentes de bancos centrales de Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Gran
Bretaña, Italia y Canadá anunciaron también que apoyarían el desarrollo de un nuevo
servicio de urgencia del Banco Mundial, cuyo foco sería apoyar a los grupos vulnerables
de la sociedad y la reestructuración del sector financiero.
En un comunicado, emitido en vísperas de la reunión bianual de la máxima instancia
política del FMI, el G-7 reconoció la gravedad de la crisis financiera global y la
responsabilidad central de los países industriales para hacerle frente. En ese sentido,
el G-7 señaló que Estados Unidos, Canadá y Europa deben defender las condiciones para
continuar el crecimiento, y esta última región debe implantar además reformas
estructurales urgentes, y reducir el desempleo.
Los ministros saludaron los impresionantes esfuerzos hechos por un número de
países en desarrollo para fortalecer sus políticas ante las presiones de la crisis, y
reafirmaron su disposición de apoyarlos, incluyendo si es necesario un aumento de
la ayuda financiera a través de los bancos multilaterales de desarrollo. Que
resulta necesario es bastante obvio. En realidad, parece una admisión algo tardía.
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