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SIEMPRE, LA MANO IZQUIERDA

Por Ariel Garbarz

t.gif (67 bytes) Mientras la Justicia busca determinar la causa de muerte de Marcelo Cattáneo y el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, intenta distanciarse de cualquier vínculo con el contrato entre IBM y el Banco Nación, en los medios informáticos se ha reavivado la historia de Consad, la consultora que perteneció a Marcelo Cattáneo y sobre todo a su hermano Juan Carlos, colaborador estrecho de Kohan en el Gobierno en varias oportunidades.

Juan Carlos y Marcelo Cattáneo participaron a través de Consad --como proveedores, consultores o subcontratistas de IBM--, en gran parte de los contratos informáticos de la Big Blue con los gobiernos de la Nación y los de varias provincias. Muchos de esos contratos, firmados desde 1989, son investigados actualmente por la Justicia tras denuncias por presuntos sobreprecios y coimas.

Los más escandalosos y de mayor monto han sido los de IBM-Banco Nación por 250 millones de pesos e IBM-DGI por 425 millones. Las denuncias judiciales estiman las coimas en un 15 por ciento y los sobreprecios en el orden del 50 por ciento. La coima permite el sobreprecio. El sobreprecio disimula la coima.

También aparece Consad asociada con IBM en contratos directos sin licitación para informatizaciones de organismos públicos del interior del país, como las 49 sucursales del Banco Provincia de Santa Fe por 28,7 millones de pesos, la de las sucursales del Banco de la Provincia de Chubut, o las más reincidentes del gobierno de Mendoza en tiempos de José Octavio Bordón. Todas fueron denunciadas penalmente ante los tribunales con distintas causas en trámite.

Un calificado y confiable ex técnico de Consad asegura que Juan Carlos Cattáneo cumplió en estos negocios una doble función. Por un lado representaba en forma directa y personal los intereses del Gobierno, participando de las reuniones y tratativas previas con los funcionarios de los organismos públicos contratantes. Por otro, junto con Marcelo proponía qué parte de los contratos sería provista por Consad. Figuraban "licencias propietarias, mesas de ayuda para software, mantenimiento de aplicativos y capacitación a usuarios". Se trata de rubros con un valor tremendamente variable que puede oscilar desde 1000 hasta 100 millones de pesos. Son complejos de auditar, y también es difícil comprobar si hubo contraprestaciones reales.

En el medio informático es vox populi que Cattáneo cubrió las dos funciones antes, durante y después de su paso por la Casa Rosada como asesor de Alberto Kohan en la Secretaría General de la Presidencia, en otra etapa subsecretario de Acción de Gobierno y, siempre, su mano izquierda.


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