Por Cecilia Bembibre
Umberto Eco entró
ayer al aula 201 de la Facultad de Ciencias Sociales para mantener un diálogo con
estudiantes y docentes universitarios. Lo recibió una ovación de 600 asistentes, muchos
de ellos de pie. Si las anteriores exposiciones públicas del teórico de comunicación
más conocido del mundo habían despertado curiosidad e interés a nivel masivo, el
encuentro de ayer fue pura complicidad. El semiótico italiano compartió con sus lectores
una charla sin debate, casi una clase magistral con profesor de lujo y muy buen humor.
Llegó a la universidad invitado por el decano de Sociales, Fortunato Mallimaci, el
Instituto de Cultura Italiana, y el Foro Sociales.
En los últimos años no me he ocupado de las comunicaciones de masas; ahora se
ocupan de investigar el tema mis alumnos, que son mucho mejores que yo, creo,
comenzó diciendo el gurú mediático. Aunque sigue siendo profesor de semiótica de la
Universidad de Bolonia, Eco confesó su más reciente obsesión: la filosofía. Y reveló
entusiasmado algunas claves de su último libro, Kant y el ornitorrinco. El título,
explicó, alude a un animal que el hombre lleva 80 añós tratando de describir. Se
dijo que no tiene orejas, que es ave, que es mamífero, que el macho no tiene
testículos... Sin embargo, nadie dijo nunca que el ornitorrinco tenía alas. Y en ese
punto es donde empiezo a trabajar el problema de la verdad. No se privó, claro, de
la ironía que suele exhibir cada vez que habla de su obra. La ventaja es que Kant
nunca vio uno, comentó.
El estudio crítico de la comunicación de masas se convirtió pronto en el tema que
monopolizó el interés del público. Pero el semiótico no fue tan complaciente como
muchos de sus discípulos esperaban. Con una frase, esquivó la tentación de repetir los
mismos textos que todos habían leído en uno u otro momento de la
carrera.Apocalípticos e integrados es un libro viejo, está para tirarlo,
desafió, dando por tierra con su estudio clásico sobre la cultura de masas. Se quedó
esperando a ver qué pasaba. No hubo repregunta: el profesor Eco continuó con la clase.
¿Si varió mi posición desde hace tres décadas, cuando me situé en un nivel
intermedio entre apocalípticos e integrados? La respuesta sería sí, y no. Hoy no hay ya
apocalípticos ni integrados, pero la posición intermedia sigue existiendo. Hay casos
curiosos de intelectuales que rechazaban toda tecnología de comunicación y hoy adhieren
a la virtual reality. Pero, más allá de esto, creo que los fenómenos de hoy
no pueden analizarse con esas categorías, son sumamente complejos.
Entre pregunta y pregunta, Eco mencionó a dos paradigmas de la cultura nacional. Dijo que
considera a Borges, junto con Joyce, los dos autores fundamentales del siglo. A
Borges lo descubrí rápido, porque en Italia hubo una edición temprana de sus
obras. Aludió también a su afición por la historieta de Quino (el teórico
escribió la introducción a la edición italiana). Hay que leerla para conocer la
Argentina, aseguró.
Defensor de la red de redes, Eco la señaló como una opción interesante para reflejar el
multiculturalismo, en oposición a los medios masivos. En los medios predomina el
modelo unicultural, global, y hay una fuerte lucha para afianzar estos modelos. Internet,
por el contrario a lo que se prevé, puede trabajar para la multiculturalidad. El inglés
ya no es el único idioma de los sitios; el acceso a tanta información tiende a generar
curiosidades, explicó. Y apostó a la supervivencia de la palabra escrita: El
libro es como la ropa interior. Por más que inventemos una nueva, esta ahí, y no puede
ser distinto. Sigue siendo el sistema más cómodo para transportar información, sin
necesidad de corriente eléctrica. Por ahora, yo sigo escribiendo libros. Ya veremos
quién vence.
| Sexo, fútbol, psicopatías Quisiera
preguntarle al profesor Eco, ¿qué quiso decir cuando escribió que los varones nos
masturbábamos en la cancha y que cada gol era como un orgasmo?. La preocupación
del comunicólogo llegó desde el anonimato de la pregunta escrita. Eco sonrió,
relamiéndose: Bueno, el fútbol es una actividad voyeurista.Una cosa es hacer el
amor y otra mirar a quienes lo están haciendo. Hacer deporte debería implicar correr,
andar en bicicleta, jugar a la pelota... en los últimos tiempos, nos dedicamos a ver a
gente correr, andar en bicicleta y jugando al fútbol. La conclusión dejó alerta a
varios futboleros presentes: En mi opinión, este fenómeno corresponde al estudio
de las psicopatías sexuales. |
SE LARGO BUENOS AIRES A LIBRO
ABIERTO
Los libros salieron a pasear
Por V. A.
Desde hoy, y hasta el 8
de noviembre, alrededor de doscientos libreros coparán las veredas de Buenos Aires, por
segundo año consecutivo, para vender ejemplares y conversar de literatura con los
transeúntes. El traslado de libros desde las góndolas de los locales a los puestos
callejeros no es el resultado del clima primaveral que a esta altura del año empieza a
hacerse sentir ni un rapto de locura colectiva. En realidad, la movilización responde a
un proyecto multisectorial destinado a la promoción y el estímulo del hábito de la
lectura. Anoche comenzaron las actividades que compondrán la iniciativa Buenos Aires a
Libro Abierto 2, organizada por la Dirección General de Bibliotecas junto a la Cámara
Argentina del Libro y la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines. Todas las
propuestas de promoción del libro son abiertas y gratuitas, y forman parte del
organigrama anual de la gestión cultural porteña.
Durante los mismos días en que los libreros de las avenidas Corrientes, Santa Fe,
Lavalle, Cabildo y Florida venderán sus libros al aire libre, en las veintiún
bibliotecas dependientes del gobierno porteño se realizarán charlas, mesas redondas,
encuentros con escritores, recitales de poesía, lecturas de cuentos infantiles y
maratones de lectura. Paralelamente realizarán una serie de actividades que no se
circunscriben a lo literario y abarcan disciplinas como la pintura, la escultura, el
dibujo, la plástica, el teatro y el cine.
La inauguración fornal de Buenos Aires...2 se concretó anoche en la Biblioteca Miguel
Cané, de Boedo. En ese establecimiento, en el que Jorge Luis Borges trabajó durante un
tiempo en su juventud, se dispuso una pantalla mural sobre la que se proyectaron imágenes
y fotografías relacionadas con episodios de la vida del escritor. Entre las
personalidades de la cultura y el espectáculo que ya comprometieron su participación de
las jornadas de promoción de la lectura se cuentan Eduardo Gudiño Kieffer, Nicolás
Casullo, Ana Padovani, Tomás Abraham, Federico Andahazi, Federico Jeanmarie, Noé Jitrik,
Liliana Heker, Graciela Cabal, Ingrid Pellicori, Horacio Peña, y Mario Margulis, entre
muchos otros.
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