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“Mis alumnos son mucho mejores que yo, creo”

El semiólogo Umberto Eco concluyó su serie de actividades argentinas contestando preguntas de los alumnos de Ciencias Sociales de la UBA.

El italiano dio clase sobre cómo dar clases, ayer por la mañana.
Provocó a los alumnos, que lo respetaron en demasía, tal vez.

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Por Cecilia Bembibre

t.gif (67 bytes) Umberto Eco entró ayer al aula 201 de la Facultad de Ciencias Sociales para mantener un diálogo con estudiantes y docentes universitarios. Lo recibió una ovación de 600 asistentes, muchos de ellos de pie. Si las anteriores exposiciones públicas del teórico de comunicación más conocido del mundo habían despertado curiosidad e interés a nivel masivo, el encuentro de ayer fue pura complicidad. El semiótico italiano compartió con sus lectores una charla sin debate, casi una clase magistral con profesor de lujo y muy buen humor. Llegó a la universidad invitado por el decano de Sociales, Fortunato Mallimaci, el Instituto de Cultura Italiana, y el Foro Sociales.
“En los últimos años no me he ocupado de las comunicaciones de masas; ahora se ocupan de investigar el tema mis alumnos, que son mucho mejores que yo, creo”, comenzó diciendo el gurú mediático. Aunque sigue siendo profesor de semiótica de la Universidad de Bolonia, Eco confesó su más reciente obsesión: la filosofía. Y reveló entusiasmado algunas claves de su último libro, Kant y el ornitorrinco. El título, explicó, alude a “un animal que el hombre lleva 80 añós tratando de describir. Se dijo que no tiene orejas, que es ave, que es mamífero, que el macho no tiene testículos... Sin embargo, nadie dijo nunca que el ornitorrinco tenía alas. Y en ese punto es donde empiezo a trabajar el problema de la verdad”. No se privó, claro, de la ironía que suele exhibir cada vez que habla de su obra. “La ventaja es que Kant nunca vio uno”, comentó.
El estudio crítico de la comunicación de masas se convirtió pronto en el tema que monopolizó el interés del público. Pero el semiótico no fue tan complaciente como muchos de sus discípulos esperaban. Con una frase, esquivó la tentación de repetir los mismos textos que todos habían leído en uno u otro momento de la carrera.“Apocalípticos e integrados es un libro viejo, está para tirarlo”, desafió, dando por tierra con su estudio clásico sobre la cultura de masas. Se quedó esperando a ver qué pasaba. No hubo repregunta: el profesor Eco continuó con la clase. “¿Si varió mi posición desde hace tres décadas, cuando me situé en un nivel intermedio entre apocalípticos e integrados? La respuesta sería sí, y no. Hoy no hay ya apocalípticos ni integrados, pero la posición intermedia sigue existiendo. Hay casos curiosos de intelectuales que rechazaban toda tecnología de comunicación y hoy adhieren a la ‘virtual reality’. Pero, más allá de esto, creo que los fenómenos de hoy no pueden analizarse con esas categorías, son sumamente complejos”.
Entre pregunta y pregunta, Eco mencionó a dos paradigmas de la cultura nacional. Dijo que considera a Borges, junto con Joyce, “los dos autores fundamentales del siglo. A Borges lo descubrí rápido, porque en Italia hubo una edición temprana de sus obras”. Aludió también a su afición por la historieta de Quino (el teórico escribió la introducción a la edición italiana). “Hay que leerla para conocer la Argentina”, aseguró.
Defensor de la red de redes, Eco la señaló como una opción interesante para reflejar el multiculturalismo, en oposición a los medios masivos. “En los medios predomina el modelo unicultural, global, y hay una fuerte lucha para afianzar estos modelos. Internet, por el contrario a lo que se prevé, puede trabajar para la multiculturalidad. El inglés ya no es el único idioma de los sitios; el acceso a tanta información tiende a generar curiosidades”, explicó. Y apostó a la supervivencia de la palabra escrita: “El libro es como la ropa interior. Por más que inventemos una nueva, esta ahí, y no puede ser distinto. Sigue siendo el sistema más cómodo para transportar información, sin necesidad de corriente eléctrica. Por ahora, yo sigo escribiendo libros. Ya veremos quién vence”.

 

Sexo, fútbol, psicopatías

“Quisiera preguntarle al profesor Eco, ¿qué quiso decir cuando escribió que los varones nos masturbábamos en la cancha y que cada gol era como un orgasmo?”. La preocupación del comunicólogo llegó desde el anonimato de la pregunta escrita. Eco sonrió, relamiéndose: “Bueno, el fútbol es una actividad voyeurista.Una cosa es hacer el amor y otra mirar a quienes lo están haciendo. Hacer deporte debería implicar correr, andar en bicicleta, jugar a la pelota... en los últimos tiempos, nos dedicamos a ver a gente correr, andar en bicicleta y jugando al fútbol”. La conclusión dejó alerta a varios futboleros presentes: “En mi opinión, este fenómeno corresponde al estudio de las psicopatías sexuales”.

 


 

SE LARGO “BUENOS AIRES A LIBRO ABIERTO”
Los libros salieron a pasear

Por V. A.

t.gif (862 bytes) Desde hoy, y hasta el 8 de noviembre, alrededor de doscientos libreros coparán las veredas de Buenos Aires, por segundo año consecutivo, para vender ejemplares y conversar de literatura con los transeúntes. El traslado de libros desde las góndolas de los locales a los puestos callejeros no es el resultado del clima primaveral que a esta altura del año empieza a hacerse sentir ni un rapto de locura colectiva. En realidad, la movilización responde a un proyecto multisectorial destinado a la promoción y el estímulo del hábito de la lectura. Anoche comenzaron las actividades que compondrán la iniciativa Buenos Aires a Libro Abierto 2, organizada por la Dirección General de Bibliotecas junto a la Cámara Argentina del Libro y la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines. Todas las propuestas de promoción del libro son abiertas y gratuitas, y forman parte del organigrama anual de la gestión cultural porteña.
Durante los mismos días en que los libreros de las avenidas Corrientes, Santa Fe, Lavalle, Cabildo y Florida venderán sus libros al aire libre, en las veintiún bibliotecas dependientes del gobierno porteño se realizarán charlas, mesas redondas, encuentros con escritores, recitales de poesía, lecturas de cuentos infantiles y maratones de lectura. Paralelamente realizarán una serie de actividades que no se circunscriben a lo literario y abarcan disciplinas como la pintura, la escultura, el dibujo, la plástica, el teatro y el cine.
La inauguración fornal de Buenos Aires...2 se concretó anoche en la Biblioteca Miguel Cané, de Boedo. En ese establecimiento, en el que Jorge Luis Borges trabajó durante un tiempo en su juventud, se dispuso una pantalla mural sobre la que se proyectaron imágenes y fotografías relacionadas con episodios de la vida del escritor. Entre las personalidades de la cultura y el espectáculo que ya comprometieron su participación de las jornadas de promoción de la lectura se cuentan Eduardo Gudiño Kieffer, Nicolás Casullo, Ana Padovani, Tomás Abraham, Federico Andahazi, Federico Jeanmarie, Noé Jitrik, Liliana Heker, Graciela Cabal, Ingrid Pellicori, Horacio Peña, y Mario Margulis, entre muchos otros.

 

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