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DECLARO EN DIPUTADOS PEDRO POU, TITULAR DEL BC
Examen al hombre de amianto

Le dijeron de todo. El ni se inmutó. Defendió   su gestión como si en el sistema no pasara nada. Hasta justificó la fiesta con odaliscas.

Pedro Pou, presidente del Banco Central. Defendió lo indefendible.
“No soy el marido engañado”, señaló por la caída del Mayo.

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Por Pablo Ferreira

t.gif (67 bytes) “Anoche a las 2 de la mañana (por la madrugada del miércoles), la gente que estaba afuera me amenazó de muerte a mí y a Beraja. Por eso no se firmó en ese momento el traspaso del Mayo.” La explicación de Pedro Pou, titular del Banco Central, por la demora en la transferencia al Citibank –concretada finalmente ayer a las 9.30 de la mañana– sonó a caja destemplada en el recinto de la Comisión de Finanzas de Diputados. Los legisladores habían convocado al banquero a dar explicaciones por su actuación en esta traumática venta, preocupados porque esa operación terminará con casi 1250 empleados del Mayo en la calle.
Los duros cuestionamientos de los trabajadores al BC volvieron a repetirse en la tarde de ayer, aunque con menor contundencia, a través de los miembros de la Cámara de Diputados. Sin embargo, para el mandamás del Central, que llegó a la cita una vez definida la venta del Mayo, el sistema financiero está funcionando de maravillas. Y la responsabilidad por la crisis del banco cooperativo no toca al organismo monetario, sino que es exclusiva de Beraja y sus socios. Con un fondo musical de bombos y estribillos callejeros que no dejaban bien parada la imagen de Pou, éste se encargó de adormilar a sus interlocutores –durante casi una hora y media– elogiando los beneficios que está derramando sobre la banca local la concentración y su pase a manos extranjeras.
A esa altura, y colmada la paciencia de los legisladores por la “lección” que Pou les venía impartiendo, una actitud que la mayoría descalificó, el recinto de la Comisión de Finanzas empezó a caldearse. Las críticas a la gestión del Banco Central provinieron de todos los bloques políticos, sin excepción.
Es más, el banquero debió escuchar de boca de una indignada diputada del justicialismo, Norma Godoy, que sus respuestas eran insatisfactorias “por lo ridículo, su falta de sinceridad y su incoherencia”. Esta fue, en realidad, la impresión general que dejó Pou tras su pasaje por la Cámara de Diputados. Además, Godoy, como si fuera poco, le disparó a Pou –sin que éste perdiera la compostura en ningún momento– que sus técnicos y asesores “no sirven para nada”. Y cerró su exposición con una amenaza: “O usted toma medidas con su gente o nosotros (por la Cámara) tomaremos medidas con usted”.
A lo largo de su intervención, que ocupó buena parte de las más de seis horas que duró el encuentro, Pou se refirió a varios temas:
u Extranjerización: “No hay diferencias sustanciales entre los bancos cualquiera sea el origen de su capital. Los objetivos son los mismos: obtener una renta a su capital. No me preocupan las ganancias sino que existan rentas monopólicas.”
u Odalisca: “La despedida al director Daniel Peralta –hombre de confianza de Eduardo Bauzá, en un restaurante árabe, informada por Página/12 (según recordó el mismo Pou)– no fue pagada con fondos del Central. La exuberante odalisca que alegró la velada es responsabilidad del dueño del negocio.”
u Concentración: “Es buena en el marco de la competencia y no debe confundírsela con cierre de bancos. Es un fenómeno que nosotros no propiciamos. Además, no hay limitaciones legales para la concentración.”
u Banca nacional: “El Gobierno está decidido, con fondos ya dispuestos por organismos internacionales, a privatizar los bancos de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires.”
u Banca étnica: “El Mayo era un banco étnico. No convoqué a Beraja durante el Día del Perdón ni le dije que abandonara su estúpido misticismo.”
u Inmunidad: “No la propiciamos. Es un problema general de las bancas centrales y de los organismos de control. Las instituciones internacionales han recomendado la protección a los funcionarios que actúan de buena fe.” “El Banco Central no es el marido engañado” se defendió, abandonando por un momento su permanente tono monocorde. Así hizo referencia a las caídas consecutivas de los dos principales bancos de la comunidad judía, el Patricio y el Mayo. No obstante, no logró determinar si el ex banco de Beraja se derrumbó por razones de liquidez o de solvencia. Sí, en cambio, reconoció que esta última causa fue impulsada por una avalancha de préstamos a empresas vinculadas desde que trascendió el desequilibrio del Mayo. Ahora estaría por presentar una denuncia penal ante la Justicia por esas operaciones irregulares que a julio triplicaban los límites autorizados.
Respecto de la operaciones por más de 150 millones de dólares en las mesas de dinero offshore (MayFlowers y Trust Investment), justificó la ignorancia por parte del Central en las dificultades en poder detectarlas. Y aseguró que puso en manos de la Justicia los antecedentes en su poder. Finalmente Pou reclamó por la falta de instrumentos legales para poder actuar en situaciones como la del Mayo.

 

“Tengo la conciencia tranquila”

–¿Se siente un buen judío o no, Beraja? –le preguntó Antonio Carrizo al titular del fallido Banco Mayo y ex presidente de la DAIA.
–Sí. Me siento un buen judío. Me siento un hombre responsable. Un ciudadano comprometido y creo que he cumplido en cada momento y en cada misión con honestidad y lealtad.
–¿Usted sabe que la comunidad judía está muy dolida con usted? –insistió Carrizo.
–Sí. Mucha gente está dolida pero también tengo una carpeta de adhesiones y de expresiones de aliento de la gente que a lo largo de 30 años encontró en el banco y en la fundación respuestas concretas.
Cerrada la venta al Citi, Rubén Beraja se comprometió a buscar soluciones para los inversores de las offshore del Mayo. Y ya tiene preparada su defensa: “No hubo desvío de fondos, no hubo desaparición de fondos; no hubo autopréstamos por encima de la norma”, afirmó en diálogo con Carrizo. “Yo tengo la conciencia tranquila, jamás he traicionado el mandato político que tenía en aras de un interés económico-comercial”, respondió en referencia a su relación con el Gobierno y el atentado a la AMIA.

 


 

SALDO DE LA VENTA: CASI 1250 EMPLEADOS DESPEDIDOS
Finalmente, el Mayo es del Citi

t.gif (862 bytes) “Estamos exhaustos pero satisfechos. Fueron cuarenta días de negociaciones muy complejas en las que hubo momentos en los que creímos que el acuerdo se nos escapaba. Pero, por fin, sellamos el convenio ayer a las 9.30.” De esta manera, Carlos Fedrigotti, el presidente del Citibank, dio cuenta de la operación por la que el Citi absorberá 54 sucursales del Mayo y a 2010 empleados de la entidad que presidió Rubén Beraja.
Además de las sucursales que el Citi se comprometió a reabrir, otras 25 quedaron para un grupo de once entidades, entre las que figuran el Provincia de Buenos Aires, Galicia, Nación y Ciudad de Buenos Aires. En tanto, cerrarán sus puertas otras 29 agencias. Ese conjunto de bancos absorberá a 152 empleados. El Citi absorberá a 1300 empleados del Grupo Provencred y a 710 que trabajaban en la entidad. En definitiva, de los 3300 trabajadores, 1238 quedarán sin empleo. Los telegramas serán enviados por el Mayo, pero no los firmará Beraja, una de las condiciones para que cerrara el acuerdo con el Citi. La Asociación Bancaria manifestó su rechazo a la venta y ratificó un paro nacional de 24 horas para hoy “en reclamo de la preservación de los puestos laborales”.
Según el cronograma esbozado por las autoridades del Citi, dentro de quince días se abrirán veinte de las sucursales adquiridas. Y, a partir de ese momento, pondrán a disposición los depósitos retenidos a los clientes del fallido banco. Las colocaciones del Mayo llegaban a 728 millones de pesos.
“Tenemos todo listo para lanzar una campaña publicitaria con el objetivo de retener a los ahorristas del Mayo”, comentó Fedrigotti durante una reducida rueda de prensa. Las otras 34 filiales del ex Mayo que quedaron en manos del Citi abrirán sus puertas a lo largo del primer trimestre del año próximo. Los tenedores de Obligaciones Negociables emitidas por la entidad cerrada no forman parte del acuerdo.
“Las negociaciones se dilataron por cuestiones técnicas. Era una operatoria compleja en la que intervinieron muchas partes: el Central, el Mayo, los empleados y nosotros”, explicó Fedrigotti. El Banco Comafi administrará el fideicomiso del Mayo por 1000 millones de dólares, en beneficio del BC, del Citi y de Sedesa, entidades que serán las beneficiarias de ese fondo.
En la lista que se abrió de retiros voluntarios, hasta anoche se habían anotado 180 empleados. Esos trabajadores recibirán un plus sobre la indemnización correspondiente. Esa suma adicional, acordada en la mesa de negociaciones a último momento, correrá por cuenta del Citi. El personal del Mayo deberá someterse a un proceso de selección que ya está llevando a cabo una consultora externa de recursos humanos. De los 600 trabajadores que ya se presentaron, el 90 por ciento será recontratado.

 

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