La costa de
Mar del Plata creció este invierno, y el verano promete brillar en la recién lanzada
temporada 1998-99. En una ceremonia llena de brillos y estrellas se dio un simbólico
comienzo a lo que vendrá. Con los trabajos que requirieron una inversión de 30 millones
de dólares traducidos en millones de metros cúbicos de arena, las playas
marplatense han ganado una franja promedio de 100 metros de ancho al mar. Playa Grande
recuperó la coherencia de su nombre, y tras ella fueron el Torreón, Las Toscas y La
Bristol. La erosión de los últimos años las había achicado hasta llevarlas a finas
líneas de arena comidas por el mar, pero en el último de los veranos del siglo la
propuesta es no sólo más espacio para los cuerpos dorados sino todo un paseo costanero
iluminado para que la ciudad sea vivida las 24 horas. A eso se le suma una temporada
artística tan nutrida como la de los años de oro: treinta teatros van a mostrar casi
cincuenta espectáculos diferentes.
Por lo pronto, el lanzamiento del futuro veraniego comenzó como una fiesta, se lo merece.
Comidas y tragos regando el ánimo de unas dos mil personas en la disco El Divino. Costaba
caminar entre la iluminación de las cámaras siempre encendidas y los artistas de más de
cuarenta elencos que se presentarán en treinta salas. Hubo discurso inaugural del
intendente Elio Aprile y una entrega de reconocimientos a cada uno de los actores que
harán temporada este año.
Seremos la capital del espectáculo y la vedette serán las playas, dijo
Aprile, al frente de una campaña de remodelación y resurgimiento que en julio fue votada
en una consulta popular. Más del 50 por ciento de los marplatenses avalaron la inversión
que se ha realizado en las playas y obras públicas a cambio de un incremento
tolerado de entre 3 y 5 pesos en los impuestos municipales.
El repunte llega después de algunas temporadas críticas en las que la infraestructura de
la ciudad veraniega se hacía insuficiente para el caudal de turistas que la ocupan y el
margen de las playas se había convertido en algunos casos en delgadas porciones de arena.
Ahora se han incorporado 2,5 millones de toneladas de metros cúbicos de arena a lo largo
de 3 kilómetros de costa a través del dragado de la zona portuaria. De esa manera se
logró una profundidad de 32 pies que llevó al puerto a condiciones razonables de
navegabilidad.
En iluminación, la mejora se hace notar en la entrada a la ciudad, los accesos a los
barrios ubicados sobre las rutas 2, 11, 88 y 226. También habrá iluminación en las
playas céntricas, desde Constitución a Playa Grande. Junto a ello se rehicieron las
veredas y muretes de los paseos Costanero Norte y Jesús Galíndez.
Las novedades que llegan con el calor tienen domicilio este verano en el Mirador de
Waikiki, donde se inaugura un espectacular complejo turístico que se suma al nuevo nivel
de las playas del sur. Allí, hasta donde el año pasado sólo estaba la cabaña de un
pionero del surf en Mar del Plata y su escuela de surf, este año habrá balneario,
piscina, sector de deportes y recreación, un nivel de restaurante y terrazas y otro de
cafetería y solarium: todo matizado de desniveles de médanos con parques y jardines.
El otro nuevo balneario de la ciudad está en la ruta 11, kilómetro 4,5 y es el T y C
Café Beach, obviamente dedicado al deporte. Habrá para todos los gustos: gym, fútbol,
futboley, beach voley y windsurf.
REDUCEN LA DEMORA EN
HABILITACIONES
De un año a tres horas
Habilitar
un comercio en la ciudad ya no demorará entre cuatro y doce meses. A partir de ahora,
quien esté interesado en abrir un local podrá resolver el trámite en apenas tres horas.
Así lo prometió ayer el gobierno porteño, al poner en marcha el nuevo sistema de
habilitaciones. El secreto para lograr la premura es simple: no será la comuna la
encargada de otorgar los permisos, sino el Colegio de Escribanos.
El antiguo sistema de habilitaciones servía, en muchas oportunidades, como campo
propicio para que algunos aprovechadores o delincuentes pudieran medrar
económicamente, señaló el secretario de Gobierno porteño, Enrique Mathov al
presentar el nuevo método.
Con el sistema que entrará en vigencia, los interesados en habilitar un comercio,
industria o servicio deberán recurrir primero a un profesional de la construcción
(arquitecto, ingeniero, maestro mayor de obras o agrimensor) y a un escribano, quienes
tendrán a cargo la preparación de la documentación. Además, deberán verificar que el
local cumpla con la normativa correspondiente.
Después, el trámite será presentado ante el Colegio de Escribanos, donde en forma
conjunta un funcionario de la ciudad y un profesional designado por esa entidad aprobarán
la documentación en un plazo máximo de tres horas.
Los inspectores que hasta ahora tenían a su cargo el trámite recién entrarán en escena
una vez que la habilitación ya fue otorgada. Será para inspeccionar que el local ya en
funcionamiento efectivamente coincida con la documentación presentada al Colegio de
Escribanos. El cambio del sistema se decidió luego del escándalo originado por una
denuncia en torno de una habilitación que involucró al escribano general del Gobierno,
Jorge Gómez.
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