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EL FESTIVAL INROCKUPTIBLES TERMINO A RITMO DE FUNK


Los franceses de FFF resultaron lo más interesante del evento, pero el público pareció más entusiasmado con las propuestas locales.

El carisma de Marco Prince le dio color al show de FFF.
El cantante se presentó ante el público como "Ricky Martin".

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FESTIVAL INROCKUPTIBLES

7 puntos

Bandas:Los Látigos, FFF e Illya Kuryaki & The Valderramas
Público:1200
Duración:3 horas
Centro Cultural Recoleta, sábado 21.

Por Pablo Plotkin

t.gif (862 bytes) "Venimos acá para dar, recibir, gozar y llegar hasta las estrellas", anunció al público en un alarido Marco Prince, el cantante de la Federación Francesa de Funk que se parece demasiado a Okocha, el crack de la selección nigeriana. Después de declarar sus intenciones, se desplazó a través el escenario, saltó como si tuviera resortes en las suelas y le puso voz al show más caliente de todo el Festival Inrockuptibles. El cierre definitivo estuvo a cargo de Illya Kuryaki & The Valderramas, pero lo mejor del sábado por la noche en el Centro Cultural Recoleta pasó por esa hora de show del quinteto parisino. Quedaron las ganas de ver un poco más. El público, no obstante, se mostró más activo con las actuaciones de los grupos argentinos.

Con puntualidad británica, la última rueda del festival francés arrancó al ritmo de Los Látigos, la agrupación local que desplegó durante cuarenta minutos su combinación de rock, funk psicodélico y tecno. Comandados por Marcelo Lopilatto (voz) y Gonzalo Destéfano (guitarra), pasaron por las canciones de Premier, su álbum debut. La adrenalina de "El ritmo de tu pánico" y "Mi esfera", el clima jazzero y electrónico de "Tan capaz" y un puñado de temas más, sirvieron para comprobar que se trata de una de las apariciones más interesantes de este año.

FFF saltó al escenario con "Silver Groover", una buena manera de presentar su heavy funk (ellos lo llaman fonk: una mezcla de funk y rock duro) y dejar en claro que el paño que mejor conocen es el vivo. Marco salió con una camiseta de la selección francesa y un look renovado: cambió los dreadlocks por un corte al ras teñido de rubio fuego. Al principio el público no respondía y el cantante perdía la paciencia. "Buenos Aires... ¿qué te pasa?", se extrañó al cabo de algunos temas. Pero la banda seguía brillando con la guitarra de Yarol, el carisma de Marco Prince y la contundencia de su particular lectura de la música negra. Lo mejor de la segunda visita de FFF a Buenos Aires fue el final de su show: "Niggalize it" es una increíble canción que condensa el reggae, el hip hop, el soul, el funk, la electrónica y la furia de una letra que habla de la problemática de la comunidad negra. "Todos somos negros", repetía hasta el cansancio Marco en cuanto idioma recordaba. Ahí aprovechó para presentar a los músicos (se presentó a sí mismo como Ricky Martin) y acto seguido se lanzó con destreza al colchón de gente que había en la pista. Después les tocó a los Kuryaki. El grupo de Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur llevó adelante una performance musicalmente impecable, pero con versiones demasiado largas y no muy renovadas. El error estuvo en la programación: después del show de la Federación, no era tarea fácil mantener el nivel. De todos modos, el público celebró la actuación de los niños terribles del hip hop porteño, que se dedicaron al repertorio de sus últimas producciones de estudio: Chaco y Versus. "Demolición" abrió el fuego, pasó "Das 2" (con la percusión de Nico Cota), "Trewa", "Jaguar house" y "Jugo", entre los hits de la factoría kuryaki.

La última velada inrockuptible sirvió para ver cómo la música negra puede influir de múltiples maneras en el rock de los noventa (en el caso de FFF e Illya Kuryaki es más explícito, en Los Látigos no tanto). Las dos primeras noches habían concluido sin suceso para las bandas francesas. El público --casi todo el tiempo de una pasividad proverbial-- se mostró más entusiasta con los locales. Quedó claro que los debutantes en estas costas --Dolly y Autour de Lucie-- no son pesos pesado en su país de origen. Ahí de donde surgieron, por ejemplo, cosas como Mano Negra y Air.

 

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