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AVALANCHA DE DENUNCIAS POR IRREGULARIDADES
El agujero negro del Clínicas

Miles de placas que desaparecen en un día y enfermos que pasan por el quirófano sin  registrarse son sólo algunas denuncias.

Según el personal, unos 5,5 millones se fugarían cada año.
“Hay fallas administrativas de costo alto”, admitió un directivo.

Oxígeno: Como prueba sobre las operaciones sin registro señalan que el uso de oxígeno sábados y domingos iguala o supera al de los otros cinco días de la semana en su conjunto.

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Por Pablo Ferreira

t.gif (67 bytes) El Hospital de Clínicas es una caldera a punto de estallar. La aguda crisis presupuestaria ha desatado una avalancha de denuncias de irregularidades en un establecimiento que maneja 52 millones de pesos anuales. Pese a la cautela con la que los protagonistas manejan el espinoso tema, Alejandro Pulpeiro, director asociado del nosocomio, reconoció a Página/12 una serie de “agujeros negros” por donde se escurre una parte importante de los escasos recursos disponibles. Las prácticas bajo investigación abarcan desde serias deficiencias en el sector de radiografías, al intenso uso de quirófanos e internaciones de pacientes sin registro, pasando por la compra de medicamentos a precios mayores a los que podría acceder este hospital.
Según Miguel Skandar, delegado general del personal, sólo en esos tres rubros las filtraciones treparían a nada menos que 5,5 millones de pesos anuales. Además, las autoridades detectaron duplicaciones de servicios, contratos en los que el hospital trabaja a pérdida y un cuadro tarifario que en no pocos casos iguala o supera el costo de un sanatorio privado de primera línea, entre otras fallas.
El repentino destape de prácticas irregulares, que contribuyen al desfinanciamiento del Clínicas, no es casual. El clima de denuncias fue detonado hace dos meses ante el anuncio de las autoridades de recortar los salarios de los médicos residentes y del personal no médico. “Si van a reducir nuestras ganancias revisemos por dónde se está filtrando el dinero”, destacó una fuente vinculada a la Comisión Gremial con respecto a novedosa actitud del personal. La intención de bajar los sueldos fue una respuesta oficial al déficit del hospital que ronda los 5 millones de pesos anuales. Este rojo es producto del estrecho presupuesto, agravado la falta de pago de las obras sociales, entre ellas el PAMI, y la caída de la recaudación de los servicios propios.
Lo cierto es que la agudización del conflicto con el personal, que derivó en nuevas medidas de fuerza realizadas el lunes y martes de esta semana, activó la adopción de medidas concretas por parte del Directorio, que encabeza Jorge Itala. En las últimas semanas comenzaron a tomar el toro por las astas. Por ejemplo, decidió rever, mediante una resolución del 16 de octubre último, todos los contratos de prestación mediante. En ella se reconoce “el alto número de contratos de prestaciones médicas suscripto sin la conveniente difusión y licitación de los mismos”. El texto (ver recuadro) apunta también a responsabilizar a la anterior dirección del hospital, que encabezó Florentino Sanguinetti, al aclarar que se trata de contrataciones realizadas “hasta principios de 1998”.
Además, hace diez días se ordenó, previa auditoría, la intervención del sector de imágenes (radiografías y ecografías) cuyo responsable, Oscar Noguera, es ahora objeto de un sumario interno. “Hay fallas administrativas que le generan al hospital un costo que puede ser alto”, dijo sin precisiones a este diario Pulpeiro, director asociado de Diagnóstico y Tratamiento del Clínicas. Skandar fue más específico, los cálculos que maneja señalan que la pérdida mensual en este sector y en Farmacia, otro de las direcciones bajo análisis, oscila entre 250 y 300 mil pesos mensuales. Respecto al manejo de las radiografías destacó que en algunos casos han llegado a repetirse la misma placa 15 veces y que han llegado a desaparecer de un día para el otro 25 mil placas vírgenes.
A esa primera determinación de las autoridades le siguieron de inmediato tres nuevas auditorías. La mira fue puesta en otros dos sectores claves como son la farmacia y la guardia hospitalaria. Asimismo se incluyó el lunes pasado al servicio de Oftalmología. La farmacia está cuestionada, según reconoció Pulpeiro, al comprobarse, entre otros problemas, que losmedicamentos son comprados a través de droguerías en lugar de hacérselo directamente en los laboratorios. En tanto, Skandar añadió que también han verificado que algunos remedios son vendidos a precios hasta diez veces superiores a su valor de costo.
Con relación a la guardia del hospital, Pulpeiro admitió que la investigación está centrada en la falta de documentación del ingreso de pacientes que van al quirófano. Al respecto, pese a que las autoridades dicen no haber recibido la respectiva denuncia, quienes conocen el movimiento del hospital aseguran que los fines de semana y durante la noche de los demás días hay un verdadero show de operaciones no registradas. La prueba más contundente que señalan al respecto es que el uso de oxígeno los sábados y domingos, en los cuales sólo funciona una guardia médica, iguala o supera al de los restantes cinco de la semana en su conjunto.
Skandar, por su parte, estimó que el Clínicas pierde por el uso gratuito de los quirófanos por parte de médicos propios y externos, y por internaciones no pagas, más de 200 mil pesos mensuales. Los altos montos que se estarían desviando de las cajas del Clínicas en base a los datos revelados –no menos de 5,5 millones de pesos anuales– contrastan con la reducción salarial que se pretende hacer al personal no médico. Según el representante gremial ronda los 120 mil pesos por mes.

 

Revisando los contratos

“Resulta difícil establecer la real necesidad y conveniencia para los intereses del hospital”, reza la flamante disposición del Directorio del Clínicas que obliga a rever los cerca de 25 contratos de prestaciones médicas vigentes. La decisión, adoptada el 16 de octubre pasado, fundamenta la medida, además, en la falta de determinación de los costos de los contratos y de los porcentajes de los ingresos a favor del hospital.
La resolución, firmada por los tres directores médicos del hospital, Víctor Badaracco (atención médica), Alejandro Pulpeiro (diagnóstico y tratamiento) y Jorge Itala (director general), señala que los convenios firmados hasta principios de 1998 fueron hechos “sin la conveniente difusión y licitación de los mismos”.
Entre otras deficiencias observadas en los convenios con prestadores privados, figuran la falta de consulta y aprobación a los Departamentos involucrados y del control por parte de los mismos. Otro aspecto fundamental es la restricción establecida “por razones éticas y legales” de que “agentes rentados presten servicios contratados”. También se excluyó la participación futura de los familiares de esos agentes, sus allegados y representantes.
Por último, la disposición establece –aunque parezca elemental– que deberán intervenir en toda nueva contratación las Direcciones de Administración y de Servicios Jurídicos.

 

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