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ALVAREZ SE REUNIO CON DE LA RUA Y ACEPTO SER CANDIDATO A VICEPRESIDENTE
Chupete y Chacho, cheek to cheek

La propuesta, imaginada por Alfonsín, era resistida por dirigentes del Frepaso, incluida Graciela, que preferían que Chacho fuera por la Jefatura de Gobierno porteña.

Los dos integrantes de la fórmula presidencial de la Alianza, Fernando de la Rúa y Chacho Alvarez.
Ayer, Graciela cambió su discurso y admitió que “Chacho es el candidato ideal para cualquier cargo”.

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Por José Natanson

t.gif (67 bytes) Carlos “Chacho” Alvarez dilata aún el momento de anunciarlo con el solo objetivo de no echar sal sobre las heridas que dejó la interna entre sus compañeros del Frepaso, que hubieran preferido verlo como candidato a jefe de Gobierno de la Capital. Pero el clima cambió entre los frentistas cuando Graciela Fernández Meijide aceptó que “Chacho es el candidato ideal para cualquier lugar”. Ayer, Alvarez le comunicó a Fernando de la Rúa que será su compañero de fórmula. Los dos candidatos se reunieron a solas en el departamento de De la Rúa y redondearon los detalles. Ahora, sólo les queda determinar la fecha y la escenografía del lanzamiento, cuya explicación se basa en la necesidad de potenciar la fórmula de la Alianza y, con los ojos en la Concertación chilena, comprometer al Frepaso con un gobierno de coalición a partir de 1999.
La idea nació del ex presidente Raúl Alfonsín pero fue rápidamente adoptada por sus correligionarios y voceada antes de la interna. Los radicales presionaron desde un principio para que Chacho acepte secundar a De la Rúa y esbozaron dos argumentos básicos:
u En voz alta, explicaban que, ante la imposibilidad de que la vice sea Graciela Fernández Meijide, la fórmula más segura que puede presentar la coalición es De la Rúa–Alvarez, porque son los únicos que garantizan “el sello de la Alianza”. Además, la presencia de Alvarez en la fórmula aseguraría el voto de los sectores progresistas y quizás el de los peronistas disconformes.
u Por lo bajo, los dirigentes radicales explicaron que el hecho de que Alvarez se convierta en el vice de De la Rúa implicaría el compromiso del Frepaso con el futuro gobierno y, por lo tanto, una garantía para la continuidad de la Alianza.
Estas teorías eran compartidas por Alvarez y sus dirigentes más cercanos (como el legislador porteño Alberto Flamarique) pero rechazadas por otros representantes de su partido, entre los que se anotaron los diputados provinciales Mary Sánchez, Rodolfo Rodil y la mayor parte de los frepasistas de la Capital Federal. Sostenían que, si Chacho se alzaba con la Jefatura de Gobierno sumaría a su capital político la capacidad de gestión. Esto le daría más chances para una eventual candidatura presidencial en el 2003. La dirigencia intermedia frepasista recuerda que sus dos principales referentes perdieron sendas internas contra José Octavio Bordón y De la Rúa, dos adversarios cuya imagen se embelleccía con el atributo de la gestión gubernamental. “Si Chacho no gobierna nunca llegará a presidente”, tremendizan.
Pero estas razones se fueron desgastando desde el domingo hasta ayer. El argumento que usó Alvarez para ir minando resistencias internas fue que la Alianza se formó para ser una coalición de gobierno, a la manera de la Concertación chilena. La decisión de constituir la Alianza, según Chacho, determina la necesidad de comprometerse con su gestión de gobierno y no “mirarla desde afuera” constreñidos a gestiones locales que implican, en algún sentido, una apuesta al fracaso del gobierno nacional. Alvarez estaba seguro de que sus compañeros piensan como él y que la primera reacción de rechazo era un reflejo emotivo y catártico tras la inesperada derrota del domingo pasado.
El clima cambió ayer con las declaraciones de Graciela. El martes, en diálogo con este diario, la flamante candidata a gobernadora había sido terminante: “Yo quiero a Chacho en la Capital”. Sin embargo, ayer, la diputada aclaró que, aunque sigue pensando que la Jefatura de Gobierno es el mejor puesto para Alvarez, “Chacho es el candidato ideal para cualquier lugar”.
Un dirigente que conoce de cerca a Alvarez agregó lo que llamó “el factor psicológico”. Y lo explicó así: “Chacho se siente el creador y el garante de la Alianza. La ve como un especie de hijo y sabe que la mejormanera de que perdure es que vaya de vice, aunque no le guste nada quedar abajo de De la Rúa”.
Lo cierto es que ayer a las cuatro de la tarde Alvarez se reunió a solas con De la Rúa en su departamento de la Recoleta. Allí, el candidato y quien será su vice dialogaron durante 45 minutos sobre la mejor manera de hacer el anuncio y coincidieron en que, antes, es necesario dejar que la determinación madure entre las filas del Frepaso. También coincidieron en la convocatoria a una reunión del Grupo de los Cinco, que se realizará hoy por la tarde en el Hotel Bauen. Si bien no es seguro que haya un anuncio formal, Alvarez, De la Rúa, Graciela, Raúl Alfonsín y Rodolfo Terragno se sentarán a terminar de cerrar el acuerdo por el tema vice y analizar los resultados de la interna del domingo.
La agenda de Alvarez estará cubierta de reuniones. Por la mañana, se sentará a explicar su decisión a la Mesa Nacional del Frepaso. El encuentro no podrá torcerle la mano a Alvarez. A diferencia de la UCR, que suele tomar estas decisiones de manera más orgánica, el Frepaso subordina su organización a la capacidad decisoria de Chacho.
El anuncio se realizará, entonces, una vez finalizada la ronda de consultas. Si bien en un principio estaba previsto para el lunes, fuentes del Frepaso explicaron que podría adelantarse y supeditaron esta decisión a que los radicales ratifiquen el compromiso de concretar un reparto equilibrado en dos instancias: los cargos ejecutivos de un eventual gobierno de la Alianza y las listas de candidatos a diputados nacionales y provinciales, además de los concejales.
Es que una vez que Chacho formalice la decisión de acompañar a De la Rúa el Frepaso ya no tendrá ningún elemento para presionar a sus socios. En otras palabras: se quedará sin moneda de canje. De todas maneras, Alvarez no piensa generar una larga discusión ya que no quiere que su gesto de aporte a la Alianza (y el crédito en materia de imagen que ello le genere) se devalúe en un tira y afloje por candidaturas.

 

Claves

ron2.gif (93 bytes)  Chacho aceptó ser candidato a vicepresidente. Muchos de los dirigentes del Frepaso preferían que rehusara y se postulara a jefe de Gobierno de la Capital.
ron2.gif (93 bytes)  Graciela Fernández Meijide varió su posición respecto de que Alvarez debería ser el candidato al gobierno porteño.
ron2.gif (93 bytes)  Ayer, en una reunión a solas con el jefe de Gobierno porteño, Alvarez aceptó acompañarlo.
ron2.gif (93 bytes)  Quienes apoyan la decisión fundamentan que De la Rúa y Alvarez son los únicos que garantizan “el sello de la Alianza” y que implicaría el compromiso del Frepaso con el futuro gobierno nacional.
ron2.gif (93 bytes)  La presencia de Alvarez en la fórmula, piensan, aseguraría el voto de los sectores progresistas y el de los peronistas disconformes.
ron2.gif (93 bytes)  Sólo resta ahora determinar la fecha y la escenografía del lanzamiento.

 


 

Melchor Posse habla de consensos pero dará la batalla interna en la UCR
“Soy precandidato a vicegobernador”

Por Santiago Rodríguez

t.gif (862 bytes) La derrota de Graciela Fernández Meijide en la interna de la Alianza y su pase a Buenos Aires cortaron abruptamente la carrera del radical Melchor Posse a la gobernación de esa provincia. El intendente de San Isidro celebra, de todos modos, la victoria de la UCR –que atribuye a lo “previsible” que es Fernando de la Rúa y al aparato partidario– y sostiene que está “en el tren de acompañar” a la frepasista. Pero no se da por vencido: ahora se lanzó para vicegobernador y se ofrece como candidato de “consenso” del radicalismo. “Que se presenten a la interna y lo discutimos”, retrucó ayer, cuando Página/12 le recordó que no cuenta con el apoyo de todos sus correligionarios bonaerenses.
–¿Por qué ganó De la Rúa?
–Es más previsible y tiene detrás un partido de 108 años con estructura nacional. A medida que se fue despertando el elefante extendido a lo largo de todo el país, los militantes superaron a los dirigentes, a los dirigentes no les quedó otra alternativa que ponerse al frente y De la Rúa ganó con una gran facilidad.
–O sea que, en mayor medida, usted atribuye la victoria al peso del aparato radical.
–A la militancia, que supo llevar no sólo a los propios, sino también a los independientes.
–¿Como vive el pase de Graciela a la provincia en vista de que usted pretendía ser el candidato a gobernador bonaerense de la Alianza?
–Aspirando a ser candidato a gobernador y aclaré con mucha anticipación que si Fernández Meijide quería ser candidata a gobernadora, la iba a acompañar. Hoy estoy en el tren de acompañarla y no tengo dudas de que voy a la elección interna del 25 de abril como precandidato a vicegobernador. Me acompañan la mayor parte de los sectores y voy a trabajar para que haya un consenso y luego enfrentar al que no esté de acuerdo con ese consenso.
–Para que quede claro, ¿qué es lo que propone concretamente: postularse usted para vicegobernador o designar un candidato por consenso?
–Estoy proponiéndome para ser el candidato por consenso, pero si no me aceptan como tal, vamos a la elección interna.
–Los sectores de Leopoldo Moreau y Federico Storani impulsan también un candidato de consenso, pero quieren que sea del interior de la provincia.
–El único consenso que existe es la decisión de los votantes. No existe dirigencia por representación y, además, yo soy un hombre que ayudó a De la Rúa a ganar en toda la provincia y el 50 por ciento del conurbano, porque el radicalismo se impuso en la primera sección.
–Quienes proponen que el candidato a vicegobernador no sea del conurbano, dicen que ésa sería la forma asegurar los votos del interior.
–Bueno, muy claro, no tengo problemas: que se presenten a la interna y lo discutimos.
–¿Cree, entonces, que resultará necesario llegar a esa instancia?
–No tengo dudas porque estoy trabajando con los dirigentes creíbles y serios, tratando de encontrar puntos de coincidencia. Elegimos muchas cosas, como el presidente de la Cámara de Diputados y del radicalismo bonaerense.
–Si dice trabajar para el consenso, ¿por qué afirma que la interna será inevitable?
–En la UCR siempre debe haber internas. En el camino puede pasar, como con Fernando De la Rúa y Rodolfo Terragno, que en la última etapa alguno de los candidatos se retire y se haga la interna con uno sólo.
–¿La fórmula De la Rúa–Alvarez es la mejor para la Alianza?
–Mucho más fuerte era De la Rúa–Fernández Meijide, pero con Chacho Alvarez también es una fórmula muy fuerte.
–¿Usted hubiera preferido, entonces, que Fernández Meijide no declinara la candidatura a vicepresidenta? –No, no. Prefiero que gane la Alianza porque me interesa la gente. Lo planteé claramente durante toda la campaña: yo nací en un partido por los desposeídos, los desposeídos de hoy son el 80 por ciento de los argentinos y, por lo tanto, no voy a hacer un juego de intereses personales. Si con esto aseguramos la Alianza y su triunfo, adelante.
–¿Es necesario modificar el esquema de reparto de candidatos a diputados por Buenos Aires a la luz de los resultados de la interna?
–No creo que haya otra forma de hacerlo que cumpliendo los pactos.


 

Maestro y Verani ahora quieren hacer la Alianza

Sorpresivamente los dos gobernadores radicales reacios a formar la Alianza, que habían obtenido victorias amplísimas en la interna,  hicieron ofrecimientos concretos a los frepasistas de sus provincias.

Carlos Maestro, gobernador de Chubut, ganó la interna del domingo con el 65 por ciento de los votos.
“Ha llegado la hora de concretar la Alianza en la provincia para concretar el proyecto nacional.”

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Por J. N.

t.gif (862 bytes) Aunque en un principio muchos pensaron que, ante la aplastante victoria de la UCR en la interna de la Alianza, la reacción podía ser la contraria, lo cierto es que a partir del resultado del domingo la posibilidad de que se conforme la coalición en aquellos distritos en los que el radicalismo es gobierno comenzó a consolidarse en los últimos días. Esta es la situación en cada uno de ellos.
u Río Negro: el gobernador de esa provincia, el radical Pablo Verani, convocó ayer por primera vez a los dirigentes del Frepaso local a analizar “un programa común de gobierno” luego de que la UCR se impusiera un 67 por ciento contra un 31 del Frepaso. Verani explicó que no estaba formulando una invitación exclusivamente electoral, porque “primero hay que discutir si hay coincidencias en cuanto a lo programático”. Si bien sostuvo que “antes hay que analizarlo con todo el partido”, el titular del Frepaso rionegrino, Omar Lehner, le contestó que “no tenemos inconvenientes en desarrollar esfuerzos para lograr puntos de acuerdo”.
u Chubut: en la provincia que gobierna Carlos Maestro, en la que el radicalismo ganó con un 65 por ciento, ocurrió algo similar. “Ha llegado la hora de analizar la posibilidad de concretar la Alianza en Chubut para acompañar el proyecto a nivel nacional”, dijo ayer Maestro.
u Capital Federal: es el único distrito en el que el Frepaso se impuso a la UCR, por 6 puntos de diferencia. Una vez superada la interna, radicales y frepasistas comenzaron a pensar en la unificación de los bloques en la Legislatura y, recién después, en la incorporación de dirigentes del Frepaso a la administración delarruista.
u Córdoba: las elecciones para renovar gobernador se realizarán el próximo 20 de diciembre. El radical Ramón Mestre, uno de los más fervientes críticos de la Alianza, aspira a ser reelecto y las encuestas le asignan una ventaja de apenas tres o cuatro puntos más que el PJ. El Frepaso tiene fórmula propia: Humberto Volando-Horacio Viqueira, que cuenta con no más del 10 por ciento de intención de voto. En los tres últimos días, después de que el radicalismo casi triplicara al Frepaso en esa provincia el domingo pasado, comenzó a cobrar fuerza la hipótesis de que Volando renuncie a su candidatura para apoyar la de Mestre. Esta posibilidad fue descartada de manera tajante por Volando. Sin embargo, la conducción del Frepaso confía en que la coalición se integrará luego de la elección.
u Catamarca: la victoria de la UCR fue aplastante: 85 por ciento contra 13 del Frepaso. Lo gobierna el radical Oscar Castillo, no sólo no está conformada la Alianza, sino que además el radicalismo se encuentra inmerso en una importante crisis interna. Castillo, que busca su reelección, descartó ayer la posibilidad de que el candidato a gobernador se elija en elecciones primarias abiertas, como pretendía su adversario interno, el intendente de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral.
u Chaco: la provincia que gobierna el radical Angel Rozas y que tiene a Elisa Carrió como una de sus dirigentes más destacados fue el primer lugar en el que se constituyó la Alianza. La interna del domingo terminó con casi un 90 por ciento a favor del radicalismo.

 

OPINION
Cómo integrar fórmula sin diluirse

Por Mario Wainfeld

Un hombre tuvo tres hijos: uno se enroló en la Legión Extranjera, otro se hizo monje budista, el tercero fue vicepresidente de los Estados Unidos. Nunca volvió a saberse nada de ninguno de los tres.” El chiste, viejísimo, es contado por cuanto político o analista norteamericano analice el rol del vicepresidente en el sistema político de ese país que nuestro país ha calcado. Isabel Perón, Víctor Martínez, Alejandro Gómez (¿el lector recuerda quién fue Alejandro Gómez o quién fue el candidato a vicepresidente que acompañó a Horacio Massaccesi?). Nunca un vicepresidente argentino tuvo poder en el gobierno, por decir poco.
¿Es suicida entonces la decisión de Carlos “Chacho” Alvarez? No lo parece, ya que aspira a ser un vice como nunca hubo en un gobierno que tampoco tiene precedentes.
El radicalismo, hasta ahora, siempre fue renuente a integrar frentes electorales. El peronismo siempre los formó pero con un marcado sesgo hegemónico. Uno de los precursores de la Alianza, el fallecido dirigente frepasista Carlos Auyero, solía decir que un polo mayoritario y dominante facilita la constitución de un frente: las minorías lo engalanan, lo enriquecen y aún reciben réditos generosos en reparto de poder sin poner en peligro la hegemonía del partido dominante. Un ejemplo histórico es el caso del conservador Vicente Solano Lima, titular de un minúsculo partido quien fue premiado por su adhesión al peronismo del ‘73 con un cargo simbólico... el de vicepresidente de Cámpora.
La Alianza opositora es, desde el vamos, un intento diferente: el de dos fuerzas muy asimétricas en estructura, características e historia pero con poder (y apetencias) bastante similares. No los une el amor (un adhesivo muy poco eficaz en la política) sino la necesidad mutua: ambos precisan del otro para ganar elecciones, como luego se necesitarán para promover leyes en un congreso que les costará controlar.
Alvarez privilegia integrar la fórmula presidencial en vez de postularse como candidato a la Jefatura de Gobierno porteño como quien se zambulle a una pileta: la de cogobernar con el radicalismo. La decisión inversa hubiera generado un escenario monocolor del radicalismo en el gobierno nacional y una apuesta del Frepaso a lavarse las manos de la política nacional.
La opción del jefe del Frepaso es casi imposible de discutir si se aceptan sus propias premisas, a partir de la conformación de la Alianza. Formar una coalición para llegar al gobierno es sólo congruente con la decisión de gobernar. Eduardo Duhalde suele decir que al cambiar peronismo por radicalismo los frepasistas y Alvarez mismo “se divorciaron de la esposa para casarse con la suegra”. Parafraseándolo y discutiéndolo Alvarez podría contestarle que asumir la decisión de formar la Alianza y luego sacarle el cuerpo a la de gobernar es como escaparse del hogar conyugal con otra mujer y luego no hacer el amor con ella.

 

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