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Puerto Rico no será la estrella 51 de EE.UU.

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En la bicicleta flamea la orgullosa bandera de Puerto Rico.


t.gif (67 bytes)  Más del 50 por ciento de los puertorriqueños decidieron ayer dejar irresuelta la condición de su país. En el plebiscito realizado ayer, y cuando se llevan computados el 96 por ciento de los votos, la opción "Ninguna de las anteriores" aventajaba por cuatro puntos a la propuesta de convertirse legal y jurídicamente en el estado número 51 de Estados Unidos. Para todos los puertorriqueños, la votación del domingo sobre su relación con Estados Unidos era una lucha por el honor de una patria tomada como botín de la guerra hispano-americana hace 100 años. Los residentes de la isla caribeña de habla hispana fueron ayer a votar en el tercer plebiscito en menos de 30 años sobre su relación con EE.UU.

En los dos plebiscitos anteriores, la condición de estado norteamericano no acaparó los votos necesarios, pero en ambas logró avanzar su puntuación pese a mantener el estatus actual. En 1993 se mantuvo la condición de Estado libre asociado tras una votación de 48 a 46 por ciento a favor de la condición de estado. La mayoría de los votos restantes escogió la independencia. En el plebisicito de ayer el 46,5 por ciento votó por la estatidad, el 2,5 por la independencia, el 0,3 por ciento por la libre asociación y el O,1 por ciento por el "Estado libre asociado". Pero la opción "ninguna de las anteriores" se llevó el 50,3 por ciento en el múltiple choice electoral, respaldada por la mayoría de los simpatizantes de la condición actual, encabezados por el opositor Partido Popular Democrático (PPD), que trató sin éxito de evitar la realización del plebiscito del domingo.

El gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló, que pertenece al Partido Nuevo Progresista y favorece la estadidad, considera el referendo del domingo una oportunidad para la isla de obtener la igualdad política que no disfrutó en 500 años de gobierno colonial. La isla se convirtió en posesión de Estados Unidos hace 100 años, cuando España firmó el Tratado de París el 10 de diciembre de 1898, con el que puso fin a la guerra hispano-americana. Antes de eso, fue una colonia española durante 400 años. "Reconozco que votaron en contra mía, votaron en contra de mi administración, votaron contra la venta de la telefónica, votaron porque el huracán pasó por Puerto Rico, votaron contra Puerto Rico", dijo Rosselló al conocer los resultados.

Bajo la condición de estado libre asociado, los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses y reciben muchos beneficios federales, pero no pagan impuestos federales ni votan en elecciones nacionales. Los que apoyan el acápite de "ninguna de las anteriores" arguyen que ser un estado libre asociado permite a Puerto Rico disfrutar la ciudadanía estadounidense y otros beneficios al tiempo que conservan su idioma, cultura e identidad nacional. Se estima que menos del 30 por ciento de los puertorriqueños habla inglés y el ingreso per cápita de la isla es de aproximadamente 8.100 dólares, menos de un tercio del promedio estadounidense de alrededor de 26.000 dólares anuales.

La decisión plebiscitada ayer no es vinculante para Estados Unidos. El congreso norteamericano había anticipado que sólo una contundente mayoría en favor del estatus político de estado podría hacerlos reflexionar sobre la posibilidad de otorgar a Puerto Rico la igualdad jurídica con los 50 estados de la Unión. Pero los puertorriqueños decidieron ayer que no son iguales a Alaska y Hawai, las últimas estrellas que se agregaron a la bandera.

 

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