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El péndulo de Lorenzo se acerca al menemismo

El Gobierno negó intencionalidad política en su apoyo económico a la UOM. El duhaldismo por ahora prefiere no atacar a Miguel.

El presidente Carlos Menem y el líder metalúrgico Lorenzo Miguel, una amistad que viene de hace años.
Miguel estaba alineado con Duhalde, pero hay muchos millones de razones que lo pueden hacer cambiar.

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Por Diego Schurman

t.gif (67 bytes) “No hay que dramatizar. El Loro da tantas piruetas que en seis meses puede estar otra vez abrazado con Duhalde”. Con esta frase, uno de los voceros del gobernador bonaerense intentó relativizar ayer el virtual pase del “Loro” Lorenzo Miguel a las filas menemistas, como resultado del salvataje económico que el Gobierno dispuso para la obra social de la Unión Obrera Metalúrgica.
El desinterés, de todos modos, aparentaba forzado. Algunos hombres del entorno de Eduardo Duhalde llegaron a desvincular la decisión oficial de otorgar 67 millones de pesos a la UOM del sueño re-reeleccionista de Menem. Es más, hablaban de la “legitimidad” de la ayuda económica sin abordar en ningún momento el trasfondo político de la medida.
Miguel es uno de los pocos dirigentes de la ortodoxia sindical que hasta la semana pasada mantenía firme su respaldo a la candidatura presidencial de Duhalde. El lunes, en un encuentro realizado en Olivos, Menem logró cambiar la óptica del viejo caudillo de la UOM con una promesa de salvataje económico para la obra social del gremio.
La propuesta oficial es tentadora:
u La UOM recibirá 67 millones en bonos y títulos para recomponer parcialmente las deudas generadas por las intervenciones de la dictadura militar y los primeros años del gobierno radical.
u También contará con otros 52 millones de pesos para deudas vinculadas con la seguridad social.
u Obtendrá, además, entre 5 y 20 millones de pesos para sanear pasivos generados por juicios que empresas constructoras iniciaron al sindicato tras la suspensión de planes de vivienda.
u Y sumará, a través de créditos puentes y en distintos tramos, una ayuda de 40 millones de pesos en el marco del plan de reconversión de obras sociales del Banco Mundial, acordado con el Fondo Monetario Internacional. Ese dinero, según explicó ayer el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, saldría del Banco Provincia y el Banco Nación.
“¿Cómo se va a dar dinero para que apoye o deje de apoyar a alguien?”, dijo Carlos Corach cuando se le consultó si la ayuda pretende alimentar la ofensiva re-reeleccionista. Al ministro del Interior y a los despreocupados hombres de Duhalde, lo contradijeron los propios dirigentes metalúrgicos consultados por este diario –algunos de ellos partícipes del encuentro–, que en estricto off the record confirmaron el interés encubierto de la jugada.
“Es obvio que en la reunión con Menem, donde había más de doce personas, nadie habló de re-reelección. Pero no somos ingenuos, no hacía falta que nadie mencionara esa palabra”, dijeron.
Miguel evitará hablar en estos días de la maniobra del Presidente. Y nadie se lo imagina apareciendo en público para proponer un tercer mandato consecutivo de Menem. Pero ayer ordenó rápidamente la confección de una solicitada. Está preocupado en aclarar los términos de la ayuda oficial, que se basa en una ley de 1990 que autoriza al Estado a subrogar y asistir a las obras sociales endeudadas.
De esta manera buscará modificar el eje de la discusión: al margen de la legalidad o no del crédito lo llamativo es el momento en que el Gobierno decidió dar lugar a un salvataje que viene siendo reclamado desde principios de la década.
Nadie olvida una sucesión de hechos ocurridos en las últimas dos semanas, que dieron forma a la avanzada re-reeleccionista. Primero fue el fallo de la Justicia habilitando a Menem a prolongar su mandato como jefe del partido. Siguió el acercamiento de Alberto Pierri, un fiel ladero duhaldista, a la Casa Rosada, al punto tal de compartir un acto –al que fue Miguel– con el Presidente. Después fue el triunfo del candidato de Menem en Córdoba; el compromiso de los gobernadores justicialistas atrabajar por un tercer mandato y ayer la decisión de un grupo de senadores de convocar a que todos los afiliados del PJ reconozcan a Menem como líder absoluto del partido.

 

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