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Por M. Fernández López
Un 22 de noviembre...
de 1898 nacía Lionel Robbins, cerca de Londres. Estudió un año de artes en el University College, de Londres. Después de la guerra mundial, en que participó, su vida transcurriría seis décadas en la Escuela de Economía de Londres, como alumno, investigador y docente. En 1923 Beveridge lo tomó como ayudante de investigación. En 1925/7 enseñó en Londres y en 1924/5 y 1927/9 en Oxford. Publicó La empresa representativa (1928). En 1929, con 31 años, sucedió a Allyn Young en la cátedra Senior. En 1930 publicó La elasticidad de la demanda de ingreso en términos de esfuerzo. Eran artículos críticos hacia Marshall. En 1932 apareció su Ensayo sobre la Naturaleza y Significación de la Ciencia Económica, cuya noción de Economía es el pasaje más famoso: La Economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos. En torno a Robbins se formó un círculo de profesores notables: John y Ursula Hicks, Hayek, Allen, Kaldor, Lerner. Al publicarse la Teoría General de Keynes, todos menos Robbins y Hayek adoptaron la economía keynesiana. Robbins mismo lo haría en la Segunda Guerra Mundial, como miembro del Gabinete de Guerra Británico y en el Libro Blanco de 1944, que atribuyó al Estado la función de mantener empleo elevado y estable. Colaboró con Keynes en los acuerdos de Bretton Woods. En la posguerra volvió a su primer amor, las artes, pintura y ballet, como administrador de las galerías Nacional y Tate y director de la Opera de Covent Garden. Su labor docente y autoral se concentró en historia del pensamiento económico. Publicó: La teoría de la política económica en la economía política clásica inglesa (1952), Robert Torrens y la evolución de la ciencia económica inglesa (1958), Teoría del desarrollo económico en la Historia del Pensamiento Económico (1968) y Evolución de la teoría económica moderna (1970). En 1961 fue designado barón Robbins de Clare Market. Su noción de Economía, difundida en la Argentina por el profesor Francisco Valsecchi, fue relativizada por Oskar Lange: De esta manera, la economía política se transforma definitivamente en un capítulo de la praxeología, o sea, en la ciencia de la programación. Visitante de muchos países y pueblos, su vida no hubiera sido completa sin conocer a los argentinos, y nos visitó en 1981. Robbins falleció el 15 de mayo de 1984.
Esto lo dijo José de San Martín
Una nación que elige la soberanía, no sólo necesita fuerzas armadas que resistan agresiones bélicas, sino políticas constructivas, que echen nuevas bases a la economía interior y pongan límite al dominio extranjero sobre el propio país. Al cambiar el proyecto nacional, cambian los objetivos y adquieren nueva valoración los recursos. Una colonia no necesita, por ejemplo, ciencia ni científicos; pero sin ellos una nación soberana no sobrevive. En lo económico. Se defienden los recursos propios y las actividades ejecutadas por connacionales. Los programas económicos se tiñen de nacionalismo y proteccionismo. La experiencia de las naciones europeas durante la Edad Moderna, según observó el Premio Nobel en Economía Gunnar Myrdal en Teoría económica y regiones subdesarrolladas, fue análoga a la del gran despertar de las naciones africanas y asiáticas al concluir la Segunda Guerra Mundial. Fue, también, el caso de las naciones latinoamericanas que cortaron la sujeción con España en la primera mitad del siglo pasado. Con la entrada de San Martín a Lima, el 28 de julio de 1821, se proclamó la independencia del Perú. Apenas dos meses después, San Martín, quien se calificaba a sí mismo como un liberal, dictó un Reglamento Provisional de Comercio, que era todo lo contrario a lo que se podría llamar apertura indiscriminada de la economía, desprotección de las actividades económicas internas, enajenación de recursos o promoción del capital extranjero y la importación. No por ello retrocedía a regímenes precapitalistas, como el feudal. Por el contrario, liberó a los esclavos o siervos. Tampoco iba a un régimen cooperativo o colectivista.
Sencillamente, salía de un capitalismo colonial y entraba en un capitalismo autónomo. Y ello suponía enfrentar a los intereses creados. Pues como dijo Napoleón, no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos: Se abren los puertos peruanos del Callao y Huancacho sólo para buques peruanos. Los barcos extranjeros deben nombran consignatarios peruanos en el puerto de llegada. Se establecen derechos duplos a toda mercancía cuya importación pueda ser perjudicial a la industria nacional. Se prohíbe a los vendedores extranjeros la venta de artículos al por menor, quedando tal privilegio en manos del comerciante peruano. El comercio interior se declara libre, prohibiéndose las aduanas interiores.
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