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BILL GATES, BIG BROTHER MODERNO
Reality bytes
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En menos de un par de semanas Windows 98 (la nueva versión del Sistema Operativo utilizado por el 90 por ciento de las PC) debería estar a la venta... si ningún infortunio lo impide. Hay una serie de hechos que deben estar poniendo algo nervioso a Bill Gates. El 18 de mayo, el Departamento de justicia estadounidense junto con veinte estados de la Unión iniciaron formalmente la demanda contra Microsoft, acusándola de monopolio en el mercado de los sistemas operativos y en el de los browsers (programas para navegar la WWW). |
Sin embargo, los emprendimientos contrarios a la gran empresa de Bill no son ninguna novedad. Desde hace años se dispersan por la Web numerosas páginas anti-Microsoft, realizadas por usuarios hartos de lidiar con el Sistema Operativo (SO) de las ventanitas. Desde Bogotá (Colombia), fue lanzada al ciberespacio la primera página en castellano anti-MS http://wwwest.uniandes.edu.co/di-pedra/antims/. Allí se puede hallar una lista con las razones primordiales por las cuales se debería odiar a MS y unos cuantos chistes sobre el tema. Además están los links a otras páginas relacionadas con la lucha Anti-MS y un test para medir nuestro conocimiento acerca de la megaempresa. Quien ose entrar a este site con el browser de MS (el Internet Explorer), tendrá que soportar reiteradamente la aparición en pantalla de la siguiente advertencia: Esta página no se ve bien con ese patético programa, aunque de todas maneras puede entrar. ¿Qué tal?
FreeDows no es anti-MS, sino alternativo a Windows. Hace casi ya dos años que una legión de programadores y simples usuarios de computadoras están trabajando para que durante este año sea lanzado FreeDows .98, un SO de distribución libre y gratuita. FD será capaz de ejecutar programas que corran en Windows 3.11/95, DOS y, a la larga también en Linux y Mac OS. Y tiene su historia. Transcurría el año 1996 cuando en Kamploops, una de las ciudades de la provincia canadiense Columbia Británica, Reece Sellin (un precoz estudiante universitario de 14 años), estaba realizando investigaciones con sus compañeros de estudio para desarrollar un nuevo SO. La idea era hacer un producto accesible a cualquiera (gratuito) y a la vez, modificable por cualquiera -que todos los usuarios tengan acceso al código fuente con el que fue realizado el programa, cosa actualmente imposible para todo el software regido por el sistema de copyright-. En medio de sesudos cálculos de programación, al muchachito se le ocurrió que socializar el proyecto a través de la gran Red, sería la única manera de hacer real el magnánimo proyecto. Quien quiera participar del mismo (en alguna de sus múltiples actividades) no tiene más que dirigirse a www.freedows.org y allí podrá entrar en contacto con las más de mil personas que en estos momentos trabajan (organizadas en diferentes niveles) para que FreeDows pueda estar en poco tiempo en nuestras computadoras.
Verónica Engler [email protected]
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En el mes del Mundial
Cine, cine, cine |
 | Las imágenes de Akira de Katsushiro Otomo o Amateur de Hal Hartley que acompañaban los recitales de Dios, Club 669 o Valium en el Salón Pueyrredón (Pueyrredón 946), se independizaron de su rol decorativo y ahora tendrán su propio ciclo. En video ampliado pero con buena definición, hoy y mañana a las 22 se proyectará Lost Highway de David Lynch (que desde hace meses duerme sin perspectivas en los estantes de las distribuidoras). |
El jueves y el viernes de la semana que viene será el turno de The Addiction de Abel Ferrara (la película anterior a El funeral), inconseguible en la Argentina en todo formato. El 25 y el 26 el ciclo se cerrará con Amateur, una de las tantas películas del director Slacker que nadie se atrevió a traer al país. Emilio, miembro de Valium y organizador del ciclo, contó que si la respuesta del público es buena, la muestra de cine independiente dentro del mainstream continuará con Yo le disparé a Andy Warhol (la película sobre la militante Valery Solanas que atentó contra el icono pop), Nowhere de Gregg Araki y más cortos de Hartley. En Avenida Corrientes no se consigue. |
Daniel Buira habla de La Chilinga
Los futuros murguistas
Martes. Ocho de la noche. A metros de la estación Martín Coronado, una chica mata el frío bailando sola en la calle. Ritmos que remiten a los uruguayos Falta y Resto y Repique provocan su cuerpo. Los sonidos, combinación de timbales, tambores, redoblantes y zurdos, provienen de un primer piso que da a la calle San Lorenzo: se trata de La Chilinga, escuela de percusión que, para chapear sin drama, tiene como motor creativo al baterista piojo Daniel Buira. La Chilinga es una búsqueda de alegría a través de la percusión. Mezclamos ritmos africanos con rioplatenses, aunque estamos más cerca de éste por una cuestión de sangre. Darle vida a los tambores es una forma sana de rechazar las porquerías del sistema como la tv y los shoppings dice. |
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