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En diálogo exclusivo con el NO (¿un suple joven brasileño?, no Rob)), el hombre orquesta del heavy metal de fin de siglo habla de su primera experiencia solista, de su fallido paso por Hollywood y de su nuevo sello, además de otras consideraciones del tipo “"Sonic Youth se parecen a mis padres"”. En fin, así son los muertos vivos.

Miguel Mora

El gurú metálico-industrial de los 90 está de vuelta. Líder y cantante de White Zombie, pero también ejecutivo discográfico, director de videos y cortos, productor cinematográfico en ciernes, el hombre de aspecto amenazador y corta estatura -las fotos engañan, debe decirse- no puede quedarse quieto. Adicto confeso al trabajo (“casi nunca duermo, siempre estoy haciendo algo. Me acuesto muy tarde y me despierto muy temprano. Es como que tengo un miedo a que la vida sea muy corta”), Zombie no puede parar y ésa es, dice, una de las razones para atacar con su primer trabajo solista Hellbilly Deluxe (editado el martes 25 en todo el mundo).

En mayo de 1996, el hombre declaraba: “Este grupo nunca tuvo un vínculo muy fuerte. No es el típico caso de los cuatro amigos que formaron una banda para empezar a tocar” y la remataba con “hay muchas otras cosas que quiero hacer y no incluyen para nada a la banda”. En ese momento no podía tomarse demasiado en serio esas palabras. White Zombie había lanzado el año anterior Astro-Creep 2000, su obra cumbre. Sin embargo y con el tiempo, la actividad de WZ se fue limitando a incluir temas de descarte en algunas bandas de sonido, hasta que Rob se juntó con Alice Cooper para grabar un tema que formó parte del álbum inspirado en la serie The X Files y a fines de ese mismo año, lo hizo también para la película inspirada en la vida de Howard Stern. El Zombie solista tomaba forma. Sin embargo una extensa e inconclusa tarea como director de la tercera parte de la película The Crow (ver aparte) lo mantuvo alejado de la música. Ante la decepción de su proyecto más ambicioso, el hombre de la bolsa comenzó a grabar algunas canciones en un estudio que terminó convirtiéndose en su primer álbum. Todo empezó en la casa que Charlie Closer -de Nine Inch Nails-, en Hollywood. “Hubo mucha gente involucrada. La mayoría de las guitarras y el bajo las grabó Danny Lohner de Nine Inch Nails y otro tipo, Riggs, que es el que ahora está en la banda conmigo. El tocaba en un grupo llamado Screw que era de Texas y estuvo por un tiempo en Prong. La batería estuvo a cargo de John Tempesta, que estaba conmigo en White Zombie, y Tommy Lee”, le cuenta al NO desde algún lugar de California. La mención del rocker, famoso por sus encuentros pugilísticos con Pamela Anderson -y que le costó unos meses en la cárcel- merece una explicación. “Tommy se fue de su casa después de que comenzó todo el problema y se mudó a nuestro estudio, entonces lo veía todos los días. Como no estaba haciendo nada, le pedí que tocara en un par de canciones, porque es un baterista extraordinario. A pesar de sus quilombos, me parece una persona muy agradable y copada cuando está sobrio. Tengo el presentimiento de que la locura le viene con la borrachera”.

El resultado final de Hellbilly Deluxe (un juego de palabras entre el mote con que conoce en Estados Unidos a los campesinos, la mención infernal y la categoría “de lujo”) no marca diferencias de los trabajos con su ¿ex? banda, con la que no descarta un nuevo álbum en el futuro. El mismo sonido, tal vez algo más electrónico, pero con la misma esencia. El padre está orgulloso de su criatura: “Me siento más orgulloso de este disco que de los de White Zombie. Me gusta más, es algo que no puedo explicar... Pero siento que cada álbum que grabo está más cerca del disco ideal que estoy tratando de hacer”. Lo cierto es que entre las marcas Rob Zombie-White Zombie, la diferencia es casi imperceptible. En todos los trabajos previos del grupo, él se encargó de la música, las letras y todo el concepto artístico. El grupo siempre fue suyo y estaba a disposición de sus estados de ánimo, aunque según aclara el título de “músico” no le agrada. “Todavía no quiero ser considerado como tal. Es un accidente. Me acuerdo estar viviendo en New York, ir al CBGB y todo ese tipo de clubes (tenía 18 cuando me mudé a esa ciudad) y todos querían ser músicos. Cuando era un chico amaba Kiss, Led Zeppelin y entonces todos querían ser estrellas de rock, pero veía las bandas que tocaban y pensaba ¡qué bandas de mierda! Me di cuenta de que yo podía formar un grupo y lo hice”.

La irrupción de White Zombie a principios de la década llamó la atención, entre otras cosas, por el especial cuidado en la cuestiónescenográfica-teatral de sus shows en vivo. A Zombie le gustan los escenarios decorados con un look de película de terror de bajo presupuesto, y con los músicos como los monstruos baratos de protagonistas. ¿Poco serio? “No lo entiendo, porque durante los 70 todo el mundo tenía montado un gran show. No importaba si era Kiss o Elton John, todo era grande y a la mayoría le encantaba. Me parece que lo que pasa acá en Estados Unidos es que todavía son muy conservadores y aburridos. A la misma gente que se queja de los grandes shows de rock después le encanta ir a Las Vegas, gastar plata y ver esos espectáculos de mierda con tigres saltando por ahí”. El concepto en su cabeza sigue intacto. Basta con verlo todo producido de monstruo, para saber que lo suyo es pura joda gore-metal y nada de tristeza grunge-alternativa-lo que sea. “Son todos aburridos. Cuando era un chico, me gustaba ver a grupos que estuvieran locos y no bandas que se parecieran a mis padres. ¡Y la verdad es que Sonic Youth y todas esas bandas se parecen mucho a mis padres!”

Mis Amigos

Su creación favorita de los últimos tiempos es el sello discográfico bautizado Zombie A Go-Go Records, con dos lanzamientos ya concretados. Son The Ghastly Ones con A Haunting We Will Go-Go y The Bomboras con Head Shrikin Fun. Ambos grupos practican algo que podría denominarse surfhorror, cuidando la estética y el concepto clase B, como pequeños discípulos de su ahora jefe Rob. “Era amigo de The Ghastly Ones. Los fui a ver me parecieron grandiosos y a través de ellos conocí a The Bomboras. Ambos grupos son de Hollywood y me parecía una lástima que anduvieran por ahí sin un contrato discográfico”. La cuestión amistosa tiene un papel muy importante en el desarrollo de Zombie A Go-Go. “En realidad todavía no quiero editar a nadie con el cual no me sienta amigo y eso hace al sello un poco extraño. Todos tienen que trabajar juntos y si no mantienen una amistad se hace muy difícil. El próximo disco que vamos a editar es un compilado de 17 grupos diferentes, de algunos soy amigo a otros ni siquiera los conozco. Algunas bandas de ese compilado son conocidas como Reverend Horton Heat y Rocket From The Crypt, y el resto son de ese estilo de rock’n’roll”.

A pesar de que nunca pidió material abiertamente, el NO se permite pasar la dirección para los que consideren que pueden convertirse en amigos de Rob: Zombie A Go-Go Records, 8491 Sunset Blvd, Hollywood, CA 90069 ¡Suerte!

Brazil

El futuro inmediato está claro: dos años de gira, con una banda integrada por Riggs, Tempesta y un tal Blasko en el bajo. El 6 de octubre comienza en Estados Unidos, en noviembre sigue por Europa y luego incluiría Australia y Japón. ¿Argentina? “Vamos a volver”, dice Rob, que confunde su visita a Brasil en 1996 y globaliza el continente. Aquella vez, sucedió algo curioso: mientras desataba su tormenta eléctrica sobre el sambódromo de Río de Janeiro, Zombie vio cómo un joven fan subía al escenario. Se paralizó en el acto y dejó de cantar. El chico, por supuesto, fue bajado a los empujones y nunca llegó a tocar a su ídolo. Recuperado del susto, el hombre malo siguió aullando.

Cinemania

Como si se tratara de una versión mejorada de los Misfits, la figura de Mr. Zombie remite indefectiblemente al cine. En principio, el nombre White Zombie es el título de una película protagonizada por el Drácula más ilustre de la historia del cine, Bela Lugosi. Fanático enfermizo de toda la parafernalia del terror de bajo presupuesto, Rob dirigió los clips de su propio grupo y hasta le propusieron dirigir la tercera parte de The Crow. Tras casi un año y medio de trabajo, el largometraje fue dado de baja por la compañía; sin embargo él no lo toma como un fracaso. “Fue algo decepcionante porque trabajé en el proyecto, pero sé que en Hollywood esto es típico. No puedo creer los millones de dólares que pusieron en esta película para que no pasara nada. Puede sonar estúpido, pero fue un buen centro de aprendizaje”. Por eso hasta ahora, su única participación concreta en Hollywood fue un segmento del largo Beavis y Butthead do América. Ahí los chicos malos de MTV tienen un viaje alucinógeno ¡increíble! en el desierto de Nevada, con música estruendosa, mujeres en bolas y todo lo que ellos desearían tener. Típico. Además de la realización del corto, Zombie incluyó un tema inédito de su banda. Sin embargo, guarda una visión bastante crítica a las tan en boga bandas de sonidos que rejuntan grupos de rock. “Puede que suene un poco hipócrita, pero para mí, la música de películas es una decisión del director. Y si todavía deja que pongan música rock que no encaja, es un idiota. Pero yo soy más astuto que él para llevarme el dinero. No me importa si la película termina siendo un desastre, yo tomo la plata y me voy. Hace unos años, cuando uno veía El Exorcista o películas del estilo, no había música rock. De hecho con esa música no hubieran asustado. Por ejemplo, si se aparece el diablo, no querías escuchar una puta canción de Chemical Brothers, pero ahora son capaces de hacerlo. Las buenas películas no permiten esta mierda: Steven Spielberg no suele usar bandas de rock para sus films. Los buenos directores saben lo que hacen, los boludos ponen música de mierda y yo estoy más que feliz de llevarme la guita”. En plan de recomendaciones, Rob no se anota con los éxitos de taquilla. “En general me gustan las cosas que la gente menos se imagina. No tengo el menor interés en ver las mierdas tipo Armaggedon, no podría resistirlo. No sé si fue estrenada en Argentina, pero hay una que se llama Something About Mary que es muy buena. Es una comedia de los mismos tipos que hicieron Tonto y Retonto y en un estilo similar, totalmente grotesca y estúpida pero muy divertida”.