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Lee Ranaldo, profeta eléctrico

Pongámoslo en estos términos: para alguna gente, el hecho de que un Sonic Youth haya estado en la Argentina resultó todo un acontecimiento (incluso para pedir autógrafos). La cuarta parte de la banda “alternativa” más grande del mundo hizo lo suyo en el ciclo Experimenta y habló de ellos, del estado de las cosas en el rock y de su categoría de estrella.

MARTIN PEREZ

El sonidista no pudo ni quiso esconder la sonrisa. Al promediar el buen show que Lee Ranaldo dio en Cemento el domingo por la noche, el guitarrista de Sonic Youth decidió desenchufar su instrumento y juguetear con el plug. Ese momento, si sucede en un recital común y silvestre, es acompañado por un golpe sonoro que se suele ocultar bajando el canal correspondiente. Pero no hacía falta bajar nada. En medio de la hora de noise con la que Ranaldo hizo honor a su historia y al ciclo Experimenta, ese ruido fue tan solo otro toque magistral dentro del hipnótico devenir de un show arriesgado. En los pocos momentos que dejó su guitarra, Ranaldo se acercó al micrófono para leer algunos párrafos de su diario de viaje por Marruecos, específicamente el que narra su encuentro con los míticos Maestros Musicales de Jajouka, una comunidad musical que se hizo famosa en los sesenta por aquel disco alucinado que grabó Brian Jones: The pipes of Jajouka. “Mi guitarra primitiva/ sofisticada encaja sin esfuerzo con su música sofisticada/ primitiva. Ellos entienden el ruido, lo toman como lo que es”, leyó, y ese párrafo de su diario de viaje de tres años atrás encajó perfectamente con el espectáculo que mostró en Cemento.

“Estoy planeando editar ese diario de viaje, así como un disco que grabé tocando con los Maestros”, le comentó Ranaldo al No esa misma noche, antes de subir a tocar. Apenas llegó a Cemento, junto a su mujer Leah, se había entretenido hablando y firmando autógrafos (!) a sus fans. “¿Dónde compraste ese disco?”, preguntaba sorprendido a quien le extendía alguno de los EPs independientes de Sonic Youth, antes de estamparle el “Lee” que hace las veces de firma. Nada de pose de estrella, alternativa, pero estrella al fin. “Es verdad que hay cierta gente que para el público es muy lejana, como por ejemplo Michael Stipe. Pero para mí, o para Sonic Youth, eso nunca fue así ”.

-A thousand leaves tuvo algunas críticas realmente malas. ¿Cómo las tomaron?

-La única realmente mala, que para mí es una crítica loca y genial, fue la del New Musical Express. Las otras fueron positivas. .

-Hay un consenso general sobre la importancia de los tres EPs instrumentales que editaron antes de ese nuevo disco. Para muchos, eso les permitió recrearse como grupo...

-Pienso que nos liberaron de alguna manera. Porque es por cosas así que queríamos hacer música. De hecho, siempre hemos tocado esa clase de música, pero nunca antes habíamos sido capaces de grabarla correctamente y editarla. A menos que hubiera sido en un grabador como el que tenés. Pero ahora estábamos en el momento exacto para hacerlo.

-Es difícil pedir que lo resumas en unas pocas palabras, pero me gustaría que cuentes cómo te parece que ha ido evolucionando Sonic Youth desde sus comienzos ...

-Depende de a qué te estés refiriendo... Quiero decir: nosotros tocamos ahora de la misma manera que tocábamos cuando comenzamos. Somos un poco mejores con nuestros instrumentos y nos hemos ido moviendo detrás de ciertas ideas, que por suerte aparecen.

-¿Piensan ahora lo mismo que pensaban entonces sobre el rock y su cultura?

-Creo que sí. El rock ha atravesado por muchas cosas en estos años, pero la motivación principal sigue siendo la misma. Eso sí, la cultura rock de hoy en día crece dentro de algo, ya no es una pequeña cosa aislada. Muchas cosas de la cultura rock que conozco son un gran negocio, en el que nosotros hemos puesto un pie adentro, así que sabemos de qué se trata. No es allí donde nos gusta estar, nosotros vivimos del lado de la música under. Por eso aclaro que cuando se habla de rock, todo depende de lo que se esté hablando. Las cosas que son interesantes, las que nosotros buscamos, se refieren a mirar hacia adelante. Juntar muchas cosas y salir hacia adelante con ellas, no quedarse haciendo música nostálgica. Como, por ejemplo: ¡Hagamos una banda y tratemos de sonar como los Rolling Stones! (se ríe).

-¿Cuál es la receta para seguir mirando hacia adelante? Porque no es común que una banda de casi dos décadas mantenga esas ganas...

-Es algo común si se piensa en grandes músicos. Como John Coltrane. O Grateful Dead, por ejemplo, que durante 25 años siguieron moviéndose hacia adelante, detrás de una buena idea. El problema llega si uno se queda atrapado en la cultura de la celebridad. Cuando uno se transforma en una estrella se hace más difícil cambiar, porque uno ha luchado por imponer una imagen, y cuando lo logra es muy difícil abandonarla.

-En su libro Mansion of the Hill, el periodista Fred Goodman dice que durante años el rock fue un lenguaje secreto, gracias al cual la gente podía reconocerse. Alcanzaba con decir el grupo que escuchabas, y ya sabían qué clase de gente eras. Eso parece ser algo que desapareció en los noventa...

-Puede ser. Es verdad que todavía hay bandas que siguen hablando ese lenguaje secreto, y que no están precisamente en las grandes discográficas. Lo que pasa es que todo cambió después de Nirvana. Antes de la gran explosión, cuando ellos aún estaban abriendo shows para nosotros, realmente existía una poderosa escena under. Entonces los grandes sellos hicieron su entrada, firmaron a muchas bandas y crearon un gran caos.

-¿Aún existe ese caos?

-No. Porque ellos ya se retiraron, ahora están ocupados con el rap y el r&b, o sus nuevas bandas, como Wallflowers o Hole, la única de aquellos días que pudo dar el gran salto. Así que nosotros pudimos volver otra vez a hacer lo nuestro. Este nuevo disco y los EPs reflexionan de alguna manera sobre todos estos sucesos. Y lo mismo sucede con los últimos discos de Pavement y Tortoise. Todos están diciendo algo como: “OK, podemos hacer otra vez lo que queremos. Ya sabemos que las discográficas no van a venir a ofrecernos miles de dólares, así que tenemos que seguir siendo lo que queremos ser y seguir adelante para hacer suficiente dinero para sobrevivir”. Todo ha vuelto a la normalidad. Y la música también.