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Eterna sonrisa de New Jersey y Bacigaluppi

Para el cine, el truco es simple. Veinticuatro imágenes por segundo logran el movimiento perfecto, es decir, aquel que consigue que el espectador nunca cuestione -ni se cuestione- el movimiento mostrado. Nadie piensa, mientras mira una película, que lo que ve se mueve. En cambio, eso es precisamente lo que uno piensa delante de Carlos Sorín: siempre se tiene la sensación de que él se va a ir. No porque esté apurado o incómodo, sino porque al mirarlo parece que se va a mover. Proyectándose a mayor cantidad de fotogramas que el resto de los mortales (a cincuenta, a cien fotos por segundo), Sorín repite que las entrevistas no lo entusiasman demasiado. De ahí el temor a pestañear y encontrar el lugar vacío al abrir los ojos; de ahí el impulso a apurar las preguntas.

TOMA 1 Si el plan es encontrar el momento preciso en que comenzó a moverse, la tarea será ardua, porque no quedan archivos. Sorín no guarda nada de esa época, ni siquiera en su memoria. " Eso ya está en la tiniebla de los tiempos. ¿Cuál fue la decisión? No, no sé, viene de chico..." , dice, como si se disculpara de algún mal hábito. Y a modo de mea culpa reconoce con orgullo: " Era un fanático. Compré mi primera cámara a los ocho o nueve años y siempre estuve con el cine, pero el cine fundamentalmente por la máquina, por la mecánica" .

De las dos escuelas de cine oficiales que había entonces, eligió la de la Universidad de La Plata. Frente al alud actual de escuelas y universidades del ramo, no cree que el punto de discusión esté en la enseñanza ni en la cantidad. " Lo más importante viene después: encontrar una salida laboral, transformar el cine en un medio de vida."

ACCION En una historia en la que el movimiento, por la velocidad, borra toda posibilidad de precisiones, se hace difícil restaurar la cronología de los hechos. Quince años antes de filmar su ópera prima, La película del rey, Sorín terminó la facultad y comenzó a trabajar en cine publicitario. Paralelamente -a principios de la década del 70- colaboró en la fotografía de varios largometrajes (El Adentro, de Hugo Gil; Este loco verano, de Fernando Arce, y La familia unida esperando la llegada de Hallewyn, de Miguel Bejo). Si bien La película del rey es de 1984, el argumento comenzó a escribirse varios años antes, durante el rodaje de La nueva Francia, un proyecto de Juan Fresán y Jorge Goldenberg que, con otros títulos tentativos (La nouvelle France o El reino de Araucania y Patagonia) empezó a filmarse en el año ‘72. Juan Fresán y Jorge Goldenberg escribieron el guión, dirigieron y produjeron una película que trataba sobre la vida de Orelie Antoine de Tounens. El rodaje se suspendió en noviembre de ese año por falta de fondos, y todos volvieron a casa, entre ellos Sorín, que había partido con el resto del equipo hacia Viedma y Carmen de Patagones para realizar la fotografía de la película. Algún tiempo después, Sorín y Goldenberg escribieron el guión de La película del rey. " Esa experiencia fue la que motivó la película. Lo que nosotros hicimos fue contarla, documentarla" . Aunque advierte que en su ópera prima pasaban cosas peores detrás de cámara que delante: " No fue una filmación placentera, era una especie de maldición. Pasaba lo mismo que en la historia en cuanto las sensaciones que uno tiene: un barco imposible de llevar" .

TV CULTA Ya de regreso de los Festivales de Biarritz y Venecia, donde su obra fue premiada, y del estreno de la película con inesperado éxito de crítica y público, la Secretaría de Ciencia y Técnica convocó a Sorín, junto a otros directores, para dirigir en televisión. " Hicimos un ciclo, con un programa unitario cada uno, en el que la ficción tenía que tener alguna relación con algún tema científico. Y en ese momento estaba la primera oleada del tema de la crotoxina. Y ahí había un tema que a mí me interesa mucho, que es la relación entre pensamiento científico y el mágico. El tema de la crotoxina y el creer" . En un documental apócrifo, con guión de Alan Pauls, respaldado por la inconfundible voz de Ernesto Frith (el legendario locutor de La aventura del hombre) y un agudo sentido del humor, Sorín contó la historia de la BIO-K2, una droga capaz de alargar la vida, extraída de ciertas células ignotas del ñandú.

INTERVALO Oveja negra de una generación en la que todos pretendieron ser " el autor" del cine de autor argentino, no siente culpa por haberse dedicado a la publicidad. Lejos del eterno enfrentamiento entre lo artístico y lo comercial, su planteo es muy simple. " Hay dos actitudes posibles en ese aspecto: uno quiere hacer un largometraje y consigue plata haciendo publicidad o, como yo, es director de cine publicitario, y gasto la plata que gano ahí haciendo largometrajes" . Y se ríe, como quien sabe que acaba de contar algo más que un buen chiste.

LA SONRISA QUE NO VIMOS Ganar un León de Plata en el Festival de Venecia por La película del rey ayudó a Sorín a conseguir productores internacionales para su siguiente proyecto: Eterna sonrisa de New Jersey. " La película era la historia de un personaje parecido al de La película del rey, en un tono de humor distinto. Era un dentista irlandés que se había lanzado por el mundo a combatir las caries. Un Khomeini de las caries. Un personaje extremo de la odontología, que recorre Latinoamérica en una motocicleta Harley Davidson con un sidecar que hace las veces de sillón odontológico. Tiene un solo enemigo: las caries. Y llega a la conclusión de que las caries son imposibles de combatir y que la única forma es terminar con las dentaduras y poner dentaduras de acrílico incorruptibles. La incorruptibilidad es el sueño de todo fundamentalista. Uno de los productores ingleses me propuso a Daniel Day-Lewis como protagonista. Lo conocí en París, y tuvimos dos reuniones antes de empezar a trabajar" . A la hora de pedirle referencias de uno de los actores más conocidos cuando aún no lo era -recién ganaría el Oscar por Mi pie izquierdo un año más tarde-, Sorín precisa que " es un tipo tan inteligente que a la semana se hizo hincha de Boca, e iba a la cancha todos los partidos" . Más allá de cuestiones deportivas, los únicos detalles que agrega son muy generales: " Trabajar con Lewis fue genial, es un tipo maravilloso. Muy estricto, un actor de una sensibilidad exquisita. Con la mirada te entendías. Un actor maravilloso, un tipo bárbaro" .

No se puede analizar cuadro por cuadro una historia que fue pensada para ser vista en movimiento. Cada imagen en particular, los hechos concretos, los detalles, aparecen movidos para contribuir en la proyección final al movimiento citado. Y en cada uno de ellos es imposible determinar nada. Los datos se presentan con la misma efímera vaguedad que los que faltan, y llega un punto en el que se hace necesario construir otra historia, una paralela, que complete a la primera. Entonces: Daniel Day-Lewis llevándose muy bien con su compañera de elenco, Mirjana Jokovic, tan bien que se dificulta llamarlo a rodaje. O Daniel Day-Lewis en un reportaje a alguna revista extranjera, mirando al infinito con aire filosófico, preguntándose en voz alta y en su mejor actuación: " Eterna sonrisa... Eterna sonrisa..." intentando recordar una película de la que prefiere no hablar.

Una vez terminada la filmación, Sorín estuvo con él durante el doblaje, y se vieron dos veces más. Pero nunca llegó a saber qué opinión tuvo del producto terminado. " La película tuvo una cantidad de inconvenientes al final, porque yo hice un corte y la productora hizo otro. Me alejé un poco de la película, o sea que no sé cuál fue la reacción de Daniel con respecto a la última versión" .

Si bien la película se estrenó internacionalmente, en la Argentina sigue inédita, y cuando se le pregunta el motivo, sorprende por su sinceridad. " No se estrenó acá porque no hice nada para que se estrene. Es una película de la cual no estoy conforme" . Tal vez por su teoría de que cuando filma un largometraje lo hace para gastar lo que ganó filmando cine publicitario -o tal vez por otras teorías-, Carlos Sorín puede darse el lujo de no estrenar. Tampoco tiene problemas en justificar su decisión y hacer una autocrítica. " Yo creo que Eterna sonrisa..., pese a que funcionó en ciertos niveles, e incluso en algunos festivales, es una película fallida, tanto la versión que hicieron los productores como la mía. Fallida respecto de la idea original que uno tiene de la película. Eso pasa cuando uno entra al género de películas riesgosas, en las cuales se pierde el rumbo con facilidad" . Y repite que no le interesa un posible estreno, que ya se lo pidieron mucho de los canales de televisión, y hasta encuentra una excusa más: " Habría que doblarla. El inglés fue un problema grave. Los actores argentinos hablan inglés doblado. No queda bien" .

Eterna sonrisa de New Jersey y BacigaluppiTOMA 3 En estos momentos Sorín, junto con Alan Pauls y Beda Docampo Feijóo, está preparando su tercer largometraje. " El libro lo están escribiendo ellos, pero yo colaboro como director" . Es una producción en conjunto con Oscar Kramer, pero hay que esperar que el libro esté terminado para ver " cómo se arma el negocio" . La nueva película contará la vida de Bacigaluppi, un nadador de la década del cuarenta. Al contrario de sus producciones anteriores, la filmación será en Buenos Aires y alrededores, y no en el sur.

Aunque la película no es un documental, lo documental está presente a lo largo de la historia. " Es un documental reconstruido" , arriesga Sorín y da sus razones para elegir este enfoque a la hora de encarar su nuevo proyecto: " Con los talk-shows la realidad invadió los ámbitos de la ficción, subió al escenario. Nadie puede saber si esos abogados que se agarran a piñas son verdaderos o falsos. Ante eso, a los que hacemos ficción lo único que nos queda es bajar a la realidad y hacer documentales. Es un movimiento contestatario de este nuevo fenómeno del medio, donde no se sabe qué es verdad y qué mentira" .

LLAMENLO BACIGALUPPI Con calma y sin ningún apuro, el director cuenta la historia de su historia, con la que pretende hacer justicia de un argentino olvidado: " Bacigaluppi fue un nadador con mucho tesón, con mucha voluntad, pero no con el suficiente talento. Las cosas nunca le fueron fáciles. Se parece a los personajes de las películas anteriores en el sentido de que son obstinados, en este caso es un nadador obstinado en vencer metas deportivas. Creo que Bacigaluppi creció en un momento inapropiado. Si el éxito le hubiera llegado en 1950, hubiese sido un ídolo, como Gatica. La historia cuenta su vida personal y su vida deportiva. En realidad vivió poco, murió en el ‘63, a los veintinueve años. La película toma todo, menos un lapso entre los diez y los diecinueve años, donde no hay mucha documentación ni testigos, pero el resto se toma completo. Este personaje, como los otros, no llega a cumplir su meta, ya que cuarenta y pico de años después de su muerte, nadie lo recuerda. Este es un país ingrato con sus héroes" .

Sorín trabajará con dos tipos de materiales. Además del de la filmación en sí (documentos de la época, fundamentalmente a partir de 1954, cuando Bacigaluppi empieza a ser figura pública), tomará el de otra película que se hizo entonces: " La produjo Artistas Argentinos Asociados y se llamó Brazadas de gloria, que no llegó a estrenarse nunca y que cuenta la vida del nadador" .

En lo que concierne a este " documental construido" , Sorín se explaya sobre cómo será el trabajo: " En la película hay un tiempo de ficción y tomas documentales, de época: en la ficción se cuenta la vida de Bacigaluppi, como una película normal. Los materiales documentales como el de la película de Artistas Argentinos Asociados son complementos de esa historia. Pero no está basada como La era del ñandú en material documental. No es Zelig, por ejemplo. El material de archivo es totalmente documental. Además filmo testimonios actuales de gente que de alguna forma tuvo una relación con él. Y después está la filmación de la época: a fines de la década del treinta, su infancia, y a principios de la década del cincuenta, su juventud" .

Para la recopilación de todo esto, hay una persona exclusivamente buscando material de archivo tanto en el país como en el extranjero. " El trabajo sobre el material documental en sí es como una producción aparte. Es muy probable que avance con eso antes de la filmación. Lo mismo ocurre con la película Brazadas de gloria" . Está contemplado, dentro de las posibilidades, que algunas de las imágenes que se necesitan no puedan hallarse o se encuentren deterioradas. En ese caso, el material será reconstruido. " Tenemos los elementos como para meter un personaje de ficción dentro de un material de archivo. No digo que es simple pero están las herramientas para hacerlo. Por ejemplo, si no encontramos en archivo tomas de Bacigaluppi con Perón, nosotros metemos a Bacigaluppi y lo saluda a Perón. No habría ningún problema en hacerlo."

Es muy anticipado dar otro tipo de especificaciones relacionadas a la puesta o al equipo técnico. " Todavía no me he planteado la forma, si bien hay algunas imágenes que aparecen junto con el libro. Ahora estamos metidos con el guión, que esperamos terminar en los próximos treinta días, y después empezaremos a armar el proyecto. Si la parte de negocio va razonablemente bien, y el presupuesto no es excesivamente desmedido, podría llegar a rodar en enero, pero eso es algo muy lejano. Cuando empezás el primer día de filmación, el final del rodaje te parece increíblemente lejano. Y al final se llega" . corten Un rato después, el director que evita las entrevistas, sufre estoicamente la sesión fotográfica. De nuevo esa impresión, que hace pensar que saldrá en movimiento en las copias, o se las ingeniará para que en los negativos aparezca el escenario vacío, habiendo salido y entrado de cuadro en ínfimas fracciones de segundo. Verlo ahí es la mejor explicación a por qué eligió ubicarse del otro lado de la cámara. Una vez terminadas las fotos, más aliviado, se acerca y pregunta si ya está. Y apenas recibe la respuesta, sonríe, y saluda. Entonces se mueve.


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