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JACKIE BROWN (Pam Grier): uno de los mejores papeles femeninos escritos por Tarantino y seguro pasaporte a icono cultural. Jackie es azafata de una aerolínea clase Z mexicana que contrabandea dinero a través de la frontera para Ordell Robbie. No escucha CDs porque no hay ningún álbum posvinilo que le interese; enamora al cándido Max casi sin esfuerzo; reduce a la inutilidad al matón de su jefe y se escabulle con el botín luego de engañar a malos y buenos por igual. Nada mal para una olvidada actriz de 44 años que confiesa que su falta de arrugas se debe a un mágico tratamiento con pis cuando era chica. Grier audicionó para el papel de Jody en Tiempos violentos -que fue a parar a manos de Rosanna Arquette- y quien le rogó a Tarantino que le enviara el guión de la película que estaba escribiendo para ella, antes de que se me cayeran del todo las tetas.
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LOUIS GARA (Robert De Niro): empleado y amigo de Ordell, Louis se debate entre la marihuana, una cierta lentitud mental, bastante mal carácter y su atracción hacia Melanie (la escena de sexo entre De Niro y Bridget Fonda probablemente sea una de las mejores de la película, junto con la discusión en la playa de estacionamiento del shopping, donde ocurre la estafa). A pesar de lo que la gente piensa, De Niro no necesita grandes escenas, o grandes diálogos. Sólo el lenguaje corporal del personaje, que para mí era algo así como un montón de ropa sucia. Pero, bueno, es uno de los mejores actores de la historia, así que podríamos decir que lo entendió todo al instante. Ahí me di cuenta de que estaba dirigiendo a Robert De Niro, dijo Tarantino. |
MAX CHERRY (Robert Forster): encargado de sacar en libertad bajo fianza a Jackie Brown y convertirse en su galán maduro y televisivo (a pesar del peluquín que confiesa usar). Una suerte de conciencia moral de la película. Pero ésta es una película de Tarantino: las cosas no son tan obvias -después de todo, es quien finalmente se da a la fuga con el dinero mexicano de Ordell- aunque Cherry es realmente un tipo honrado. Esos que las abuelas prefieren, pero eso sí: bastante mejor actor.
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ORDELL ROBBIE (Samuel L. Jackson): traficante de armas con ridícula chivita, cola postiza e invariable boina. Jackie Brown trabaja de camello para él. Fanático de infomercials de armas, especialmente de la AK-47 (Cuando hay que volarle la cabeza a algún hijo de puta, no acepte sustitutos). Según Jackson, Ordell es el primer verdadero villano de las películas de Quentin. Lo que me extraña es que mucha gente que vio la película piensa que, si se consigue un millón de dólares, se puede vivir tranquilo el resto de su vida. La gente que piensa que la plata resuelve todos los problemas es que no tiene ninguno. Tarantino estuvo a punto de interpretar él mismo el papel, pero decidió dejarlo en manos de Jackson porque no soy negro ni viejo. Pero Ordell me recuerda mucho a mí cuando era chico y a la gente con quien crecí. |
MELANIE (Bridget Fonda): según Tarantino, la Fonda fue elegida para el papel porque se acercaba a la edad de su personaje (ya saben, 33 años, ha vivido de los tipos toda su vida, y se sabe cada vez más vieja). Una de las tres novias de Ordell (las tiene en casas separadas). Melanie parece sufrir de una grave carencia de ambiciones (Robbie la increpa en una escena sobre los efectos nocivos de fumar porro todo el día. Si mi única ambición es fumar porro y ver la tele, entonces no soy una fracasada, responde ella). Deambula por el departamento en traje de baño y pareo, generando una incógnita que la película deja sin respuesta: ¿cómo se broncea Melanie si nunca sale de su casa?
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RAY NICOLET (Michael Keaton): integrante de la ATF (la agencia que controla el tráfico ilegal de armas en Estados Unidos), y psicótico residente de la película. Su única ocupación en la vida parece ser perseguir a Ordell Robbie y hacerle ojitos a Jackie Brown, cada vez que la intercepta en el aeropuerto y le revisa la cartera. Tarantino le pidió a Keaton que volviera a interpretar el papel que había realizado en Out Of Sight (también basada en una novela de Elmore Leonard). Advertencia: la performance de Keaton puede llegar a provocar alguna que otra epifanía en la multitud de acólitos que lo siguen adonde lo lleve su increíblemente errática carrera (después de todo, Ray Nicolet es Batman más Beetlejuice con una placa de policía). |
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