Un misil en mi placard
Según revelaron las estadísticas, Estados Unidos tira por día una cantidad tal de comida que permitiría alimentar a todo el desnutrido continente africano, y sólo el desperdicio producido por la ciudad de Nueva York alimentaría a más de un país de ese continente. Claro que -epítome de la cultura occidental y material después de todo- Estados Unidos produce también mucha basura que no se tira y que se acumula en cajas, placards, bauleras y demás rincones. Se acumula tanto que, parece ser, los norteamericanos le terminan tomando cariño a la basura y ya no pueden desprenderse de ella. Para solucionar eso, la academia Learning Annex con sede en Nueva York sumó a su currícula un nuevo curso titulado Desprendiéndose de la basura: ¿Está usted sobrepasado por la acumulación de basura en su casa? Si está teniendo dificultades para desprenderse de recortes de diarios, ropa vieja, libros u otros objetos materiales, un seminario sobre cómo lidiar con eso puede ser la solución. El seminario dura un mes, a razón de tres horas semanales, y por módicos u$s 39 en cómodas cuotas o con tarjeta de crédito. Los temas a tratar en clases, según los anuncios, sin duda elevan la basura a una de esas categorías cuasi existenciales de las que son tan devotos los norteamericanos, a saber: Separándose del pasado, Organizando papeles, archivos y placards y Las demoras en el momento de tomar decisiones. Una vez purgado el karma y tirada toda esa basura, los neoyorquinos seguramente se enfrentarán al milenario dilema del niño y el plato de comida: ¿cómo hacer para que todos estos desperdicios lleguen a Africa? |  |
|
Kill my father
Con su primer disco en la calle (Into the Sun) y una novia japonesa de 37 años (Yuka Honda, el bello cerebro del dúo Cibbo Matto) que parece delatar un innegable Edipo con mamá Yoko, Sean Lennon ha hecho pública su teoría acerca del asesinato de su padre: Mi padre era un revolucionario contracultural, y está comprobado históricamente que el gobierno se toma esa mierda muy en serio. Era un tipo peligroso de verdad para ellos: si hubiese dicho Dinamiten la Casa Blanca, diez mil personas habrían estado dispuestas a hacerlo. Los revolucionarios pacifistas siempre han sido víctimas de conspiraciones organizadas por los gobiernos, y quien piense que Mark David Chapman era un loco que mató a mi padre por motivos personales está mal de la cabeza. O no analizó seriamente el asunto. La muerte de mi padre fue muy beneficiosa para Estados Unidos. Pero les salió mal: desde su muerte, el poder de mi padre se ha incrementado. Aunque, hacia el final de la entrevista que le dio a la revista The NewYorker, el paranoico de Sean es sorprendido por otra paranoia: Si preguntan en un colegio secundario cuál es la diferencia entre Lennon y McCartney, los chicos ni siquiera saben qué grupo integraban. Sean, ¿en qué quedamos? |  |
|
Gente como uno
En un país en el que, cuando la gente ve a un policía, cruza a la vereda de enfrente y pocas cosas desatan tanta intranquilidad como un patrullero, una de las preguntas históricas y viscerales es ¿qué lleva a un ser humano a convertirse en policía? En su edición del miércoles pasado -dedicada casi íntegramente al triunfo de la selección argentina sobre la inglesa y a los furiosos festejos en los alrededores del Obelisco, que empezaron con el robo de móvil de América 2 y terminaron con la acostumbrada batalla campal-, el diario Clarín deja entrever, de manera solapada, una posible respuesta: Hubo 50 heridos, entre policías y gente. ¿Insinúa quizás el gran diario argentino que las fuerzas del orden no pertenecen a la misma especie que el género humano en general? ¿No son acaso gente como uno?
|
| |