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Vale decir


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Charly García

Charly García está enfermo. Gripe. “Y no estaba en mis planes”, dice. Tose, estornuda, tiene fiebre. Está en la cama pero no suelta el bajo. Toca sobre músicas. Propias y de otros. Cubre canciones. “El fino arte del covero”, define. Y se acaba de comprar un DVD. “Para ver películas y para grabar”, aclara. A García le interesa la tecnología. Lo suficiente. Lo justo. Bastante. Pero no con espíritu carrera armamentista. “Aunque me sigue gustando más el disco que el CD. Ese asunto de pasar la música a números... Está mal. Faltan como cinco mil años para que eso funcione como debe funcionar. Mientras tanto yo tengo tres tocadiscos y ninguno anda.” García tiene frío, estornuda, tose, un poco de fiebre. ¿Cómo sigue la Gran Saga?, se le pregunta. “¿La Gansaga? Bueno, hay un asunto. Me enfermé, cosa que no tenía pensada para nada. Raro esto de estar engripado. No me pasa seguido. Es como una cosa muy de infancia. La enfermedad políticamente correcta para no ir al colegio. Frases como Está todo el mundo con gripe y entonces uno se anota ahí. O Mamá, me duele la panza. Y vomitar. Si no tenías el poder de voluntad suficiente para que te subiera la temperatura, siempre te podías provocar un vómito... En la colimba me sirvieron mucho todos esos pequeños trucos escapistas. Hay gente que no puede vomitar. ¿Cambiamos de tema?” Vómitos ajenos, el vómito de los otros. “¿Música vomitiva? No sé... Te voy a decir que como soy bastante... miedoso, no me gusta escuchar música que me dé cosa. Entonces me mantengo informado por las revistas. Y elijo. Elijo bien. La versión de Con su blanca palidez de esos dos que la registraron antes que yo. Por su culpa no pude ponerla en El aguante. Nada que ver con esa historia que me acusan de apólogo de la droga... Cambio”. Es la primera o la segunda, la última vez que lo pide. De aquí en más, García va a cambiar de tema sin preguntarlo. Sube el volumen. Toca y canta y cambia de track. Say no more, literalmente. O ¿qué se puede hacer salvo ver películas? García propone y dispone. “¿Sabés de dónde salió el nombre del concepto Say No More?”, pregunta. Y responde: “Help! Película. Los Beatles. Los cuatro entran a un restaurante indio. Paul baila con la chica. ‘Say no more... I can`t say no more’, dice ella todo el tiempo. Escena clave. Escena a cubrir y traducir a música. En eso está García: el cover -la reformulación de una canción ajena- como una de las Bellas Artes. “¿Cómo se elige un cover? Hay que tener talento para hacerlo.

Primero está el tema de la elección: puede ser figurita difícil; puede no ser el hit pero el que uno juzga debería haberlo sido; puede ser por el momento histórico en que salió... por una serie de cosas. Y como parecería que estos últimos tiempos son muy generosos en términos de composición de canciones, creo que lo coveros -como yo o Annie Lennox, que somos coveros por opción y no necesidad- venimos a ocupar un poco la función de maestros, enseñar algo, muy didáctico. Y a la gente le encanta. Y a uno le da placer. Y es una buena práctica grabar covers porque practicás cómo grabar. Y cantar. Y aprendés, siempre seguís aprendiendo. Estudiás. No haría nada de The Doors. Una banda con un mito más grande del que se merece: me parecen un grupo para cazar giles. En cuanto a los que no cantan canciones ajenas, bueno, yo detesto bastante a esos músicos tipo Yo hago mi música y no saben una puta canción de los otros. Son como escritores que no saben leer.
Ahora que lo pienso, no hay muchos covers de Charly García. Misterio... Debo ser difícil de cubrir. Rasguña las piedras se la tengo prometida a Sandro. Bien versión dramática, copa en mano”. Las canciones tienen movimiento, sin embargo. No es fácil cubrirlas porque se mueven y se escurren. “Rasguña las piedras”, ya que estamos y la improbable leyenda de una improbable hermana cataléptica de García. “Falso”, ataja García. Y aun así: ¿hay responsabilidad por una canción que lleva el apellido de uno? “Y... sí. Viernes 3 AM, por ejemplo, ¿no? Vinieron tres madres a decirme que sus hijos se habían suicidado escuchándola. Eso sí me dio miedo. Yo sé que no soy responsable pero tampoco se puede ser tan ingenuo e inocente. Se habrían suicidado tarde o temprano o escuchando Judas Priest. Pero yo ahora le dedico un poco más de tiempo al asunto de a dónde va eso y el efecto que puede llegar a producir.” ¿Hay forma de anticiparlo? “Hay intuiciones más que respetables. Cuando me cruzo con una persona y por más que no la conozca siento que la conozco desde siempre, bueno, yo ahora prefiero pensar que la conozco desde siempre. Las primeras impresiones suelen ser mucho más definitivas de lo que uno supone. Say No More, como estado de ánimo y estética, es un poco eso. El aguante, también: poder realizar lo que la intuición te dice. Eso es, para mí, la inteligencia. En lugar de que la inteligencia modifique a la intuición en una nueva idea aparentemente más inteligente, yo ahora me quedo con la inteligencia de la intuición: buscar y encontrar la forma de hacerlo. Yo ahora estoy con ganas de hacer un disco tipo Steely Dan. Canciones mías. Es lo primero que se me ocurre. Lennon era un gran intuitivo en ese sentido.” Y más películas. Tema de engripado, claro. Comedias musicales, ahora. ¿Sería el mundo un sitio mejor si todo el mundo cantara? “Sería un sitio más competitivo para mí, ja. Pero habría más covers para hacer. Yo compito conmigo mismo. ¿Cómo es? Lo que pasa que yo practico mucho. Y mejoro todo el tiempo. En relación a las comedias musicales, sí, el mundo sería más coherente y más divertido. Yo me he aprendido muchas películas. Las uso.

Charly García


“Cada vez respeto más mis intuiciones.
Yo sabía que Argentina iba a perder 2 a 1 con Holanda.
Me imaginé eso y a la gente saliendo a comprar El aguante, ja.
Yo sé otras cosas antes de que sucedan.
Nos pasa a todos.
Hay que estar atento”.

The producers, una de las primeras de Mel Brooks, es otra. Me la sé en tres idiomas. También conocida como Primavera para Hitler en Brasil o acá Con un fracaso millonario. Esta última es una idea factible. Me refiero a que mi mayor logro como artista sería eso: millonario con un fracaso artístico, ja.” ¿Existe la posibilidad de García alumbrando un fracaso artístico y ganando mucho dinero? “¡Sí! ¿Por qué no? No me desanimes... Yo practiqué una pequeña aproximación al fenómeno en mis ya célebres recitales del Opera: hice publicidad por telepatía, paré todo apenas comenzó, y me fui a mi casa. De acuerdo, no fue un fracaso porque encima cobré, ja. Fue un ensayo... Cambio.” Solo de bajo otra vez. “¿Qué canciones no cubriría? Blowin ‘in the Wind’. No hace falta. ¿De las mías? Qué sé yo. Se me hace raro pensar en grabar otra vez ‘Necesito’. Es muy de nene. Nenecesito. Pero se le puede cambiar el signo, en otro contexto, con otra intención: un borracho cantando ‘Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza’. Muy Pink Floyd en The Wall.” Y ahora de atrás para adelante, de ahora a lo que vendrá. ¿A dónde va la música? ¿García piensa en esas cosas? “A mí me dicen, me aconsejan, que me escuche más a mí mismo. Y yo entonces zafo escuchando mis discos viejos, ja. Y muchas veces dije cosas que no sabía qué querían decir y con el tiempo van cobrando un sentido. ‘Perro andaluz’, por ejemplo: las malas compañías, cuchillos que te clavan por la espalda, cierto ambiente, ciertos supuestos ‘amigos’... ‘La grasa de las capitales’ como canción política, también... Yo tomé una postura cuando volvió la democracia: yo vi lo otro y a mí la política no me interesa para nada. Me borro. Que se maten entre ellos. Yo estuve políticamente activo siempre sin responder a ningún partido político. La política es horrible: no se banca más, no se banca más. Siempre terminan rompiendo todo. Como Godzilla. Monstruo japonés y, creéme, el tamaño importa, ja. Say No More, en cambio, es presente inmediato. Lo entiendo todo porque es lo que me está pasando. Y en términos artísticos no es que haya una intención de vanguardia pero me lo dijeron tanto... ja. Say No More es futurista pero también privado. Hay mucho espacio para que el oyente meta cosas. No sé, todo parece indicar que la cosa viene cada vez más... Peter Gabriel me dijo dónde iba. A una cosa muy interactiva que iba a determinar la desaparición del autor. Todo muy democrático y eso. Es lo que dijo él y cada vez es más así. Los medios tecnológicos están cada vez más al alcance de la mano. Y la cosa no pasa porque a mí me guste o no esa generosidad tecnológica. Pasa porque es así. Y punto. Yo tiendo a pensar que Beck es más astuto que genial. Pero ahí está y no lo escuché tanto. Nirvana tuvo lo suyo. Y Marilyn Manson me cae muy simpático. No sé si es el Anticristo pero, por lo menos, es alguien que tiene muchas ganas de ser el Anticristo. Lo que no es poco, ja. Yo trato de sacarle y le saco provecho en lo que me corresponde. A la cosa mega-tecno, digo.” Pero el artista es uno, ¿no? Permanece. La visión del individuo no se diluye ni puede ser vencida. La aventura continúa. La leyenda crece. Say No More. El aguante. La Gansaga. La Gripe pasa y el hombre permanece. “O.K. yo estoy de acuerdo. Imaginate. No me causa ninguna gracia cómo viene la mano. Bueno..., si no te gusta la respuesta para qué me preguntaste, ¿eh?”, se ríe García. Y sube el volumen.


Charly GarcÌa