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Vale decir


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Borges por Rep. mirrors are abbonminable


 


 


 


 


 


 

Andy por Rep



 


 


 


 


 

Copi por Rep



 


 


 


 


 

Gabo por Rep



 


 


 


 


 

Toro-Picasso por Rep

“Porque si fuera cantante me ducharía cantando, que es como publicar todos los días. Pero ya habría hecho quince compacts.” Así explica Miguel Repiso las razones que lo llevan a publicar libros. Tiene la tira de Página/12 (y tiene, también, los dibujos para Radar, Radar Libros, Líbero, la entrevista de los lunes y otras zonas de este diario), pero Rep ha descubierto el placer de la selección y la suma de sus dibujos entre dos tapas. Por eso acaba de publicar Gaspar el Revolú 2 y Platinum Plus, dibujos sobre ESA gente, sus libros número 14 y número 15. Por eso: porque canta cuando se baña. Y el resto del tiempo dibuja.

Aunque no sólo por eso existen ¡Rep...!, Joven argentino, Los Alfonsín, Socorro, Crash Bang Rep, Sex Rep, El sexo después de la muerte, Auxilio vamos a nacer, Y Rep hizo los barrios, Postales, La grandeza y la chiqueza, Gaspar el revolú, El Zebra y los dos títulos nuevos. También ocurre que, para Rep, así como el compact presenta ciertas ventajas sobre la ducha, el libro es una cosa sagrada: “Sagrada. Permite guardar lo esencial. Si hago Gaspar el Revolú 2, no es una recopilación tira por tira del ’97 al ’98: hay un montaje por el cual algunas se descartan para siempre y otras se ubican en un orden diferente al de su salida en el diario. Lo hago en pos de una historia, la de ese ente único que es el libro”. Según Rep, la tarea más linda es descartar: “Sacar la mugre. Una aventura nueva con un material ya conocido”.

Y si esto fuera poco, también hay sexo. No sólo porque Gaspar el Revolú 2 esté dedicado “A mi Mariela”, sino porque Rep cree que “un libro es una cosa erótica”. Habla de los tiempos de revisión del material, de contacto con el editor, de fantasías sobre el resultado. “Hay una especie de gran cantidad de libido puesta en esto, que quizá va a vender cien ejemplares”, dice, y agarra Platinum Plus. “Demasiada libido puesta en una mina con la que quizá te vas a acostar una sola noche y te va a ir mal... ¿Por qué? Porque aún tenemos cierto respeto por el libro, creo. Me gusta mucho más buscar a mis dibujantes preferidos en un libro que en una revista. Además, asumir hacer un libro es asumir ser un autor.” Bingo.

Rep sostiene que cada uno de sus libros terminó una obsesión, y que supo que era el fin luego del último dibujo. Pero cuando hace ese dibujo, ¿en qué se advierte que está ante el final? “Es como cuando se termina el amor. La obsesión es erótica. Otros dibujantes tienen una obsesión o la estiran a morir. Yo no sé qué me pasa, seré un enfermo. En cualquier caso, sea por capricho o porque pongo tanto en cada una que después me agoto, me duran poco. Qué voy a hacer. Es lamentable: voy armando mis cosas con pedacitos. Como un vitreau hecho de partes esplendorosas y partes horribles. Bueno, yo estoy buscando la luz que justifique al vitreau. ¿Viste que sin luz el vitreau no funciona?”

LOS FAVORES RECIBIDOS

¿Cómo describir los pedacitos del vitreau de este momento?
-Estoy yendo hacia el final de algo. No sé de qué. No significa la muerte: puede significar el final del humor, o el final de cierta manera de mirar. Y en la tira se nota. Quizás el final sea aceptar que en vez de hacer tantas cosas tengo que potenciarme en una sola. Que en la tira trabaje las Postales, por ejemplo. Aunque la tira es lo menos dominable de lo que hago, porque me apresa, me limita, me da claustrofobia. Por eso necesito otras secciones, donde no esté el cuadrito: ahí puedo irme al carajo y volar. Por supuesto, la tira me permite la narración, y por algo hace once años que la estoy haciendo... Pero nunca la encontré, nunca encontré a Snoopy. Acá estoy, todavía boyando. No pude domar a la tira.

¿A qué se debe la permanente renovación de los personajes?
-Se van y vienen como el amor, que dura y se muere. El amor por Socorro me duró hasta cierta época, y murió. El amor por Tómson por ahí me dura poquitito... Lukas me dura siempre porque lo alterno. No lo puedo poner todos los días. Hacerlo hablar es difícil (no es coloquialmente correcto, no puede hablar como los demás personajes) y, como dibujo, tiene una gran economía de recursos. Lukas tiene otro concepto: para él, es lo mismo que le dinamiten al lado o que le garchen al lado o que le llueva al lado o que haya un cuadrito vacío. Me parece un personaje logrado: no debo abusar de él. Gaspar, en cambio, es muy cerrado: no lo puedo modificar, no puedo pelarlo y hacerlo yuppie, tiene que seguir así. Auxilio y los bebés son muy abiertos: siempre están en veremos, son plastilina. Son atractivos por eso, pero a la vez nunca cierran, nunca se “snoopizan”.

¿De dónde vienen los personajes?
-Es azaroso: aparecen una vez y se quedan, o no. Tómson apareció robándole la billetera a Gaspar, me gustó y pensé en hacer el mundo de la marginalidad, que es tan atractivo si se lo compara con el monitoreo de la clase media... Y se quedó porque me gustó el dibujo. Eso es importante para que se quede un personaje: maté a Socorro porque el dibujo es espantoso, esa ojiva con los dos puntitos... O la mujer de Gaspar, que no aparece casi nunca porque es horrible, un buen diseño malogrado. Gaspar es muy fácil, Lukas es agradable, Tómson me gustó. Casi siempre los personajes se quedan por el dibujo: esencialmente, soy un dibujante. Tal vez sea un dibujante que tiene algo para decir. Pienso, por ejemplo, en Platinum Plus: sobre cada tipo que está ahí, quiero decir algo.

¿Qué significa Platinum Plus como libro?
-Platinum Plus es la famosa hojita de afeitar de los `70... No recuerdo por qué se me ocurrió, pero a mí me suena a bonus track. Es un libro extraño dentro de mis compact discs... Es un bonus track con personajes excelsos, personajes buenísimos.... Esa gente es esa gente que uno quiere o admira o las dos cosas: esa gente filosa y brillante como una Platinum Plus. Esa gente ha hecho cosas que me han embellecido momentos o me han provocado bellos momentos. Los dibujos son mi devolución de esos momentos. Los favores recibidos... creo no habértelos pagado.

MORDER EL ANZUELO


Si sus libros manifiestan el fin de una obsesión, ¿hay un último dibujo de Platinum Plus? Rep contesta: “No, la verdad que no”, y casi de inmediato se escucha un susurro intimidante: “Más te vale”. Lo dice uno de los editores de este diario, una de esas personas que le pidieron un dibujo a Rep y padecieron la espera hasta el último segundo del plazo. “No hay nada peor que entregar”, miente Rep, que prefiere dignificar a cumplir. Se enmienda: “En realidad, lo peor es que no te salga. Lo peor es la tortura de no lograr el gesto, de no lograr la mirada... Y hacés diez dibujos y no te sale... eso es lo peor”.

Porque la historia detrás de cada uno de los dibujos de Platinum Plus se puede contar más o menos así: “Me dicen ¿Querés dibujar a Fulano? y veo. No soy un ilustrador, no me dicen ¿Querés dibujar a Rapanelli? y agarro. Cuando me propusieron a Michael Ondaatje me dio curiosidad: me prestaron el libro y me atrajo la idea del quemado, de la cosa del desierto... Muchas veces hago algunos dibujos porque me obligan a interiorizarme, a leer, a investigar sobre estos tipos. Me muestran el anzuelo y yo pico. Claro que el anzuelo tiene que ser un buen anzuelo, ¿no?”.

Estos son los cuarenta principales, suma de anzuelos y esa gente, gente a la que Rep quiere o admira o las dos cosas: Andy Warhol, Guillaume Apollinaire, Roberto Arlt, Samuel Beckett, Jorge Luis Borges, Ray Bradbury, Miguel Briante, Charles Bukowski, Caetano Veloso, Arturo Carrera, Copi, Julio Cortázar, Djavan, Umberto Eco, C. E. Feiling, Anna Frank, Carlos Fuentes, Charly García, Gabriel García Márquez, Juan Gelman, George Grosz, Ernest Hemingway, James Joyce, Jack Kerouac, Giuseppe Tomasi de Lampedusa, John Lennon, Paul Mc Cartney, Wolfgang Amadeus Mozart, Michael Ondaatje, Pablo Picasso, Edgar Allan Poe, Hugo Pratt, Horacio Quiroga, Arthur Rimbaud, Juan José Saer, Mary Shelley, Osvaldo Soriano, Antonio Tabucchi, The Beatles, Kurt Vonnegut, Rodolfo Walsh.

“Estuvo bueno”, masculla Rep dando vuelta las páginas de Platinum Plus. “Hay una cantidad de dibujos que no sé si voy a seguir haciendo. Era el momento: se dieron un montón de bienvenidas y despedidas que lo permitieron. Hay libros que tienen que salir apurados porque uno sabe cuánto va a seguir viviendo... Hay cosas que hay que hacer. Un libro hay que hacerlo. También hay vanidad, todo esto es vanidad. ¿Por qué hago un libro? Creo que se reduce a esto: me quiero encontrar con alguien que me diga Tengo un libro tuyo, he guardado esto, estoy de acuerdo con vos, me brindaste un buen momento. Porque eso me pasa con los libros de los otros.”

CAROZO D'AUTORE

¿Qué libros?
-Me gustaba leer historietas: La pequeña Lulú y el Patoruzú. Yo quería ser dibujante de ese estilo. De chiquito soñaba con que me dieran una página de Patoruzú y pasarla a tinta. Pero después conocí a los autores, los que dicen algo distinto en cada dibujo: trabajaba como diagramador en una editorial a la que llegaban historietas de autor y revistas europeas. Así conocí a Sempé, a Quino, a Copi, a Kalondi... Eso me globalizó la cabeza: Sempé te trae a David Pascal. David Pascal te trae a Saul Steinberg. Saul Steinberg te trae e Paul Klee. Paul Klee te trae a Picasso. Picasso te trae a las cuevas de Altamira y ahí empezás de nuevo, hasta acá.

¿Cuándo se convirtió en autor?
-Tenía todo para publicar en la editorial en la que trabajaba, pero a la vez no podía porque yo quería ser humorista, no historietista. Tuve que publicar afuera, en Humor. Creo que me hice autor en 1980, con El recepcionista de arriba. Me ocurrió muy chiquito, a los diecinueve años, pero ahí está todo, en versión cursi.

¿A qué versiones aspira?
-Quiero estar más en bolas. Parece a veces que uno se va al carajo con el narcisismo, pero realmente el humor sobre uno mismo es la manera más certera de encontrar el humor esencial de cada uno. Sacarme capa tras capa, como una cebolla, hasta dar con el humor esencial: ojalá pudiera hacer eso. Pero uno nunca se va a descubrir del todo. No hay una verdad final, hay disfraces y máscaras. Me gusta estar expuesto, pero con una buena forma, una gran elaboración. Cada idea necesita su formita. El carozo tiene que ser fuerte.

¿Cómo es el carozo de Platinum Plus?
-El chiquito que admira a esta gente y que está aprendiendo a dibujarla. Es un libro de aprendizaje. No lo tengo manyado como la tira, por más que no la haya encontrado. El carozo es compartir con los que lean el libro el aprendizaje de hacer a la gente que uno eligió por alguna razón. Pero siempre está el estupor del niño, el asombro del niño que dibuja a alguien a quien admira y le quiere acercar el dibujito: Si lo ve, ¿le gustará? Un movimiento doble: ¿Se dará cuenta de que tengo debilidad por él o por ella? Y ¿Admirará mi dibujo? ¡Ah! Y otra cosa: ¿Seré capaz de hacer un buen dibujo o seré nuevamente un torpe?

Según su selección, en Platinum Plus no sobran personajes. ¿Pero falta alguno?
-Un montón. Millones. Cada día voy descubriendo nuevos. No sé, debe haber 3500. No se agota en este libro. Voy a seguir dibujando a la gente que quiero.