Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
Volver 




Vale decir


Volver


"Es cierto que la rareza en mis fotos hace foco desde un centro occidental y europeo. Pero porque es de ahí de donde vengo y desde donde miro. Si hiciera música, no podría hacer música negra. Uno debe vomitar la cultura para ver qué ha comido. Y creo que nuestra cultura ha comido mucho y mal. Lo que apesta es lo mismo que hemos comido."
TOSCANI

Las fotos de Benetton arman jaleo. Algunos dirán que despiertan polémicas, desatan iras, encienden iluminadas y súbitas tomas de conciencia colectiva. Una de las fotos de la campaña de Benetton en 1984 era la de dos chicos negros besándose, uno envuelto en la bandera norteamericana y el otro en la bandera soviética. Durante la cumbre celebrada en París entre François Mitterrand y Mijail Gorbachov -hombres importantes por aquel entonces-, Benetton empapeló con esa foto el trayecto que seguirían las comitivas por los Campos Elíseos. Entonces, cuenta la leyenda, el hombre de la fotogénica mancha en la frente preguntó: "Pero ¿quién es ese Benetton?". Eso es, ni más ni menos, lo que sucede con las fotos que, desde hace quince años, Oliviero Toscani idea y saca para Benetton: jaleo.
JALEO.. De los sesenta posters que integran esta muestra itinerante que ya se ha expuesto en Europa, Japón, Corea y Latinoamérica, uno de ellos no se expondrá en el Centro Cultural Recoleta: la foto que muestra a un hombre vestido de cura y una mujer vestida de monja besándose en la boca. Además, varias imágenes se instalaron en una suerte de anexo de la sala principal, cuya entrada está resguardada por una etérea tela blanca y un cartelito que advierte: "Todas las personas pueden acceder bajo su propia responsabilidad". Adentro, de un lado, están la foto de un caballo negro montándose a uno blanco; la de los forros de colores; la del cementerio de prolijas cruces blancas; las del culo, el abdomen y el brazo marcados HIV Positivo, y la de David Kirby muriendo rodeado por su familia en una suerte de recreada Piedad. La pared del otro lado está ocupada por una sola foto de la serie "reality campaign" que hizo Toscani: la de los genitales masculinos y femeninos de todas edades y razas. Pero no se la ha puesto al mismo tamaño que las demás, sino que empapelando la pared de piso a techo.
PIEDAD.. Toscani se enteró de que los posters serían 59 dos días antes de que se inaugurara la muestra. "Esto me recuerda la polémica por la muerte de Diana Spencer, las discusiones acerca de hacerle o no una foto. Lady Di está muerta. Y, seguramente, eso es una realidad. Si un periodista estaba ahí, en el túnel, con un block y una birome anotando hasta el último detalle y lo escribía, estaba bien. Pero si un fotógrafo disparaba una foto, no. Yo no sólo hubiera sacado la foto, sino que espero que los fotógrafos que estaban ahí la hayan sacado." Dice Toscani que no entiende por qué no quieren colgar su foto. "Siempre hay razones estúpidas, pero hasta ahora no he oído ninguna argumentación", dijo antes de la conferencia de prensa del viernes a la mañana. "Pero de algo estoy seguro: hay que sacar fotos de todo."
RAZONES.. Teresa Anchorena, directora del Centro Cultural Recoleta: "La muestra incluye un par de desnudos que daban al hall de entrada, por donde todas las mañanas pasan chicos de tres colegios que van al Museo Participativo de Ciencias, y lo que se intenta con esa tela, que separa del resto de la muestra al salón de los desnudos, es evitar que sean visitantes involuntarios. Sólo creemos que es mejor que los padres decidan si la ven o no. Con respecto a la foto de la monja y el cura besándose, ya a fin del año pasado le habíamos avisado a la gente de Benetton en la Argentina que preferíamos que esa foto no estuviera incluida. Aceptamos la muestra porque creemos que discute temas importantes como el racismo, la homosexualidad, el sida y la guerra, pero esta foto es un plus gratuito y light, con símbolos que pueden resultar ofensivos a los católicos. Es como empapelar Tel Aviv con la foto de dos rabinos comiendo un cerdo. El curador de Benetton fue el que decidió dejar el hueco blanco en la pared. Pero Benetton no puede ser la vara con la que se mide lo que se debe ver y lo que no, sólo porque tiene el dinero para poner los afiches más grandes".
FOTOS DE TODO.. Toscani insiste: "Cuando empecé a trabajar fui paparazzo. Y soy hijo de un paparazzo del Corriere della Sera, en Milán. Mi viejo hizo fotografías de Mussolini, de fútbol, de guerra... Todo lo que sabemos y recordamos de este siglo lo sabemos a través de la fotografía, de la imagen. Y con el tiempo, cuando miramos una foto de los campos de concentración, por ejemplo, no hacemos un análisis moral de si estaba bien o no sacar esas fotos. Por supuesto que estaba bien. No se puede discutir si hay que documentar o no la realidad".
COMO LEONARDO. En tren de hacer historia, Toscani cuenta así el origen de su asociación con la marca de indumentaria: "Luciano Benetton buscaba una buena campaña y yo tenía algo que ofrecer. Los pintores del Renacimiento hacían lo mismo: trabajaban para el Papa pero pintaban como querían. ¿Qué relación hay entre mis imágenes y la ropa Benetton? Desde la primera vez que me encontré con Luciano quedaron en claro dos cosas que nunca se discutieron: 1) nada de intermediarios entre nosotros, y 2) la campaña sería la más bella del mundo". La primera foto que Toscani hizo para Benetton mostraba a un chico de siete años con un perro negro y un gato blanco debajo de cada brazo. "Podría hacer estas mismas fotos para otra marca, Volkswagen, por ejemplo. No me interesa el producto, ni discutir sobre eso. No soy un vendedor ambulante."
VENDER. Toscani era amigo de Gianni Versace y hasta hizo algunas fotos de sus productos. "Pero no me hubiese interesado trabajar esa imagen porque no me interesa la filosofía de la apariencia, y Versace es eso: la moda, y cierta impostura de aparentar más de lo que se es. Hice campañas de Valentino, de Channel, pero no me atrae más que lo que le debe interesar a un rockero componer muzak para ascensores. Prefiero mucho más una campaña de Volkswagen o de Rolls Royce, por la sencilla razón de que no quiero competir en el corral con todos los demás. Hay que ser único. Richard Avedon lo ha logrado, dentro del viejo sistema basado exclusivamente en la estética. ¿Cuál era la campaña de Versace hace cinco años? Pocos se acuerdan, ése es el problema. Mientras que las fotos que integran esta muestra fueron avisos hace seis o siete años."
NO HAY PROBLEMA. Nunca tuvo problemas en Benetton por ninguna foto. "Hace unos años, hice una campaña para una empresa que vendía ropa y accesorios para mujeres embarazadas. La idea era que Pinocho quedaba embarazado: en vez de crecerle la nariz, le crecía la panza. No me dejaron hacerla porque el presidente de la empresa creía que Pinocho era un símbolo intocable, virginal."
DEMASIADO NO EXISTE. "Soy incapaz de imaginarme una foto demasiado fuerte. Es como hablar de una música demasiado fuerte. El problema, hoy en día, es que se puede ocultar la realidad ocultando las imágenes: la realidad sólo existe si existe su imagen. Y en eso creemos."
DISFRACES. "La foto del uniforme de Marinko Gagro, un soldado muerto durante la guerra en Yugoslavia, puede llegar a tener ciertas semejanzas con los cadáveres neoyorquinos que fotografiaba Weegee en Nueva York durante los 30 y los 40. Pero Weegee fotografiaba muertos reales. En mis fotos hay lo que se puede llamar una cultura de la documentación del producto. Uso a un bebé recién nacido, o la ropa del soldado, como un producto industrial, como si fotografiara un botón. La gente piensa en un muerto, pero podría ser una representación. Lo que nos lleva a la foto que no quieren exponer aquí, la de la monja y el cura besándose. Es el mismo ejemplo disfrazado: no tienen por qué ser un cura y una monja. ¿Por qué no pueden ser un chico y una chica disfrazados? Podría ser una fiesta de disfraces. Parece que ya alcanza con vestirse de cura para serlo."
LA PESTE. Toscani dice que, en la primera foto sobre el sida, la de los preservativos de colores (1991), no aparecía la palabra sida en ningún lado, y bien podría haber sido una campaña sobre el control de la natalidad. Así como la foto del hombre muriendo rodeado por su familia podría ser la muerte de un anoréxico. "Recién con las fotos de las pieles marcadas HIV Positivo el sida se volvió explícito: pero lo que me importaba era el problema de que existiera gente capaz de marcar a otra, y dentro de ese problema, el sida es apenas una de esas formas, así como antes se sacaron fotos de los números tatuados en los brazos de los judíos. El sida es la peste de nuestra época. Y esas fotos se ven con la cultura de lo que hemos visto y aprendido. He ahí el truco. La única realidad en la que creemos, la imagen, puede ser trucada."
EL TRUCO. "Es cierto que la rareza en mis fotos hace foco desde un centro occidental y europeo. Pero porque es de ahí de donde vengo y desde donde miro. Si hiciera música, no podría hacer música negra. Uno debe vomitar la cultura para ver qué ha comido. Y creo que nuestra cultura ha comido mucho y mal. Lo que apesta es lo mismo que hemos comido."


Volver