Seuxis Paucias Hernández, alias Jesús Santrich, el ex líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) tomó ayer posesión de su banca en el Parlamento colombiano. El pasado 30 de mayo, el ex guerrillero había recobrado su libertad tras haber pasado 416 días preso por un pedido de extradición de Estados Unidos por narcotráfico, proceso que aún continúa. 

“Este es un nuevo paso de lucha y defensa de la paz para Colombia”, declaró a la prensa el flamante legislador a su salida del Parlamento, en el centro de Bogotá. A las ocho de la mañana (hora local) de ayer, en la oficina del segundo vicepresidente de la Cámara de Representantes, Atilano Giraldo, Santrich había estampado su firma en el papel que lo acredita para hacer parte de la Comisión Séptima del Congreso. El exlíder de las FARC indicó que como congresista se enfocará en presentar propuestas en defensa del acuerdo de paz y de los que llamó los desamparados en Colombia. 

La banca le fue asignada a Santrich en julio del año pasado por el Consejo Nacional Electoral como parte del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el anterior Gobierno colombiano, del ex presidente Juan Manuel Santos, y las FARC, hoy transformadas en el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. Gracias al acuerdo, la Farc cuenta con 10 escaños en el Congreso, representados en cinco en el Senado y cinco en la Cámara. “La posesión de Santrich sirve para fortalecer la defensa de la paz y de lo acordado”, tuiteó ayer el presidente de esta fuerza, Rodrigo Londoño. 

La Corte Suprema de Justicia (CSJ), emitió la orden de libertad de Santrich por considerar que el exguerrillero, de 52 años y con una aguda deficiencia visual, goza de fueros como legislador a pesar de no haber asumido su escaño el pasado 20 de julio. Santrich no había podido posesionarse debido a su captura en Bogotá, el 9 de abril de 2018 en manos de Interpol a petición de Estados Unidos. La justicia de ese país lo acusa de tener un acuerdo para exportar 10 toneladas de cocaína a ese país. Estados Unidos pidió la extradición porque estos supuestos delitos fueron presuntamente cometidos después de haber firmado la paz en noviembre de 2016. Es que aunque el acuerdo apoyado por la ONU, que condujo al desarme de unos 7.000 combatientes, prevé beneficios penales para los responsables de delitos que contribuyan a la verdad, justicia y reparación de las víctimas, deja sin efecto el blindaje contra la extradición para quienes hayan reincidido tras la entrada en vigor de los compromisos de paz.

Por ello, pese a quedar en libertad y haberse posesionado ayer, el proceso de Santrich sigue abierto ya que la CSJ recibió de la Fiscalía los expedientes con las pesquisas por los delitos conocidos en Colombia como de “concierto para delinquir”, con fines de narcotráfico y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado. Frente a esto, el exdirigente de las Farc ha indicado que tiene la voluntad de comparecer a todos los llamados que se le hagan para, según él, esclarecer las acusaciones por las que injustamente se le investiga. 

La llegada de Santrich -quien formó parte del equipo negociador del acuerdo de paz- al Congreso exasperó al presidente Iván Duque, quien insiste en culpar al líder de la disuelta organización armada pese a que todavía no ha sido sometido a juicio. “Ver a un extraditable, a un mafioso, con pruebas que el país ya las ha visto en todas las formas posibles, llegar y burlarse de la sociedad colombiana, a mí me parece que esto es no solamente inadmisible, sino que nos debe motivar a todos dentro del marco del respeto institucional a exigir que se haga justicia”, dijo ayer el mandatario conservador. Elegido con la promesa de revisar los compromisos de paz, Duque pidió a la Procuraduría, que se encarga de vigilar a los funcionarios públicos en Colombia, suspender a Santrich de su nuevo cargo. Además, solicitó a la Corte Suprema que lo capture y sancione de manera ejemplarizante por su presunta reincidencia después del pacto de paz.

Al respecto, el excombatiente comentó: “Al presidente hay que pedirle sosiego, que actúe como mandatario de todos, dando garantías y que también tome en cuenta que hay algo que se llama presunción de inocencia”.  Según Santrich, Duque no debe prejuzgar sino dejar que la justicia actúe.