|
| Por Martín Pérez Desde Punta del Este Entre el gran bloque de las películas menores vistas este sábado y domingo finales, figuran la alemana Pequeño ángel (Engelchen, 1996) y la italiana Gracias por todo (Grazie di tutto, 1998). La primera es un cruel descenso a los infiernos de una mujer olvidada por el mundo. Nunca he conocido a un ser humano, le dice a su amor polaco. Esa es la máxima de un film desolado hasta el hartazgo. Gracias por todo, por su parte, es todo lo contrario: una comedia menor llena de chistes fáciles, incluida sólo para invitar a su protagonista: el avejentado pero aun así legendario Nino Manfredi. El detalle es que Nino nunca llegó a Punta del Este. Dentro de este grupo menor también califica Cosas que dejé en La Habana (1998), del director español Manuel Gutiérrez Aragón, que el sábado por la noche recibió un premio a la trayectoria. Traumático realismo socialista cubano en el exilio, Cosas ... es un film de inminente estreno porteño, y cuyo mayor atractivo son los protagónicos de Jorge Perugorría y la debutante Violeta Rodríguez, hija de Silvio. Con similar interés fue seguido el preestreno de El divino Ned (Walking Ned Divine, 1998), una comedia británica presentada como The Full Monty del 99, en la que un pueblo irlandés se organiza para cobrar un millonario billete de lotería. Film con una pequeña pero ingeniosa idea, explotada con calculada ternura, El divino Ned se apunta como una firme candidata al Oscar extranjero. Lo mejor del final estuvo en la filmografía italiana y francesa. El extranjero loco fue la sorpresa. Ya exhibido en Mar del Plata 97, el film franco-rumano deslumbra por la naturalidad, maestría y buen humor con el que desarrolla una historia de amistad, música y amor en una pequeña aldea gitana. Un joven francés deambula por Rumania en busca de Nora Luca, la cantante gitana preferida de su fallecido padre. Su derrotero recién encuentra un sentido cuando se transforma en líder de un clan musical gitano. Esta sorprendente obra contra el pasteurizado consumo de música étnica tiene distribuidor en la Argentina, pero vaya a saberse si llegará a estrenarse. No es el caso de Aprile, el nuevo film de Nanni Moretti, que tiene fecha de estreno porteño para abril. Y que merece un párrafo aparte. Por sus características el protagonismo hasta el exceso de su director, la informalidad narrativa y hasta la moto y el casco blanco, Aprile parece ser apenas un Caro Diario 2. Crónica política y personal de Moretti y su Italia, Aprile es un diario aún más íntimo, personal e hilarante que aquel Caro Diario, la sustancia detrás de ese film magistral. Filmada entre 1994 y 1997, es la crónica del nacimiento del hijo de Moretti, del ascenso y la caída política de Berlusconi. Pero es también un resumen aún más despojado (y cuestionable) de su concepción de un cine libre y sin ningún otro compromiso ni temática que las más personales. Algo que no puede dejar de encantar a sus fans, e irritar -con razón a sus críticos. Hay que preocuparse sólo por lo que nos gusta, dice hacia el final Moretti. Y después de esa presentación de principios queda claro que paradójicamente y contra todos las fechas sólo a partir de Aprile es posible Caro Diario, y no al revés.
|