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MENEM RETO A FERNANDEZ POR HABER DICHO QUE
“LOS INEFICIENTES VAN A DESAPARECER”
Chas chas en la cola a Roque

El ministro generó una avalancha de reacciones con su evaluación de la crisis. Recibió críticas de la oposición, que lo comparó con Martínez de Hoz, y del propio Gobierno. Menem estaba enojado porque no quiere roces con los industriales antes de la cumbre con Cardoso.

El ministro de Economía en un día en que no abundaron las sonrisas.
Su académica explicación de la crisis generó una tormenta en el Gobierno.

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Por David Cufré

t.gif (862 bytes) Carlos Menem reprendió a Roque Fernández por sus definiciones en la entrevista que publicó ayer Página/12. El jefe de Estado le reclamó por “no medir” sus palabras en relación a la crisis brasileña y sus efectos sobre la economía argentina. A tres días de la cumbre bilateral que mantendrá con su par del país vecino, Fernando Henrique Cardoso, lo que menos quería Menem era agitar las aguas en medio de la negociación por la relación comercial entre ambos países. Además, Menem se sintió desautorizado porque en los últimos días acordó con industriales y legisladores de su partido bajar el tono a las críticas por la indiferencia brasileña a los reclamos argentinos, a la espera del encuentro con Cardoso. Roque, de acuerdo a la visión presidencial, quebró la tregua y encrespó inútilmente los ánimos de empresarios, economistas, diputados del oficialismo y la oposición, así como a los organismos de derechos humanos, por su lamento de que las reparaciones a los familiares de los desaparecidos “nos costaron un montón de plata”.
Otro motivo del enojo de Menem, que hizo conocer sin eufemismos al jefe del Palacio de Hacienda, fue que atentó contra la mejora en la imagen pública del Gobierno, que consiguió a raíz del Efecto Banana. Las últimas encuestas indicaron que la población prefiere al justicialismo para administrar el país en tiempos de crisis. En ese contexto, las declaraciones de Roque sonaron concluyentes. “No tenemos que preocuparnos de que el producto A de Brasil, que elaboran de manera más competitiva, haga desaparecer a la industria A de Argentina. Si eso ocurre, hay que ver que el consumidor argentino se verá favorecido con la compra de un producto más barato”, subrayó Roque. La lectura que hicieron sus colaboradores fue que intentó contener la avalancha de reclamos que le llegan desde diversos sectores empresarios, quienes aprovechan la crisis para colar demandas históricas.
Menos contemplativo, Arnaldo Bocco, economista de la Alianza, recordó que “el 4 de abril de 1976, Martínez de Hoz dijo que los ineficientes iban a desaparecer. Fernández apeló a la misma frase”. En diálogo con este diario, también sostuvo que la actitud del ministro “es de una negligencia peligrosísima. Lo que está diciendo es que hay que esperar el cierre de miles de pymes, porque el Gobierno no las va a ayudar”. El clima era igualmente hostil entre los diputados justicialistas, quienes nunca profesaron demasiada simpatía por el jefe de Economía. El presidente del bloque, Humberto Roggero; el titular de la Comisión de Industria, Emilio Martínez Garbino, y su par de Legislación Laboral, Alfredo Atanasoff, ofrecieron una conferencia de prensa para expresar su preocupación por la crisis brasileña y entregar un informe con los sectores productivos más golpeados.
“Se puede aceptar que hay que ser mesurados, pero los funcionarios no pueden negar el impacto (de la crisis) sobre la producción y la desocupación”, se quejó Martínez Garbino. Roggero, por su parte, enfatizó que “Roque cometió un grave error”, y aclaró que la bancada que conduce está analizando propuestas para atemperar los efectos negativos de la devaluación del real. “No es acertado plantear que las empresas ineficientes deban desaparecer”, le respondió directamente a Roque. Asimismo, Roggero se esforzó por despegar a Menem de las afirmaciones del ministro, al destacar que cuando se reunieron la semana pasada “nos expresó (a los diputados) que el Gobierno no abandonará a los productores”.
El documento que presentaron los legisladores menciona los problemas en diversas ramas industriales. “En la automotriz hay 10 mil trabajadores suspendidos, mientras que en el sector papelero son 1500.” La crisis también golpea a los productores textiles, madereros, de la alimentación, de calzados, metalúrgicos, de caucho, jabón y química.
Las afirmaciones de Roque resultaron indigestas en la Unión Industrial. Sin embargo, analizaron con cuidado cuál sería su respuesta, dado queconsideraron inconveniente lesionar las negociaciones que entablaron directamente con Menem. El compromiso que asumieron ante el jefe de Estado fue bajar los decibeles de las críticas al Gobierno, al menos hasta que Menem se entreviste pasado mañana con Cardoso. El Presidente le dijo al titular de la UIA, Alberto Alvarez Gaiani, que en ese encuentro con el mandatario brasileño se destrabarán las complicadas negociaciones que ambos gobiernos vienen manteniendo desde hace semanas. Aún así, el secretario de la central fabril, José de Mendiguren, se quejó porque “las declaraciones del ministro agregan intranquilidad, en momentos de por sí complicados” (ver aparte).
Por su parte, Jorge Di Fiori, presidente de la Cámara de Comercio, afirmó que “en Argentina las empresas ineficientes desaparecieron hace tiempo”. “Son declaraciones muy desafortunadas, que sólo pueden entenderse si se considera que ser ineficiente es no poder competir con un 50 por ciento de devaluación del real”, remarcó Raúl Lamacchia, titular de Came, al sumarse a la lluvia de críticas que cayó ayer sobre Roque.

 

Cumbres borrascosas
El equipo de funcionarios, que viajó a Brasilia para preparar con sus pares brasileños la cumbre que mantendrán los presidentes Carlos Menem y Fernando Henrique Cardoso el viernes próximo, mantendrá mañana la segunda de las reuniones en las que intenta convencer al socio mayor del Mercosur de que tome medidas para frenar las exportaciones hacia Argentina que, se prevé, aumentarán fuertemente por la devaluación del real.
El grupo comandado por el subsecretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, Jorge Campbell, estuvo reunido el lunes con el ministro de Hacienda brasileño, Pedro Malan, y con el titular de la Cámara de Comercio Exterior, José Botafogo Gonçalves. Se sabe que la propuesta consistió en que Brasil desmantele los subsidios sobre las exportaciones, elimine las restricciones financieras a las compras de productos argentinos y, como expectativa de máxima, acepte pactar cupos para sus exportaciones. La delegación argentina también instó a avanzar en la instrumentación de mecanismos de coordinación macroeconómica como lo hizo la Unión Europea. Aunque, hasta ahora, lo único seguro es que Brasil desmantelará los subsidios a las exportaciones porque se lo exigió el FMI.

Lo que dijo
Las siguientes son las principales ideas de Roque Fernández expresadas en el reportaje con Página/12:
ron2.gif (93 bytes)   “La convertibilidad no tiene nada de mágico.”
ron2.gif (93 bytes)   “No tenemos que preocuparnos que el producto A de Brasil, que elaboran de manera más competitiva, haga desaparecer a la industria A de Argentina.”
ron2.gif (93 bytes)   “Si eso ocurre, hay que ver que el consumidor argentino se verá favorecido con la compra de un producto más barato.”
ron2.gif (93 bytes)   “Yo tengo que ver cómo le digo al productor argentino que cambie de actividad.”
ron2.gif (93 bytes)   “Existen las medidas de salvaguarda que tratan de evitar un daño circunstancial.”
ron2.gif (93 bytes)   “Pero esas medidas no están para proteger ineficiencias estructurales de un sector. Si ese sector es ineficiente, va a desaparecer”.
ron2.gif (93 bytes)   “Tenemos el caso de los desaparecidos (en referencia a reclamos contra el Estado). Lamentablemente nos han costado un montón de plata.”
ron2.gif (93 bytes)   “No vamos a fijar medidas unilaterales.”

 


 

LLUVIA DE CRITICAS
De todo, menos bueno

t.gif (862 bytes) Las declaraciones de Roque Fernández a Página/12 recibieron críticas de todos lados. Economistas, empresarios y políticos del oficialismo y la oposición censuraron las opiniones del ministro.
ron2.gif (93 bytes)  Arnaldo Bocco (Alianza): “Que Dios nos salve de Roque Fernández si se profundiza la recesión. Sus declaraciones son de una violencia verbal inusitada, ¿cuánto tiempo duraría un ministro en cualquier otro país del mundo después de afirmar que no se puede hacer nada para enfrentar la crisis y que se desentiende de la suerte de las empresas? Roque debe saber que sí hay cosas para hacer: se pueden desgravar impuestos, rediseñar la oferta crediticia e impulsar promociones para el comercio exterior.
ron2.gif (93 bytes)  Emilio Martínez Garbino (PJ): “No podemos aceptar que sobre la crisis de Brasil se impongan los dos extremos: los ultraproteccionistas que piden el fin del Mercosur y los que piensan que no pasa nada, que no hay que hacer nada ni fijar medidas. Los funcionarios no pueden negar que hay un impacto negativo en la producción y en la desocupación. Por eso, las medidas de protección a la industria no deben tardar; si se las toma una vez que se comprueba el daño, el resultado será irremediable”.
ron2.gif (93 bytes)  Pablo Baylac (UCR): “Algunas de las expresiones de Roque Fernández significan tomarle el pelo a los productores y a los industriales, quienes vienen haciendo un esfuerzo importante para suplir la carencia de políticas industriales y productivas. El ministro es un fundamentalista del mercado, pero nada dice del impacto en el costo argentino del sector servicios, que podrían ser morigerados con una renegociación que habilite una rebaja de tarifas posibilitando una mayor competitividad”.
ron2.gif (93 bytes)  Ricardo Barros Arrechea (UCR): “Hablar de ineficiencia en medio de la crisis es lavarse las manos. Roque Fernández habla como un administrador no comprometido con su gente. La actitud de un ministro debería ser la de promover una discusión acerca del porqué de esa falta de aptitud y tratar de corregirla”.
ron2.gif (93 bytes)  Eduardo Curia (PJ): “El problema de los planteos similares a los de Roque es que, en teoría, defienden a los consumidores. Pero si se aplicaran en la práctica, el país se quedaría sin consumidores. Los dichos del ministro son abyectos que traducen una visión despreocupada y falsa sobre cuáles son las bases de la estructura productiva y cuáles son las bases para el crecimiento”.


 

LA UIA EVALUO CONTESTARLE PERO SE FRENO. DE MENDIGUREN IGUAL FIJO POSICION
“A los bancos no les pide eficiencia”

t.gif (862 bytes) Los máximos dirigentes de la Unión Industrial Argentina, Alberto Alvarez Gaiani, su presidente, Osvaldo Rial, el vice, y el secretario, José Ignacio De Mendiguren, se reunieron ayer para evaluar la oportunidad de emitir un comunicado en respuesta a las declaraciones que hizo Roque Fernández a Página/12. “Los ineficientes van a desaparecer”, había afirmado el ministro. La decisión fue no confrontar con el Gobierno, por lo menos, hasta tener los resultados de la cumbre entre los presidentes Carlos Menem y Fernando Henrique Cardoso, que se realizará pasado mañana en Brasil. De todas maneras, De Mendiguren, en declaraciones a este diario, no se privó de contestarle al ministro: “El ineficiente es el Estado”.
–¿Qué opina de las declaraciones de Roque Fernández?
–Es verdad que muchos sectores van a desaparecer si no se toman medidas a tiempo, entre ellos el industrial. Pero no por falta de productividad. Después de nueve años de haber soportado una apertura económica abrupta, con una aduana que no funciona, sin ningún tipo de ayuda del Estado, sin un sistema financiero acorde con sus pares internacionales, el sector industrial logró superar al resto de la economía en su índice de productividad. Tuvo un crecimiento en su eficiencia del 8 por ciento, cuatro veces más que el promedio mundial. Además, incorporamos bienes de capital por 20 mil millones de dólares y bajamos la antigüedad promedio del equipamiento industrial al mínimo en los últimos 30 años.
–El ministro considera que no son competitivos.
–Está equivocado. La que debe ser más competitiva es la economía en su conjunto. El sector público, con su ineficiencia, licua la eficiencia del sector privado. Los mismos que gastan cada vez más, que administran mal nuestros recursos, no pueden descargar su responsabilidad en nosotros. En los últimos meses, sólo con la reforma laboral y la reforma fiscal, volvieron a subir los costos de la industria.
–¿Entonces está de acuerdo en que no son competitivos, pero difiere en la causa?
–Por supuesto. Y para eso sirvió la crisis brasileña; para desnudar la falta de competitividad de la economía argentina. Cómo se puede ser competitivo en un país en el que las pymes –que son la mayoría de las empresas– pagan una tasa de interés del 40 por ciento anual. La diferencia de tasas que soportan las empresas argentinas con respecto a las de, por ejemplo, los Estados Unidos, representa un 10 por ciento sobre el total de los costos. Pero al sector financiero nadie le pide eficiencia.
–¿Qué otro factor atenta contra la competitividad de las empresas?
–El precio de los servicios. En la convertibilidad la inflación superó el 60 por ciento y los precios de los productos industriales sólo subieron un 4 por ciento. El resto lo aportaron los servicios, que como no tuvieron que competir, no se ajustaron.
–¿Le sorprendieron las declaraciones de Fernández?
–No quiero confrontar con Economía. Prefiero contestarle con ideas. En este momento el Gobierno está negociando en Brasil y no es tiempo de generar conflictos sino de aunar esfuerzos para buscar soluciones.
–El ministro dijo que la gente se va a beneficiar con el crecimiento de las importaciones desde Brasil por los bajos precios a que ingresarán los productos.
–Si desaparecen las empresas argentinas por la competencia desleal, la gente no va a tener trabajo y, en consecuencia, no va a poder comprar nada. Todos sabemos que el problema hoy es un desequilibrio cambiario. Ningún país del mundo permite que por una circunstancia como ésta, que es transitoria, se afecte el empleo.
–¿Qué responsabilidad tiene el Gobierno en la situación que se creó con Brasil?
–La primera es no haber avanzado nada en la institucionalización del Mercosur. La más mínima legislación que se hubiera acordado hubieseprevisto un desequilibrio cambiario. Hoy, lo que queda es negociar con la mayor firmeza posible y confiar en que Brasil tenga el mismo interés que nosotros en defender el Mercosur.


 

Hasta los oficialistas le pegaron al ministro

“Los desaparecidos nos costaron un montón de plata”, dijo Roque y levantó una nube de críticas que incluyó a funcionarios y legisladores peronistas.

Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Por Victoria Ginzberg

t.gif (862 bytes) “Los desaparecidos no pueden ser considerados como un simple asiento contable”, “no estamos hablando de una política financiera, se trata de dignificar a las víctimas”, “tiene el signo pesos por delante de los sentimientos, viniendo de quien viene, no sorprende”. Con estas palabras, legisladores oficialistas y de la oposición y dirigentes de organismos de derechos humanos contestaron a una frase del ministro de Economía, pronunciada en una entrevista publicada ayer por Página/12. “Los desaparecidos lamentablemente nos han costado un montón de plata”, dijo Fernández en alusión a las indemnizaciones pagadas por el Estado a las víctimas de la dictadura. El repudio al ministro unió a un amplio sector social, que pocas veces se pone de acuerdo.
La primera crítica provino de los diputados justicialistas. “Los desaparecidos no pueden ser considerados como un simple asiento contable porque en medio de esa problemática está la vida de muchos argentinos”, aseguró el entrerriano Emilio Martínez Garbino, presidente de la Comisión de Industria. Para este diputado, “el pensamiento que expresa el ministro es el que exponen todos aquellos que no sufrieron la persecución, la cárcel o el exilio durante la dictadura”. Algo más condescendiente, el senador Antonio Cafiero dijo: “Intuyo que el ministro no quiso limitar su respuesta a un mero cálculo económico sobre `el costo de los desaparecidos’. Las aberraciones de la dictadura costaron mucho dinero en reparaciones materiales, pero es inconmensurable frente al daño profundo que siempre genera la violación a los derechos humanos”. Por su parte, el diputado Marcelo López Arias –autor del proyecto de ley para indemnizar a los exiliados– afirmó que Fernández “tiene derecho a pensar lo que quiera”, pero que “no se trata de costos sino de un deber moral del Estado”.
La ex subsecretaria de Derechos Humanos y actual legisladora porteña por el PJ, Alicia Pierini, también le respondió al ministro. “Las cosas se miran desde distintos puntos de vista. El las mira desde la caja, yo las miro no sólo desde la política sino desde la historia y el futuro”, aseguró. Su sucesora, Inés Pérez Suárez, no quiso confrontar –”no opino sobre las declaraciones de otro funcionario”, dijo– pero afirmó que “las indemnizaciones constituyen un desagravio que el gobierno nacional cumple porque es su obligación”. Pierini también elogió las reparaciones monetarias, que impulsó cuando estaba al frente de la subsecretaría. “Se dignificó a las víctimas, porque con las indemnizaciones se negó la teoría de los dos demonios”, afirmó.
Desde la Alianza, los diputados socialistas Alfredo Bravo y Jorge Rivas presentaron un proyecto de declaración para que la Cámara repudie las expresiones de Fernández y el senador radical Mario Losada, presidente de la Comisión de Derechos y Garantías, anticipó que no participará de la reunión a la que concurrirá el ministro en el Senado debido a que “las infelices declaraciones de Fernández ofenden a la sociedad democrática”. La Comisión de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la diputada Marcela Bordenave emitieron comunicados para quejarse por las palabras del ministro. “Lo verdaderamente lamentable es la presencia en el Gobierno de personas como Roque Fernández”, dijo la frepasista.
La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, no se sorprendió por las declaraciones del ministro. “Tiene el signo pesos por delante de los sentimientos. Lo ha demostrado en sus gestos despiadados frente a los jubilados y a los maestros”, afirmó. “El costo de los desaparecidos –agregó– es el dolor y la injusticia y se lo debemos a personas como él.”

OPINION

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