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LOS POBRES RESULTADOS DE LA CUMBRE CON BRASIL ENCRESPARON A LA UIA
Menem es el nuevo blanco de los industriales

La pelea entre el Gobierno y los empresarios llegó a un pico de tensión. El debate de fondo es el futuro de la industria tras la devaluación del real. "No podemos vivir en este estado de inseguridad", dicen en la UIA.

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Por David Cufré

t.gif (862 bytes)  La primera repercusión política de la cumbre que anteayer protagonizaron Carlos Menem y Fernando Henrique Cardoso es el estallido en pedazos de la relación entre gobierno e industriales. El jefe de Estado acusó ayer a los empresarios de "abrir el paraguas antes de tiempo", al formular "reclamos que no se compadecen con la realidad" y "no haber esperado un poco más la evolución de los acontecimientos". En diálogo con Página/12, el secretario de la central fabril, José Ignacio De Mendiguren, retrucó duramente las afirmaciones de Menem, llevando la pelea --que hasta ahora los industriales venían librando contra Roque Fernández-- al máximo nivel del Poder Ejecutivo. Eduardo Duhalde, recordando que a río revuelto siempre gana el pescador, trasladó la interna del justicialismo al tema económico. Advirtió que por la crisis de Brasil "pueden aumentar la desocupación y las tensiones sociales" (ver recuadro).

"Seríamos imprudentes si no estuviéramos muy nerviosos, cuando lo que está en juego son puestos de trabajo y los activos del país. Nosotros no tenemos ninguna responsabilidad por esta incertidumbre. Lo que hace Menem es descargar la responsabilidad sobre un sector que no tiene la culpa de lo que está pasando", planteó De Mendiguren, quien preside el Movimiento Industrial Nacional, una de las dos fracciones políticas de la UIA. El dirigente no ocultó su fastidio por los magros resultados del encuentro entre Menem y Cardoso. "La realidad nos va a demostrar que para ser socios, lo primero que hay que tener es ganas de ser socios. Brasil tiene que hacer un gesto para demostrar que quiere que siga el Mercosur. Hasta ahora lo que está diciendo es que mucho interés no tiene, porque no pone nada para que eso pase. Es difícil ser socios así", disparó el dirigente.

Algunos de los misiles que los industriales y el Gobierno vienen cruzando desde hace una semana se están desviando hacia las trincheras del Mercosur. Consciente de ello, De Mendiguren se preocupó por aclarar que en la UIA "queremos preservar" el bloque regional. "Pero el Mercosur está hecho para ayudar a los países, no para vivir en este estado de inseguridad. En lo que no coincidimos con el Gobierno es en el camino elegido para consolidar el Mercosur", enfatizó.

En apenas siete días, se pasó de la tregua pactada entre Menem y los industriales, consistente en bajar el tono a las declaraciones públicas a la espera del cónclave entre los mandatarios de Argentina y Brasil, a un bombardeo alocado. La declaración formal de inicio de las hostilidades corrió por cuenta de Roque Fernández, quien le dijo a Página/12 que "los ineficientes van a desaparecer" y que el Gobierno no moverá ni a un cadete para impedirlo.

Ese es el debate de fondo. La devaluación del real pegó en la línea de flotación del Mercosur. Brasil, con un tipo de cambio liberado a los caprichos del mercado, a un nivel cercano a dos reales por dólar (el viernes cerró a 1,91), es mucho más competitivo que la Argentina. Roque reveló que el Gobierno no hará nada para proteger a las industrias ante las nuevas reglas de juego que quedaron planteadas en el bloque regional. Por eso llegó a la conclusión que generó tanta polémica: "No tenemos que preocuparnos que el producto A de Brasil, que elaboran de manera más competitiva, haga desaparecer a la industria A de Argentina", dijo en la entrevista que concedió a este diario.

La cumbre de anteayer entre Menem y Cardoso ratificó esa definición. El país vecino hizo concesiones menores, y a cambio consiguió que Menem se pronunciara en favor de mantener a ultranza el libre comercio. "Es lo máximo que se pudo conseguir", admitió ayer el Presidente. "Hasta ahora las cosas están bien y no va a haber ningún inconveniente en sortear las situaciones difíciles que puedan presentarse", añadió. "Nos sentimos respaldados porque la gente sabe que los problemas existen, y también lo saben los representantes sindicales. Lo sabe el país", respondió De Mendiguren.

"La UIA presentó un plan que se condice con las normas internacionales de comercio. Nos preocupamos que no tuviera ningún costo fiscal. Y de que fuera de carácter transitorio. Cuando se lo llevamos a Fernández no nos comentó nada de lo que ahora nos acusa. Dijo, en declaraciones públicas, que eran medidas muy positivas y muy razonables. ¿Será que el ministro no nos reveló lo que pensaba, o sabiendo que no se conseguiría nada en las negociaciones con Brasil, la semana pasada cambió radicalmente de parecer?", se preguntó De Mendiguren, en referencia a la acusación de "ineficientes" que el ministro le propinó a los dirigentes de la UIA. "Ese mismo plan se lo llevamos a las comisiones de Industria y Mercosur del Congreso, y no sólo nadie dijo que fuera disparatado, sino que emitieron una resolución aconsejando aplicar las medidas", insistió. La UIA pidió el viernes una reunión urgente con Menem para mañana. "Queremos ver si el espíritu del documento que se firmó con Brasil no es tan pobre como las definiciones que figuran por escrito", concluyó el dirigente.


Duhalde teme más desempleo

En medio de la pelea por la interna justicialista, Eduardo Duhalde salió a polemizar con Carlos Menem respecto de qué debe hacer el Gobierno para enfrentar la crisis brasileña. "Tenemos que apretar los dientes y tomar medidas de defensa de nuestro sector productivo", subrayó el gobernador, al día siguiente de la cumbre de presidentes de Argentina y Brasil, en la que Menem descartó aplicar medidas. Duhalde metió la cola en la feroz pelea que vienen sosteniendo el Poder Ejecutivo y los industriales. El presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires, Osvaldo Rial, es también director del Banco Provincia, lo que muestra la mayor afinidad de Duhalde con los productores, relación que quiere afianzar en momentos en que busca apoyos para su precandidatura presidencial. "La crisis puede aumentar la desocupación y las tensiones sociales", advirtió el mandatario bonaerense. "Argentina debe estar por arriba de un crecimiento anual del 3 por ciento para crear nuevos empleos. Esto implica que podemos tener dificultades laborales. Pero este es un tema que viene de Brasil, y no hay culpa del equipo económico", se escudó Duhalde, para no dar motivos a una respuesta. "Ya no estimamos un crecimiento del 5 por ciento, como en octubre pasado, sino que vemos si se crecerá o estaremos estancados", concluyó.

 

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