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POSTERGARON LAS INTERNAS NACIONAL Y BONAERENSE
Ahora, patear para adelante

El menemismo consigue tiempo mientras se  reorganiza y decide cómo reemplazar a Ortega. El duhaldismo cree que ya ganó.

En el local de Matheu 130 hubo debates acalorados e insultos.
Antonio Cafiero, Bauzá y Duhalde con cara de pocos amigos.

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Por Adrián H. Mouján y Felipe Yapur

t.gif (862 bytes) El justicialismo se quedó nuevamente sin fecha de elecciones internas presidenciales. En una tensa reunión del Consejo Nacional del partido el menemismo logró imponer su mayoría y postergar la interna presidencial en desmedro de Eduardo Duhalde. El gobernador bonaerense sufrió otro golpe, un rato antes del encuentro partidario, cuando el juez federal de La Plata Manuel Blanco dispuso la suspensión de los comicios para elegir candidato a gobernador que se iban a realizar el 11 de abril. Para los duhaldistas la dilatación en fijar la fecha sólo prolonga la agonía del oficialismo que terminaría con un hecho inevitable: la consagración del bonaerense como candidato del PJ. El menemismo, en cambio, celebró haber obtenido más tiempo para alentar una re-reelección o, en su deferencia, permitirle a Carlos “Lole” Reutemann llegar a la competencia en igualdad de condiciones.
El clima no fue el mejor en el cónclave partidario. Las tensiones entre duhaldistas y menemistas llegaron a un pico tal que estuvo a punto de hacer fracasar el encuentro pero, sobre el final, ambos mostraron un rasgo de cordura y acordaron manifestar su disenso en sendas conferencias de prensa, pero sin agresiones. Tampoco ayudó el fallo del juez Blanco que suspendió las internas por considerar que los plazos para llegar al 11 de abril eran “exiguos”.
Ante un pedido de Antonio Cafiero, Alberto Pierri y César Arias, quienes objetan el padrón partidario, Blanco consideró que “por toda la documentación analizada, el cronograma se realizó con exiguos plazos para la exhibición de los padrones provisorios, la presentación de listas y las impugnaciones”.
Precisamente, el escenario de la provincia de Buenos Aires fue el que utilizó el menemismo como punta de lanza para tratar de doblarle el brazo al gobernador, por eso abrió la reunión disparando contra los padrones partidarios de ese distrito y contra la composición de la Junta Electoral. Además dejó en claro que su objetivo es que la elección interna se concrete lo más tarde posible al proponer el 27 de junio como fecha.
La postura del menemismo era que ese día se celebren las internas para el candidato presidencial, autoridades partidarias y para candidatos a gobernador en todas aquellas provincias cuyo cronograma no fije la nominación del mandatario antes de ese día. Obviamente, la respuesta de Duhalde fue negativa. En este punto es donde se bifurcan las versiones de ambos lados. Mientras que desde La Plata aseguran que el gobernador reclamó que las internas se efectuaran el 11 de abril, desde el menemismo señalaron: “en ningún momento el ‘Cabezón’ habló del 11 de abril”.
El menemismo embarró la cancha, caldeó los ánimos entre los consejeros bonaerenses y estancó la discusión al plantar a la interna bonaerense en el centro de la discusión. Arias y Cafiero aseguraron que “existen numerosas irregularidades en el padrón de la provincia”, pero chocaron contra la ira del diputado Eduardo Caamaño, que les respondió con un grito: “déjense de romper las bolas con la provincia”.
El menemismo retrucó con un pedido de intervención de la Junta Electoral provincial, por considerar que su composición era desigual, que terminó por descarrilar el debate. Las frases fuertes fueron y vinieron, hasta que alguien propuso un cuarto intermedio. Los menemistas bajaron hasta el segundo piso del edificio de Matheu 130 y los duhaldistas permanecieron en el tercer piso.
Cuando el calor agobiaba y la espera se hacía larga, Carlos Corach, Eduardo Menem, Eduardo Bauzá y el pampeano Rubén Marín subieron al tercero en donde se encontraron con Duhalde y su jefe de campaña, Alberto Iribarne. En esa mesa, chocaron nuevamente las propuestas de diferentes fechas para las internas, pero ya en otro tono. En la mini-reunión, acordaron reunirse a lo largo de esta semana para unificar propuestas y convocar al Consejo para el jueves 4 de marzo. Duhalde dijo que acataríael fallo de Blanco, que revisarían las recomendaciones del magistrado para concretar la interna provincial en la segunda quincena de mayo. Pierri y Cafiero consiguieron otro lugar en la Junta Electoral provincial en esa reunión.
Duhalde se retiró primero de la reunión y ante los periodistas manifestó que “la mayoría consideró que las elecciones nacionales no pueden realizarse el 11 de abril”, aunque dejó en claro su disidencia. Minutos después de que el gobernador abandonara el salón, aparecieron Arias y Cafiero que explicaron su negativa a la concreción de la interna nacional y provincial el 11 de abril. Tanto Duhalde como Cafiero y Arias señalaron que se maneja la posibilidad de convocar a un Congreso Justicialista para que ratifique el temario aprobado por el Consejo.
La reunión terminó como esos combates de boxeo en los que ambos púgiles levantan sus brazos autoconsagrándose como ganadores. Los menemistas porque su férreo control del partido les permitió ganar tiempo, que es de momento su principal objetivo. Los duhaldistas porque están convencidos de que ya no habrá interna, que el menemismo no tendrá un candidato que pueda enfrentar con éxito al gobernador bonaerense.

 

LOS DOS TRIUNFALISMOS

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“Golpes mediáticos”

“Esto es una barbaridad, confirman y postergan la fecha de internas que ellos mismos impulsaron hace un año. Claramente lo que aquí se busca es tiempo y favorecer a Menem o a su candidato”, fue la definición de uno de los asesores más cercanos a Eduardo Duhalde luego de que el menemismo impusiera en el Consejo Nacional del PJ una postergación de las internas del 11 de abril.
Un detalle para tener en cuenta, la tranquilidad que lució Duhalde y su gente se basó en que el cambio de fecha responde únicamente a “la ausencia de alternativas que le permitan a Menem lograr un nuevo mandato y ante la imposibilidad de encontrar un candidato que responda a las necesidades del Presidente”, como por ejemplo el propio Carlos Reutemann y su interminable indecisión. “Estos son pequeños golpes mediáticos”, indicó otro operador del gobernador, quien además señaló que seguramente el menemismo volverá a “poner piedras en el camino aunque no evitarán que Duhalde sea presidente”.

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“Ganamos tiempo”

“Ganamos tiempo para Menem y para el ‘Lole’.” Así analizó el menemismo la reunión de ayer en el Consejo Nacional Justicialista en donde se postergó la interna presidencial que estaba prevista para el 11 de abril. La postergación de los comicios le sirve al menemismo para darle aire a la última y definitiva intentona re-releccionista que apunta a presentar un escrito ante la Corte Suprema.
La otra posibilidad que maneja el oficialismo es la de darle tiempo a Reutemann para recorrer el país en campaña proselitista. La suspensión de los comicios le permite al menemismo ir ganando días para satisfacer los reclamos de Reutemann. Esa tarea se apoya en tres ejes: contener la fuga de gobernadores detrás del binomio Duhalde-Ortega, hacer pie con Cafiero y Pierri en la provincia para arrancarle una buena porción de votos a los duhaldistas e instalar al “Lole” en el electorado. Carlos Corach y Eduardo Bauzá son quienes persiguen esos objetivos y además se encargan de auscultar los ánimos entre los miembros de la Corte respecto a la re-re.

 


 

Reutemann hace la plancha hasta que Menem se defina

Lole cree que Menem está dispuesto a sumarlo a una fórmula presidencial. Pero no está dispuesto a ser el muleto del Presidente.

Carlos Alberto Reutemann sigue esperando de buen humor pero en silencio las definiciones del Presidente.
“El no está dispuesto a ser número dos de nadie, ni siquiera de Menem”, dicen sus operadores.

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Por Pablo Feldman

t.gif (862 bytes) “El menemismo tiene un plan pero nosotros no lo conocemos”, confiesa a Página/12 uno de los principales operadores de Carlos Reutemann. “El Lole está en la casa desde antes de ayer, y después del discurso del Presidente está más convencido que nunca que hay que esperar y en silencio”, completó el dirigente santafesino avalando la actitud de su jefe, que el miércoles pasado prácticamente huyó de la Capital Federal horas antes del discurso de Carlos Menem en Parque Norte.
La frase de Jorge Giorgetti publicada días pasados por este diario, “el candidato del PJ se llama Carlos”, cobra cuerpo a partir de un plan que los reutemistas dicen desconocer pero del que se habla en los pasillos del Senado y en la Casa de Gobierno. La rereelección –que paralizaría a Reutemann– tiene, según una fuente ligada al menemismo, un andamiaje jurídico-político que ya se ha puesto en marcha. Una fórmula integrada por Carlos Menem y su tocayo Reutemann para disputar la interna que ya se sabe no será el 11 de abril sería el primer paso que imaginan los menemistas, que acompañarían el anuncio con la presentación de “un recurso jurídicamente sostenible en la provincia de Córdoba”. Según el mismo plan, sin necesidad de que la Corte Suprema se expidiera –todavía– se avanzaría en ese sentido. “Si el resultado de la interna fuera claramente favorable al menemismo, la re-re sería imparable”, relata la fuente, “si no fueran muy abultados, ahí Menem renunciaría en beneficio del Lole”, completa el cuadro. “Lo único que está claro es que el menemismo va a hacer todo lo que haga falta para que Duhalde no sea candidato”, concluyó.
“Nosotros sabemos que el menemismo tiene un plan, pero no nos lo contaron”, dice Jorge Giorgetti, quien no se sorprende del relato del “plan” hecho por un dirigente vinculado con el gobierno nacional. “Yo no sé si eso está pensado, pero lo que puedo anticipar es que el Lole no es dos de nadie, ni siquiera de Menem”, advierte el operador reutemista. Si bien Giorgetti reconoce que la candidatura de su jefe es “inviable” sin el aval del Presidente, presume que ser “el candidato de Menem” puede servir para ganar la interna pero no una elección general. “Reutemann está calculando todo, no sólo la interna sino que va más allá, por eso le gusta la alianza entre Duhalde y Palito, y por eso va a esperar a ver qué pasa con el Presidente y su futuro político”, dijo Giorgetti.
“Sabemos que hubo reuniones en la casa de Carlos Corach, pero no qué se habló”, dice el legislador santafesino. Al parecer, el desfile de mandatarios provinciales por el domicilio del titular de la cartera política tenía por objeto poner al tanto a los gobernadores del “plan” que el menemismo desarrollará en los próximos días.
“Salvo Busti, quien ya fichó del otro lado, los demás están esperando que mueva el Presidente”, dijo un funcionario santafesino que llegó con Jorge Obeid a la Capital Federal. “El problema excede la interna peronista y si se fuerza la re-reelección se entraría en un peligroso conflicto institucional”, dijo el funcionario que aventuró que “los gobernadores no van a jugar en contra de Menem pero tampoco se van a pegar a la rereelección; tal vez la salida sea que apoyen al candidato que Menem proponga, que no puede ser otro que Reutemann”.
“El plan del menemismo no está escrito, se va escribiendo día por día”, dice la fuente. Del mismo modo, el “plan de Reutemann” es una saga del plan menemista.
Por esa razón es que el ex piloto de Fórmula-1 no se pronunciará hasta que no lo haga Menem. Por ahora seguirá “haciendo la plancha” –según su propia definición– y haciendo campaña lejos de Duhalde y no tanto de Menem. La idea de ser el “muleto” no lo entusiasma en absoluto.

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