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Una lluvia en Bariloche que no fue suficiente

Aunque por la mañana hubo algo de alivio por la lluvia, a la noche los  incendios se reavivaron por el vientode la región.

A los bomberos los ayudó una lluvia que cayó intermitente.
Aunque sin agua, en Chubut los focos lograron ser controlados.

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t.gif (862 bytes)  La secretaria de Recursos Naturales, María Julia Alsogaray, se había encomendado a Dios para solucionar el fuego en el sur. Y parece haber sido escuchada: una lluvia les dio un respiro a los brigadistas que se encuentran en el frente de la guerra contra el incendio en la zona cercana a Bariloche. En la mañana de ayer, la lluvia que cayó intermitentemente hasta la tarde, y la disminución de los vientos, permitieron atacar directamente los focos del incendio y frenar su avance. De todos modos, la intervención requerida por María Julia corre el riesgo de ser sólo un descanso: a última hora de anoche, los vientos se incrementaron y con ello renacía el peligro de la propagación de las llamas. En Chubut no hubo lluvias, pero los focos más importantes se encontraban ayer controlados. Allí el incendio se cobró su segunda víctima: Martín Barros, un peón que trabajaba para apagarlo, se encuentra internado en Esquel con quemaduras de segundo grado.
Más de 6000 hectáreas de bosques fueron consumidas por el fuego en la zona rionegrina del cerro Catedral y la cascada Los Alerces. Los vientos de 80 kilómetros por hora y las altas temperaturas desparramaron el fuego a tal velocidad que en la noche del miércoles llegó a destruir un depósito del Campamento Educativo en la costa del lago Mascardi. Afortunadamente, el agua llegó horas después, y los rionegrinos pudieron festejar. Sin embargo, anoche la lluvia paró y los vientos volvieron a la carga ganando terreno a los brigadistas en el cerro Falso Granito, el sudeste del cerro Catedral y el paraje Corte Azul.
En Neuquén, donde falleció Julio Negrete cuatro días atrás, y en Chubut, donde ahora resultó herido un joven, los focos más importantes se encontraban ayer controlados. A pesar de las declaraciones de Alsogaray (“lo que puede hacer el hombre es relativamente poco”), lo conseguido sólo resultó gracias al esfuerzo humano: allí no se registraron lluvias.
Entre 10.000 y 12.000 hectáreas de pastizales fueron consumidas en la provincia de Chubut en los últimos 8 días. El ministro de Gobierno de la provincia, José Luis Lizurume, explicó que esto favoreció las tareas, ya que las máquinas podían ingresar más fácilmente a la zona que si se tratara de bosques. Lizurume desmintió que hubiera sido evacuada la comunidad mapuche de Cushamen, como se habían difundido, pero informó que fue en ese lugar donde se quemó Martín Barros, de 22 años, peón de una estancia de la zona, debido a la fuerza inusitada que cobró el fuego por los vientos de la región. “El único foco que continúa con relativa actividad es el de Fontana, donde se han quemado cerca de 300 hectáreas de bosques”, señaló el ministro.
“Siempre se puede hacer algo –dijo a Página/12 Raúl González Guerra, del Servicio Provincial de Lucha contra los Incendios Forestales, en alusión a las apocalípticas definiciones de María Julia–. Se puede colaborar enviando mayor cantidad de aviones, maquinaria y materiales para trabajar.” También expresó que los brigadistas voluntarios necesitan ropa, comida, agua y equipamiento, ya que “dependen de la buena voluntad de la gente”.
En tanto, la oficina de turismo patagónica informó que no ha mermado la cantidad de visitantes a causa de los incendios que han devastado en estos días más de 6000 hectáreas de bosques y 34.000 de campos de pastoreo, y autoridades de Vialidad nacional recomendaron circular con precaución por la Ruta 258 que comunica Bariloche con El Bolsón.

 

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