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CHARLY GARCIA TERMINO DE CERRAR AYER LA POLEMICA CON HEBE DE BONAFINI
“Yo no pensé que podía ofender ”

El músico anticipó los contenidos de su recital de mañana por la noche en “Buenos Aires Vivo 3”, ofreciendo un mini-concierto –que incluyó “El show de los muertos”, un tema de la época de Sui Generis– en el marco del cual habló sobre la controversia de la semana pasada

El músico llegó dos horas tarde a la cita que había propuesto, en una demostración de poder.

Por Eduardo Fabregat

t.gif (862 bytes) ”Realmente no pensé que Hebe pudiera llegar a sentirse molesta. Pero se sintió. No me lo esperaba, porque ella es una kamikaze. Como yo.” Con esta idea Charly García procuró anoche poner punto final a la polémica que originó su descartada idea de homenajear a los desaparecidos buscando recrear “los vuelos de la muerte”, durante el show de mañana en el ciclo “Buenos Aires Vivo”. García advirtió que utilizará helicópteros durante el show, pero no para arrojar maniquíes al agua, como era su intención original. “El asunto es que ya pensé quinientas mil cosas mejores para hacer. Helicópteros va a haber pero para otra cosa, y brazaletes, banderas”, precisó. “No va a haber invitados, porque no es una mano festival: me quiero quedar toda la gloria yo. En realidad ya la tengo, pero quiero mantenerla”, agregó.
García concretó una demostración de fuerza: al mediodía anunció, de sorpresa, que realizaba una conferencia de prensa en una discoteca, y a las 17.30, un importante conglomerado de medios gráficos, televisivos y radiales hacía cola para ingresar, mientras los transeúntes no dejaban de preguntar si semejante aquelarre de cables, cámaras, micrófonos y gente tenía algo que ver con Edesur. García apareció dos horas después de lo acordado. Cuando alguien preguntó de sopetón cómo iba a ser el show del sábado en Costanera Sur, respondió: “A pilas”. Una carcajada unánime festejó su salida.
Con el plantón de espera, en el local volaban versiones. Nadie terminaba de entender la suspensión del recital-homenaje a los derechos humanos de León Gieco, que debía concretarse esta noche, y había sido lanzado como un evento 24 horas antes, por Amnesty Internacional (vr nota aparte). En el lugar no se encontraba ningún funcionario del Gobierno de la Ciudad para ofrecer respuestas. Consultados por teléfono sobre su ausencia, los funcionarios dijeron luego que creían que ésta debía ser una conferencia de prensa exclusiva del músico. Off the récord, un vocero de la organización aceptó por la noche que el temor era que la cuestión se disparase hacia una polémica que el gobierno porteño buscó descomprimir desde el mismo momento en que Hebe de Bonafini la comenzó.
Cuando Charly, desde detrás del telón, saludó con un “Hola, espero que se diviertan”, quedó claro que la reunión sería, en gran parte, su show. Habituado a tales ceremonias, concretó, antes y después de tocar con su banda varios temas, algunos monólogos, por momentos complicados de comprender. “Quiero contar mi versión. Este momento es una cosa increíble, que creo que, en los papelones del rock, solamente se compara al de John Lennon con eso que dijo de Cristo”, dijo después de haber tocado “Promesas sobre el bidet”. “Creo que mi próxima gran frase será que yo soy más famoso que el Pastor Giménez”, bromeó. Después, se puso algo más serio: “Lo primero que me motivó a pensar en algo fue... la necesidad. Cómo hacer un espectáculo de puta madre, tener el honor de cerrar y todo eso, en un momento muy especial para Say No More... y me lo tomé muy en serio. Tiré un montón de ideas, primero con “Los dinosaurios”, después con los desaparecidos, después fue Picasso, después Platón”.
El momento de mayor elocuencia se dio precisamente allí: antes y después, García se dedicó a entrenar a su banda y ofrecer un adelanto de lo que –si Edesur quiere– se verá en su show. Como el rescate del clásico de Sui Generis “El show de los muertos”, en una ralentada versión que sirvió como adecuada alegoría de por dónde puede terminar encaminándose su homenaje. “Mi intención...”, comenzó, e hizo una de esa típicas pausas que preparan un título a varias columnas. “Se los dice un viejo... un viejo. Un viejo verde”, remató entre risas. “Yo oscilo entre que el medio es el mensaje o el mensaje es el medio. En todo caso he hecho muchas cosas, como mucha gente: utilizar los medios para mandar un mensaje. Me pinto el pelo de rubio y todos me ven Kurt Cobain.” En un encuentro que sólo rozó otro escándal, García invitó al escenario a Javier Calamaro, hermano de Andrés, para una remozada versión de “Encuentro con el diablo” (enganchada con “Yendo de la cama al living” en tono bailable), presentándolo como “el auténtico”, y haciendo el gesto de ponerse el índice en los labios reclamando silencio.
“Obviamente, la película que se estrenó se dio segun las circunstancias”, evaluó algo crípticamente al finalizar, ante un auditorio que no dejaba volar una mosca. Después, aclaró los tantos, otra vez. “Pensé (que su propuesta de recital) podía ser una cosa barata, linda, ecológica, municipal, y una serie de cosas lógicas con el evento, pero nunca pensé en ofender a Hebe. Yo digo tantas barbaridades que... nunca pensé que alguien se podía sentir mal”, remató.

 

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