Por Ariel Greco
A raíz de la presión
ejercida por los hinchas con sus dos multitudinarias autoconvocatorias, el juez que
entiende en la quiebra de Racing, Enrique Gorostegui, postergó por unos días la clausura
y la posterior liquidación del club. Sin embargo, rechazó el pedido del presidente
residual de la institución, Daniel Lalín, con respecto a la posibilidad de jugar mañana
o el miércoles el partido que Racing debía disputar ante Talleres.
Pero a pesar del cierre obligado, los dirigentes continúan con sus disputas. Mientras las
autoridades residuales están estudiando el fallo para presentar la apelación ante la
Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires, un grupo de dirigentes opositores, con el
aval de la AFA y el ex juez Oscar Salvi, están formulando una propuesta conjunta para
desarticular el actual estado de la quiebra. Claro que para que ese proyecto sea viable
consideran necesario que Lalín se aleje de la institución. La idea de la AFA no
sirve para nada. Yo me metí con los poderes económicos del fútbol y por eso me quieren
lejos, se defendió el dirigente, aunque fue más lejos con su apuesta. Si
viene alguien con la plata para levantar la quiebra y quiere que yo me vaya, no hay
problema, me voy. Si mi idea cuando me eligieron presidente era la de dejar un club
saneado con un equipo de fútbol competitivo.
Tras el fallo de la Cámara de Apelaciones y una vez que su juzgado recibiera la
sentencia, Gorostegui debía designar de inmediato por sorteo un enajenador, encargado de
la liquidación. No obstante, el magistrado prefirió esperar que la bronca de los
simpatizantes se apacigue para no complicar aún más la situación, según informaron
fuentes judiciales. En cambio, el recurso presentado por Lalín fue denegado sin
contemplaciones, ya que en virtud del dictamen de la Cámara es inaceptable que un
patrimonio del club, en este caso su equipo, se presente a disputar un partido. Además,
avaló la medida precautoria que presentó el jueves la síndico Liliana Ripoll para que a
Racing le reprogramen los partidos del Clausura.
El cese de actividades del conjunto de Avellaneda generó grandes repercusiones ya que el
gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, aseguró que hará lo que
pueda para evitar el cierre, mientras que el diputado justicialista Humberto Roggero
convocó a una cumbre de políticos racinguistas para salvar el club.
Desde Mar del Plata Duhalde remarcó que este es un problema muy serio y yo voy a
hacer todo lo que esté a mi alcance para que se evite la desaparición de Racing, ya que
es uno de los dos clubes más importantes de la provincia. Sin embargo, aclaró que
su intento no será económico. La ayuda económica es muy difícil, ya que hay
muchas instituciones con esos problemas.
En tanto los hinchas se congregaron en la sede del club y marcharon hasta la AFA para
solicitar ayuda a la máxima entidad con el fin de evitar la desaparición del club (ver
aparte).
LA HINCHADA DE RACING MARCHO HASTA LA SEDE DE
AFA
El rito de cruzar el puente
Por Adrián De Benedictis
Racing busca sobrevivir.
El día después a la clausura de sus instalaciones, los hinchas no se resignaron a
semejante golpe y protagonizaron una marcha que les permita seguir respirando. El
compromiso estaba acordado desde la noche del jueves, en medio del caos y de las
agresiones al ex presidente Daniel Lalín. Al final ayer, exactamente a las 18.45, cerca
de cien hinchas partieron desde la sede de la avenida Mitre, en Avellaneda, hacia la
Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En principio, la hora pautada era a las 18, pero
la escasa concurrencia demoró el comienzo de la marcha. En la AFA se reunieron con otros
grupos que habían llegado directamente, y la cantidad creció considerablemente.
La imagen que se observaba en el inicio de la tarde era desoladora. La gente que se
presentó en el club poco tenía que ver con la historia de Racing. Los jóvenes llegaban
con andar cansino y sin muchas convicciones. La camiseta celeste y blanca ya no era la de
siempre, mostraba un descolorido que denunciaba cierto maltrato. Los hinchas así lo
sentían y también lo expresaban: Grondona, hijo de p..., Lalín
compadre..., eran las consignas que más se escuchaban. Luego de varios intentos,
lograron cortar el tránsito y esperar la salida en el medio de la calle. En ese marco, el
vendedor de gorros y banderas no conseguía llamar la atención de nadie.
El clima permanecía calmo, sólo llegó a convulsionarse cuando apareció un audaz con la
casaca de Boca. Inmediatamente, fue rodeado por cuatro racinguistas, y justo cuando uno
trataba de arrancarle la camiseta para exponerla como trofeo, fue separado por sus propios
compañeros. En tanto, cuando muchos esperaban ver la faja de clausura en la puerta
principal de la entidad, Racing funcionó normalmente y su actividad sólo fue
interrumpida por la programación de la manifestación.
Por la noche, la gente continuaba en la sede de la calle Viamonte 1366 esperando
respuestas. Esas respuestas que no llegarán en el corto tiempo. La próxima cita será
mañana en el estadio. A pesar de la suspensión del encuentro ante Talleres, los hinchas
volverán a trasladar su sentimiento, una vez más.
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