Cientos de
pasajeros que esperaban viajar por Aeroperú se desayunaron con el cierre
temporario de la compañía y quedaron varados en los aeropuertos internacionales de
Buenos Aires, Lima, Bogotá y Santiago de Chile. Ayer a la mañana, en el Aeropuerto de
Ezeiza, unas 80 personas reclamaban que les devolvieran el dinero del pasaje. Pero no
había nadie de la compañía que atendiera los pedidos. Y en la casa central, las puertas
también estaban cerradas, aunque una nota aclaraba que los pasajes serían endosados por
Aerolíneas Argentinas y Mexicana de Aviación. Pero ya el martes muchos habían empezado
a sospechar: Cerrado por feriado nacional, rezaba un cartel que colgaba de la
puerta de la sede de Santa Fe 840 y todo peruano sabe que el 9 de marzo no se festeja nada
en su país. Allí, después de que los trabajadores de la línea aérea reclamaran al
gobierno que les cediera la administración de la compañía, el presidente peruano,
Alberto Fujimori, anunció que estaría dispuesto a ayudar al reflotamiento de la línea
aérea.El martes a la tarde nos informaron que se cancelaba el vuelo 697 procedente
de Lima y, por lo tanto, que no iba a salir el 698, a las 7.10 del miércoles,
explicó a Página/12 Carlos Díaz, gerente de Operaciones de Aeropuertos Argentina 2000.
Desde Perú, la compañía aérea anunció que se suspendían por 60 días los vuelos
internacionales por la delicada situación económica por la que atraviesa debe 174
millones de dólares y al conocerse la negativa de compra por parte de American
Airlines. Ayer a la tarde, Ruth y su hija, Candy, daban vueltas frente a la sede porteña
de Aeroperú. Vine ayer a poner fecha al pasaje y me encontré con un cartel que
decía feriado nacional. Yo soy peruana y no hay ningún feriado, sentenció la
mujer. El lunes, su hija debería viajar a Lima para volver al colegio. Todo el que pasaba
se detenía sorprendido ante el local cerrado. Un agente de viajes decía que esto
se venía venir. Un señor, autoproclamado ciudadano inquieto, se
detenía a leer el comunicado pegado en la vidriera. Pero la angustia delataba a los que
recibieron el golpe. Carlos, peruano, manos en los bolsillos y cara de ahora qué
hago, leía detenidamente. El también viajaba el lunes de regreso a su país,
después de unas largas vacaciones. Si hubiera sabido esto, me hubiera ido
antes, comentaba. Muchos elegían esta línea aérea para hacer combinaciones a
otros destinos. Daniel Gómez, por ejemplo, tenía pasajes para viajar a Los Angeles, vía
Lima. Para él la única solución es juntarse y reclamar. Por eso, comentaba, los
damnificados ya hicieron una lista con teléfonos para mantenerse en contacto. También
había varias decenas de argentinos protestando en Lima, donde esperaban que otra línea
los trasladara a Buenos Aires.Mientras Aeroperú y Aeroméxico (accionista de la empresa)
elegían el mutismo y no había teléfono ni sede en donde encontrar una respuesta,
Aerolíneas Argentinas trataba de absorber a los pasajeros varados. En un acto de
buena voluntad, comentó a este diario Santiago García Rúa, gerente de
Comunicaciones de Aerolíneas Argentinas, la empresa está trasladando los pasajeros
de Buenos Aires a Lima y los de Lima a Buenos Aires. Pero todo depende de que haya
lugar en los vuelos programados. Mexicana de Aviación es la otra línea que,
aparentemente, endosará los pasajes. Sin embargo, ayer era imposible comunicarse con la
empresa.En Lima, Juan Albrecht, presidente de Aeroperú, explicó que su caída se
aceleró sobre todo porque hubo errores de administración y en el manejo
empresarial. Los principales accionistas de la empresa, creada hace 26 años y
privatizada hace seis, son Delta Airlines (35 por ciento), Cintra (consorcio operador
formado por Aeroméxico y Mexicana de Aviación, 35 por ciento), el Estado peruano (20 por
ciento) y los trabajadores (10 por ciento). |