Los jóvenes
estudian cada vez más periodismo por una combinación extraña entre sus fantasías y la
moda, de la que está ausente una realidad posterior grave: la escasez de fuentes de
trabajo para las nuevas camadas, afirma el comunicador Eduardo Aliverti. Es que la
realidad laboral del periodista medio no es distinta a la del resto pero eso no se sabe al
comenzar, analiza. Además de la observación empírica de la realidad, el conductor
radial y televisivo, que escribe regularmente columnas en Página/12, tiene ahora una
relación directa con el tema de las expectativas juveniles, ya que dirige una Escuela
Terciaria de Estudios Radiofónicos (ETER), además de continuar al frente de la materia
Taller de Radio, de la carrera de Comunicación de la UBA.
Hay una cuestión de poder que peliculea a la gente en torno a lo que se logra con
un micrófono. Este es un valor que está muy metido entre los que se acercan a estudiar
periodismo. Se llega con esa expectativa del poder que tiene un medio, y después la
realidad hace que ni siquiera puedan practicarlo. Yo trato de marcar la diferencia,
razona. ETER conlleva la responsabilidad de no alimentar falsas expectativas con la
de ser la primera institución terciaria dedicada a la enseñanza del oficio radial.
Como nunca se había sistematizado la enseñanza de hacer radio, nos metimos en el
brete. La magia también tiene secretos y requiere de un oficio.
Si estudiar periodismo es una moda entre los jóvenes ¿hay explicaciones lógicas?
Entre los jóvenes y no tan jóvenes. Primero habría que decir que hay un auge de
las carreras cortas, una crisis de la carrera tradicional y larga. Y que si hay una
explosión de gente que quiere estudiar periodismo esto debe tener que ver con el papel
que éste pasó a ocupar dentro de la sociedad. Muchos sienten que es una suerte de
profesión del futuro. Igual hay una visión distorsionada: un periodista sufre
flexibilización laboral como cualquier otro trabajador. El auge, además, pudo venir de
la mano de una proliferación de escuelitas con mucho chanterío. O falta la excelencia en
su plantel de profesores, o faltan equipos y práctica para los chicos. Yo estoy en la UBA
y saqué la cuenta de cuánto tiempo pasa por micrófono un alumno egresado al cabo de 5
años: no más de tres minutos.
¿Una buena parte de los que ingresan se entusiasma con el papel de
fiscal con que suele confundirse a los periodistas en este último tiempo?
Las generaciones más jóvenes vienen influidas por la cultura del clip, de la
vertiginosidad, y un fortísimo privilegio de lo estético sobre lo formativo-opinativo.
No vienen con un ideal de convertirse en fiscales de la Nación como pareciera
revelar la dirección periodística actual. Es más por el show business y para
desarrollar criterios que tengan que ver con el armado artístico. Entre los más grandes
llegan opinators: desencantados de la política, quieren mejorar su
proyección de la voz y de redactar para convertirse en líderes de opinión. Una de
nuestras bases de estudio es hallar el punto medio. No renegar ni de lo artístico ni de
lo formativo.
¿Cuánto espacio deja a la opinión individual la monopolización de la
información por parte de los holdings?
El periodista radial y televisivo se ha tenido que convertir en empresario de sí
mismo, y si no no trabaja. O se consigue los avisos o fue. Es difícil que ahora alguien
contrate a una persona para hacer su trabajo. Esto provoca situaciones de estrés muy
fuerte, porque uno no estudió publicidad para bancarse la carrera. Además existe una
crisis muy profunda en la sociedad, vinculada a la cultura lectora y del análisis. En el
caso de la radio y la televisión se encuentra mucha opinión y una fuerte inserción de
movileros, pero rara vez aparecen programas de investigación, porque podrían afectar los
intereses de los anunciantes. Nose puede ejercer una editorialización bien trabajada,
porque todo está muy ligado a la vertiginosidad y a la cultura opinator de los que
quieren alcanzar con el micrófono su falta de liderazgo en otras esquinas.
¿Eso fue lo que lo llevó a fundar una escuela propia?
Sí, porque la idea es formar realizadores integrales de radio. Ir más allá, ver
materias como Etica. Buscar una escuela que trabaja con la posibilidad de una camada nueva
de comunicadores que, además de saber la parte técnica, pueda desarrollar un pensamiento
crítico que se ha perdido.
| La cultura es mulata El escritor colombiano Gabriel García Márquez considera que la eclosión
cultural en América latina es, en la actualidad, el producto industrial más
importante que está exportando el subcontinente. Así lo manifestó ayer en Madrid, tras
participar del acto de inauguración del I Foro sobre La fuerza de la creación
iberoamericana, en el que intervino, entre otros, el escritor portugués y actual
Premio Nobel de Literatura, José Saramago. A pesar de lo anunciado en el programa,
García Márquez no tomó la palabra, lo que causó una decepción entre el público y una
polémica entre la prensa y los organizadores. Por su parte, Saramago recordó al
recientemente fallecido pintor ecuatoriano Oswaldo Gayasamín y a su inacabado proyecto de
la Capilla del Hombre como una referencia necesaria para comprender de
qué estamos hablando cuando se habla de la fuerza de la creación iberoamericana.
Indio en su obra, su arte, su mentalidad, su bondad, su calidad humana,
Guayasamín representó, en palabras del autor de La balsa de piedra, la tribu de la
sensibilidad, un grupo contrapuesto a las tribus de la política, la economía o,
incluso, la mafia. La nuestra es la única tribu donde la sensibilidad es el
ingrediente total, constató Saramago, al tiempo que defendió la creación
iberoamericana como algo que, gracias a su mestizaje, no se encuentra en ninguna
otra parte del mundo. Quizá cuando seamos todos mulatos se acaben los
problemas en el mundo, agregó. |
CARLOS CALVO EN TERAPIA INTENSIVA
Necesita descansar
El actor
Carlos Andrés Calvo fue trasladado ayer a una sala de terapia intensiva en medio de una
polémica mediática sobre los motivos de su internación de urgencia, en la madrugada del
lunes. El instituto privado donde está alojado no emite partes médicos, pese a lo cual
una serie de versiones afirman que el actor, que aparentemente sufre de estrés, tiene una
parte de la cara inmovilizada, lo que algunos de sus amigos niegan. Calvo se
encuentra muy bien atendido, se le están realizando los análisis correspondientes, pero
por precaución los médicos no quieren anticipar nada, señaló anoche un familiar
del actor. Además de los chequeos de rutina que estaban previstos después del accidente
del pasado 25 de enero, el actor tuvo un pico de presión, por lo que se decidió su
internación en forma anticipada, informó su agente de prensa. Durante la jornada
de ayer, Calvo recibió la visita de amigos, de su pareja Karina Galucci (que pronto le
dará su primer hijo, que será varón y se llamará Facundo) y de Leandro Sosa, productor
de la miniserie Drácula que protagoniza, desde hace dos semanas, los viernes
por América. Consultado sobre las versiones en torno a la parálisis facial, Baby
Etchecopar, actor y amigo del protagonista de Comodines, mencionó que necesita
descansar. Está muy cansado y estresado por las horas de filmación, por el futuro
nacimiento de su hijo y los difíciles momentos que vivió en los últimos tiempos.
En diciembre Calvo fue asaltado y secuestrado en su quinta de Ituzaingó, y el 25 de enero
sufrió un grave accidente automovilístico junto a su pareja, por lo que fue internado en
el mismo instituto en el que se encuentra ahora.
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