|
|
|
|
|
|
|
|
|
Por A. H. M. desde Catamarca  “Una alpargata hoy y
otra después de la elección, si ganamos”, es un viejo axioma del clientelismo
político que puede observarse más fielmente que en otros sitios en las elecciones
provinciales catamarqueñas. La compra de votos, la distribución de dinero, alimentos y
elementos para construir viviendas son varios de los pilares en los que se apoya la
política de fraude que tiene como punto final el escrutinio, donde a pesar de los avances
tecnológicos aún es fácil meter mano. El clientelismo y el fraude fueron los ejes de
una fuerte polémica que protagonizaron los dos principales contendientes a la
gobernación, Oscar Castillo, del Frente Cívico y Social, y Ramón Saadi, del PJ.El primero que lanzó la piedra fue Saadi, uno de los ejemplos vivos del feudalismo con el que se ha manejado ininterrumpidamente la política catamarqueña. Enfrente, Castillo no puede quitarse el sayo de ser cómplice de una política nepotista, ya que aspira a continuar con la dinastía familiar que inició su padre Arnoldo y que ya lleva doce años en el gobierno. Aunque no pudo desmentir que parte de sus denuncias de fraude apuntan a embarrar la cancha ante un triunfo del FCyS que las encuestas anuncian como muy claro, Saadi reclamó la presencia en Catamarca para mañana del senador justicialista Antonio Cafiero y de la candidata a gobernadora bonaerense por la Alianza, Graciela Fernández Meijide: quiere que ejerzan el rol de veedores de los comicios. Esta fue una forma de meterle presión a los Castillo, ya que citó los nombres de dos dirigentes de prestigio, más allá del menemismo tardío de Cafiero. La base del error de Saadi gira en que su reclamo recién lo hizo conocer esta semana, cuando las encuestas lo ubican muy abajo de Castillo. A esto se le suma que, por ejemplo, el ex presidente norteamericano Jimmy Carter, quien encabeza uno de los equipos de veedores más prestigiosos del mundo y que controló los comicios en varios países centroamericanos, considera que el plazo para poner en marcha un sistema que garantice elecciones limpias es superior a los quince días. Pero ayer por la mañana, rompiendo el silencio que mantenía con los medios nacionales, Saadi apareció en el lobby del Hotel Ancasti para dialogar con todos los periodistas y responder a las denuncias presentadas ayer por Página/12 de que en su casa se repartía leche en polvo, se le daba dinero a la gente para que pagara sus cuentas o se ofrecían colchones, chapas y ladrillos a cambio de un sufragio. Pero el justicialista no negó que esto sucediera. “Siempre hay gente en la puerta de mi casa. Siempre mi familia, desde los tiempos de mi padre, trató de ayudarlos. Pero hay veces que no tenemos nada para darle”. Inmediatamente, Ramoncito intentó dar vuelta la flecha y denunció: “Vayan a la puerta de la Casa de Gobierno y van a ver una enorme cola de gente a la que le están ofreciendo trabajo por apenas un par de meses, pagándole a la gente una miseria, unos cien o doscientos pesos por mes”. Este diario pudo comprobar que un enorme grupo de gente esperaba en las puertas de la Casa de Gobierno provincial para inscribirse en el Plan “Trabajar”, aunque no firman ningún tipo de contrato. Mario, de 34 años y padre de tres chicos, afirmó: “Hace más de tres meses que estoy sin trabajo. Acá nos toman, nos pagan 100 pesos la quincena y ellos nos ubican (por la administración Castillo). Algunos terminamos trabajando en obras públicas y otros en empresas que trabajan para el gobierno”. En la cola podía observarse a mujeres, algunos agricultores de más de 50 años que se ofrecían para abrir canales de riego en aquellas zonas donde la aridez del clima impide el crecimiento de cultivos. Castillo no desmintió la entrega de remedios pero su argumento fue: “Es importante entregarles medicinas a los desocupados porque es importante satisfacersus necesidades. Y lo hacemos con medicamentos que nos donaron una serie de laboratorios”. Sobre la controvertida inscripción de catamarqueños a los programas “Trabajar”, el candidato del FCyS también admitió la entrega de los mismos pero la justificó señalando que “lo estamos haciendo porque hay un gran problema de desocupación. Este programa, en Catamarca, se maneja por convenio de empresas privadas y no para pagarles a militantes a fin de conseguir sus votos para el domingo”. Saadi dejó el tema para él resbaladizo del clientelismo y agitó el fantasma del fraude. Ya había hecho lo mismo durante esta semana al reclamarle al Ministerio del Interior de la Nación la presencia de dos analistas informáticos para que controlen el escrutinio. Pero también disparó contra la justicia electoral, a cuyos miembros acusó de “ser del Frente Cívico”. La respuesta de los magistrados no se hizo esperar y en pocas horas el juez electoral Raúl Guillermo Cerdá ofreció al PJ que coloque fiscales informáticos en el centro de escrutinio y que todas las agrupaciones auditen el sistema computarizado antes de los comicios. Fuentes judiciales consultadas por Página/12 confirmaron que los representantes del PJ no se habían presentado hasta hoy. Saadi respondió con un “es mentira, nosotros estamos esperando que dejen ingresar a nuestros analistas”. Castillo retrucó con otra denuncia: “Hemos encontrado documentos duplicados y triplicados entregados a gente que ya contaba con un DNI”. El candidato a gobernador del FCyS acusó al Registro Nacional de las Personas, a cargo del Ministerio del Interior, que está a cargo de Carlos Corach, de emitir estos DNI duplicados y triplicados.
|
