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 Buscaban que
sus vacaciones fueran una verdadera aventura y lo lograron. Pero el irlandés Brendan
Timmis, de 28 años, y su novia australiana Su-Yi Leen, de 31, por poco no pueden
contarlas. Estuvieron extraviados durante 13 días en una zona montañosa, muy
accidentada, cercana a Bariloche y lograron sobrevivir casi por milagro: sólo tenían
víveres para cuatro días. El cayó por un barranco de 30 metros y quedó con la rodilla
fracturada y dos ligamentos sueltos. Ella, tratando de buscar ayuda, pasó tres días sin
comer, durmiendo bajo los árboles, con temperaturas cercanas a los cero grados.
“Estoy vivo de casualidad”, dijo ayer a Página/12 Timmis, recién operado en un
sanatorio de Bariloche. La pareja de turistas partió el lunes 1º de marzo a la mañana desde la laguna Jakob, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Bariloche, rumbo al refugio de laguna Negra, una travesía que habitualmente demanda unas 10 horas y que es una de la más complicada del Parque Nahuel Huapi, porque no está señalizada y atraviesa terrenos muy escarpados, con rocas sueltas, y vegetación tupida. Timmis y Leen no eran improvisados. Tenían varios años de experiencia en trekking y estaban muy bien equipados. Pero equivocaron el camino y se perdieron esa misma tarde, cuando empezaba a oscurecer. En lugar de iniciar el descenso al final de la alargada cumbre del cerro Navidad, por el norte, lo hicieron por el oeste, convencidos de que era la dirección correcta. “Bajamos en un lugar tan pedregoso y boscoso que no pudimos armar la carpa y dormimos al aire libre, en las bolsas de dormir, tapados sólo por el sobretecho de la carpa. Al día siguiente despertamos cubiertos de nieve”, contó ayer Timmis, desde la cama de la habitación del Sanatorio San Carlos, donde le operaron la rodilla. Posiblemente entre el lunes y el martes le den el alta para regresar a la ciudad de Perth, al oeste de Australia, donde vive con su novia. Ambos son ingenieros. Ese martes, después de caminar durante horas y horas sin encontrar el refugio, la pareja se dio cuenta de que estaba extraviada. Por entonces ya habían terminado la mitad de la comida de sus mochilas. El miércoles caminaron sin rumbo y al día siguiente Timmis sufrió el accidente. “Me caí de espaldas por un barranco de 30 metros”, recordó el irlandés. Timmis no pudo moverse: tenía un dolor agudo en la rodilla y en el tobillo. Su novia le entablilló la pierna, con vendas de su botiquín de primeros auxilios, y luego intentó buscar ayuda pero a poco de caminar se encontró con un barranco de 200 metros de altura. No pudo seguir y regresó junto a su novio. Ahí se quedaron 5 días esperando que algún baquiano los encontrara. Pero no tuvieron suerte y decidieron retomar la marcha. Como Timmis casi no podía caminar, ella prosiguió sola, sin comida ni carpa. Tres días después regresó sin novedades y como él ya estaba mejor emprendieron el camino juntos. Recién en ese momento lograron ubicarse en el mapa. Mientras tanto, desde el mismo lunes en que debieron haber llegado al refugio Segré, de laguna Negra, los encargados del lugar, perteneciente al Club Andino Bariloche, comenzaron a rastrillar la zona. “Al cuarto día, como no los habíamos encontramos en los lugares habituales en donde se pierden los turistas pensamos que habían regresado a Bariloche. Buscamos en los albergues para ver si estaban hospedados allí y como tampoco estaban y nadie los reclamaba, supusimos que habían rumbeado para otro lado”, explicó a este diario Gabriel Ziffer. Recién 14 días después de su partida, el lunes último, la pareja pudo llegar al albergue. “Estaban hambrientos”, contó Ziffer, quien les preparó comida y organizó el traslado a la ciudad: entre varios bajaron a Timmis “en andas” 4 kilómetros, con un desnivel de 400 metros, hasta un punto donde los esperaban caballos. Siguieron la travesía en los animales hasta la ruta, donde aguardaba un vehículo que los llevó a Bariloche. La pareja había llegado a Ushuaia en enero y tenía planeado recorrer Sudamérica durante un año.
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