Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


LA CORTE RECHAZO CUATRO PRESENTACIONES FAVORABLES A LA RE-RE
Una señal hacia la Rosada

Los expedientes estuvieron pendientes de resolución por mucho tiempo. La Corte los sentenció justo después de Catamarca.         No es el fin de la vía judicial para la re-re. Pero sí una advertencia.

na03fo01.jpg (9174 bytes)

Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes)  La derrota del justicialismo en Catamarca dio vía libre a la Corte Suprema para dictar una sentencia adversa a la re-reelección. Por unanimidad el tribunal rechazó ayer cuatro recursos de amparo que pedían la habilitación de un tercer mandato de Carlos Menem. La nueva resolución remite sus fundamentos a la que la semana pasada desechó un pedido equivalente presentado por el ultramenemista Juan Carlos Ortiz Almonacid. Los ministros sólo objetaron la legitimidad de las presentaciones y los únicos que aventuraron un voto sobre la cuestión de fondo fueron Enrique Petracchi y Gustavo Bossert: “Menem no está habilitado”, dijeron. De esta manera, el alto tribunal no cerró totalmente el paso al sueño reeleccionista. Pero en el momento político en danza, el nuevo fallo es un golpe bajo para el Presidente. A su vez, un argumento judicial le viene bien para solapar un fracaso político.
Sólo la espera de los resultados de las elecciones en Catamarca podría explicar por qué la Corte rechazó la semana pasada sólo un recurso de amparo y se guardó cuatro idénticos en el cajón, que definió ayer. Al menos en Tribunales nadie dio a este diario una explicación diferente. Así, pese a las consultas populares en puerta, los jueces supremos emitieron un fallo tal que le facilita a Menem una salida elegante y que, a su vez, podría ser una concesión a los deseos del precandidato del PJ y gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, quien había presionado públicamente para que el supremo tribunal clausurara el camino judicial a la re-re. “Parecería que los tiempos de la Corte Suprema están relacionados con los tiempos políticos”, se quejó Duhalde hace dos semanas al acusar a los ministros de cajonear las apelaciones pro re-reelección que recibieron el año pasado.
Con la ausencia del ministro Eduardo Moliné O’Connor, que está de viaje, y ante la inminente partida a Caracas del presidente del tribunal, Julio Nazareno, los ministros adelantaron el acuerdo de los martes y resolvieron ayer a la mañana las causas conocidas como “Carulla”, “Belln”, “Marcó” y “Mardones” remitiéndose directamente al fallo con que se rechazó el amparo de Juan Carlos Ortiz Almonacid, según dijo a Página/12 un encumbrado funcionario de la Corte. Es decir, objetaron las presentaciones por “falta de legitimación” de los demandantes. Basándose en las razones expuestas en su dictamen por el procurador general, Nicolás Becerra, señalaron que los recursos en cuestión no podían ser presentados a título personal. Debería hacerlo directamente el interesado, a saber Carlos Menem, o el Consejo Nacional del Partido Justicialista, opción que aún no está descartada.
En el caso “Ortiz Almonacid” los cinco ministros que conforman la llamada “mayoría automática” leal a los deseos del Gobierno (Nazareno, Moliné O’Connor, Adolfo Vázquez, Guillermo López y Antonio Boggiano) se expidieron sólo sobre la forma al decir que la presentación carece de validez y obviaron opinar sobre si Menem está o no habilitado para un tercer mandato consecutivo. Lo mismo hicieron los jueces de la minoría Augusto Belluscio y Carlos Fayt. Sólo Petracchi y Bossert fallaron sobre el tema de fondo y dijeron que Menem no puede ser candidato (ver aparte). Los cuatro expedientes tratados ayer fueron parte de una treintena de acciones de amparo con que el año pasado el menemismo estructuró la ofensiva judicial pro re-reelección. Uno tras otro, los reclamos fueron cayendo en tribunales federales y de varias provincias, pero el objetivo era que –tras el rechazo de la Cámara Electoral– llegaran a la Corte, tribunal en el que Menem siempre tuvo a cinco de los nueve jueces de su lado.
El libreto de los simpatizantes menemistas estuvo inspirado en la estrategia diseñada por el ex ministro de Justicia Rodolfo Barra. El empresario Manuel Marcó y Jorge Belln habían pedido, por ejemplo, que se elimine la cláusula transitoria 9ª de la Constitución, que es la que obstaculiza un tercer mandato de Menem, por considerar que resultabadiscriminatoria. El abogado César Carulla usó las mismas razones y también solicitó a la Corte que para resolver la cuestión de fondo separara a Belluscio y Bossert de sus cargos por su supuesta afinidad con el radicalismo. Otra vieja teoría decía que Menem, en realidad, no estaba en su segundo mandato sino en el primero en relación al momento en que la reforma constitucional (1994) abrevió el mandato presidencial de seis a cuatro años, además de facultar dos gestiones seguidas.
Días atrás, Nazareno y Moliné hicieron saber que no estaban dispuestos a resolver las disputas internas que el propio PJ no pudo saldar. Una de las últimas esperanzas menemistas se diluía en una frase que Nazareno lanzó públicamente: “Los temas políticos se deben resolver políticamente”.
En rigor, la Justicia no ha cerrado todas las puertas a la re-reelección porque no resolvió el tema de fondo. Sólo cuestionó la legitimidad de los demandantes. Si Menem lograra convertirse en candidato presidencial tal vez entonces él mismo o el propio PJ pidan que se declare la inconstitucionalidad de la cláusula que le impide una tercera vuelta consecutiva en el sillón de Rivadavia. Pero por ahora, dado el momento político, el revés sufrido por el Presidente es inocultable.

 

Los que dicen  que no y no
Sólo dos de los nueve jueces de la Corte Suprema de Justicia que fallaron contra la re-reelección del presidente Carlos Menem se expidieron sobre la cuestión de fondo y refutaron sin rodeos una tercera candidatura consecutiva de Carlos Menem. Implicaría un “grave daño al sistema representativo, republicano y democrático”, afirmaron Enrique Petracchi y Gustavo Bossert. “No es constitucionalmente válido que el doctor Menem se presente como candidato a presidente de la Nación para el período 19992003” y destacó la importancia de poner un “límite a la duración de las funciones presidenciales”. En forma didáctica Bossert refrescó que la reforma constitucional de 1994 redujo el mandato presidencial de seis a cuatro años, además de habilitar una reelección. Por eso, sostuvo, “lejos de imponer una discriminación o proscripción, (la Carta Magna) establece una solución de excepción en favor del doctor Menem ya que, mientras que ningún ciudadano puede ejercer la presidencia más de ocho años seguidos, al Dr. Menem se le permite que la ejerza continuadamente diez años y cinco meses”.

Otras cartas  en la manga
En el terreno judicial, una de las pocas opciones algo prometedoras que le quedan a Menem es la causa en la que el juez cordobés Ricardo Bustos Fierro lo habilitó para postularse en la interna justicialista. Ese expediente quedó abierto a raíz de la acción de amparo presentada por el PJ cordobés, que lidera el actual gobernador provincial, José Manuel de la Sota. El magistrado todavía tiene que resolver la cuestión de fondo (la habilitación del Presidente para una segunda reelección). En relación con esta inminente decisión, el fiscal Carlos Torres pidió estudiar el expediente y emitir su posición. Si le parece, podría declarar la incompetencia del juez. Por otro lado, si el trámite cordobés llegara a la Corte Suprema, el presidente del tribunal, Julio Nazareno, ya dijo entre sus íntimos: “Vamos a sentarnos encima del expediente un rato”. Bustos Fierro, en tanto, ya fue objeto de varios pedidos de juicio político que están en manos del Consejo de la Magistratura.

 

PRINCIPAL