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EL PENTAGONO PREPARO UN PLAN PARA DESPLEGAR TROPAS DE TIERRA EN DEFENSA DE LOS KOSOVARES
La OTAN dio un paso más hacia su Vietnam balcánico


Las autoridades de la OTAN consideraron usar tropas de tierra en Kosovo como la única manera de detener la represión serbia y ordenaron la concentración de ataques sobre el ejército serbio.

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Soldados franceses del Octavo Regimiento de Paracaidistas de Marina en maniobras en Macedonia.
La OTAN comienza a preparar sus tropas estacionadas en Macedonia para cruzar la frontera con Kosovo.

t.gif (862 bytes)  Los informes de crecientes atrocidades serbias en Kosovo obligaron a las autoridades militares de la OTAN a pensar en lo que hasta ahora parecía impensable pero era inevitable: el despliegue de tropas de tierra en la provincia de Kosovo. Esto se deduce de las declaraciones de un funcionario de alto rango del Pentágono consignadas ayer en el Washington Post. La creciente frustración de la OTAN con sus ataques lo hace muy verosímil en el mediano plazo. El secretario general de la OTAN Javier Solana dio ayer el paso irreversible de ordenar que la ofensiva pase a su “Fase Dos”: ataques “contra las fuerzas armadas serbias” ubicadas al sur de Belgrado. Los aliados bomabardearon ayer los mismos objetivos generales que los días anteriores, pero las malas condiciones climáticas sobre Kosovo bajaron la intensidad de los ataques. La televisión yugoslava pudo mostrar un avión abatido en el que se veían claramente las insignias estadounidenses, pero proclamó que habían caído otros dos. Las tropas serbias cerraron ayer todos los cruces fronterizos con Macedonia, por donde escapaban muchos refugiados albano-kosovares.
“¿Qué sucede si las limitaciones del poder aéreo y las masacres son tales como para que tengamos que emplear tropas terrestres?”. Un funcionario de alto rango del Pentágono citado ayer por el Washington Post resumió así las dudas que comienzan a surgir en la Alianza Atlántica sobre la efectividad de los ataques aéreos contra Yugoslavia. Hasta ahora evitaron bombardear a soldados serbios en Kosovo, pero existen dudas sobre si incluso esta medida sería eficaz para detener las masacres de albanokosovares. En su presentación de ayer, el portavoz de la OTAN Jamie Shea admitió que los países miembros están “alarmados” por los informes sobre las atrocidades serbias en Kosovo, pero afirmó que por el momento la Alianza no está en posición de poder detenerlas.
También en Estados Unidos el gobierno comienza a contemplar medidas más radicales. Según el Washington Post, la Casa Blanca está impaciente con las limitaciones operativas que se autoimpuso la OTAN. Fue gracias a la presión norteamericana que ayer la OTAN decidió acelerar el comienzo de la Fase Dos. Delegados albano-kosovares pidieron ayer la intervención de tropas de tierra para proteger a los civiles en Kosovo, y el Pentágono ya tiene preparadas las órdenes que concentrarían a elementos de la 1ª División de Caballería y de la 1ª División de Infantería mecanizada en Macedonia para intervenir. Dos mil doscientos marines están en camino para embarcarse en la flota de la OTAN en el mar Adriático.
Estos planes son de contingencia. Existen varios obstáculos poderosos contra la intervención de tropas de tierra. En principio, ayer Macedonia le negó el permiso a la OTAN para intervenir desde su territorio. Esto impediría que se utilicen a los más de 10.000 hombres movilizados en su frontera con Kosovo. El Congreso estadounidense sólo está reconciliado con la fase aérea de los ataques. Cualquier perspectiva, por remota que sea, de un nuevo Vietnam en los Balcanes llevaría a varios congresistas a oponerse a Clinton.
La ineficacia de las operaciones militares realizadas para detener la represión serbia empujó ayer al Consejo Atlántico a decidirse a entrar de lleno en la Fase Dos. Probablemente desde hoy los ataques se dirigirán contra unidades individuales de las fuerzas serbias y contra las líneas de suministro de esas fuerzas en Kosovo. La decisión fue tomada en una reunión de urgencia en Bruselas.
En cualquier caso, ayer continuó la ofensiva aérea de la manera ya usual contra Yugoslavia. La cuarta ola de la ofensiva fue menos intensa que la de los días anteriores. El mal tiempo impidió despegar a la mayoría de los aviones que realizarían el ataque diurno. La OTAN subrayó que canceló los vuelos por su preocupación por limitar al máximo las bajas civiles. Los ataques se efectuaron al atardecer (18 hora local), y fueron precedidos por el usual bombardeo de misiles de crucero disparados desde la flota aliada en el mar Adriático. Los alrededores de la capital kosovar de Pristina y de la capital yugoslava de Belgrado sufrieron la mayor partedel bombardeo. Los blancos fueron cuarteles y centros de comando y control. Una patrulla de aviones aliados obligó a replegarse a dos helicópteros serbios que habían violado el espacio aéreo de Bosnia, donde la OTAN tiene tropas estacionadas. El portavoz del Pentágono Ken Bacon admitió que estas incursiones en el espacio aéreo bosnio internacionalizan el conflicto, y advirtió que “no permitiremos que éste se extienda por la región”.
La OTAN demostró optimismo en su presentación de los daños causados ayer por los ataques. Mostraron varias imágenes de video donde se veían impactos muy precisos contra objetivos yugoslavos. La opinión entre los dirigentes de la OTAN es que la Fase Uno de degradación de las defensas aéreas yugoslavas ha sido todo un éxito. “(Los ataques) fueron extremadamente dañinos contra el sistema de defensa aérea yugoslava”, aseguró el ministro de Defensa británico George Robertson. De hecho, algunos analistas consideran que el gobierno de Belgrado espera usar sus fuerzas antiaéreas cuando los aviones de la OTAN sean más vulnerables: cuando vuelen a baja altura para atacar al ejército serbio.
La situación en Kosovo sigue siendo crítica. El diario alemán Leipziger Zeitung y el Centro de Cultura de Kosovo dijeron que el poeta kosovar Latif Berisha y su familia fueron ejecutados por los serbios. Ante esta ola de masacres de los últimos días, el líder político kosovar Ibrahim Rugova llamó a todos los albano-kosovares a abandonar la provincia para escaparse de los serbios. Según informes no confirmados, éstos han cercado la capital kosovar de Pristina, y llegaron a los pasos fronterizos con Macedonia, los cuales ahora se encuentran bloqueados.

El comodoro inglés David Wilby.
Conduce el ataque de la OTAN.

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Mucha Rusia y pocas nueces

La voz más rotunda en Moscú para condenar la intervención militar de la OTAN es el jefe de la diplomacia rusa, el ministro de Relaciones Exteriores, Igor Ivanov. Pero ayer, en una sesión extraordinaria de la Duma sobre los ataques aéreos aliados en Yugoslavia, Ivanov reconoció que “la raíz” del problema nació con la anulación de la autonomía de la provincia de Kosovo por el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, quien “lamentablemente” no atendió los consejos de Rusia para restituirla. Y negó en redondo un pedido de expulsión del embajador de Estados Unidos. “Lo que no podemos hacer es ir en contra de nuestros intereses”, explicó. Las palabras de Ivanov constaban de manera realista el abismo entre la voluntad rusa de seguir siendo una “gran potencia mundial” y la limitación de su influencia internacional. Para el gobierno ruso, la llegada de Michel Camdessus, director del FMI, era el acontecimiento central del sábado. La Duma votó ayer la propuesta de que el gobierno revoque el tratado rusonorteamericano Start II, de limitación de armamentos. En un acto partidario, el líder comunista Guennadi Ziuganov atribuyó al presidente ruso, Boris Yeltsin, la pérdida de poder de su país. Un tradicional vínculo entre Rusia y Occidente, Ucrania, envió a sus ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores, Boris Tarasyuk y Alexander Kusmuk, como mediadores en la crisis de Kosovo. La de ellos es la primera misión diplomática en llegar a Belgrado desde el comienzo de los ataques aliados. Como el espacio aéreo yugoslavo está cerrado, llegaron por tierra.

POLEMICA POR EL ATAQUE EUROAMERICANO EN CONTRA DE YUGOSLAVIA

Una alianza democrática y antifascista

Por Bernard Henri-Lévy *

Para mí, la guerra llegó demasiado tarde. Desde hacía ocho años era necesario sancionar a Milosevic e impedirle hacer daño. Ocho años que significaron la destrucción de ciudades, centenares de miles de muertos y una devastación sin otra igual en toda Europa desde la Segunda Guerra Mundial. De todo esto, el presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic es responsable. Por esta razón, yo esperaba desde hacía años lo que pasó en la
noche del miércoles. A condición
de que realmente pase algo, de que los occidentales estén resueltos a abatir a Milosevic.
Yo tenía la misma posición durante la guerra del Golfo, aunque las condiciones eran diferentes y aunque no se pueda verdaderamente comparar a Saddam Hussein con Slobodan Milosevic. Los protagonistas de aquella guerra hicieron el cálculo político de mantener a Saddam como “factor de estabilidad en la región”. Y el mismo razonamiento fue aplicado a los Balcanes. Quienes nos gobiernan piensan que Milosevic es a los Balcanes lo que Saddam es al Medio Oriente: un gendarme necesario.
Visión simplista de los pueblos, visión despreciativa de su rebelión y de su reclamo de autonomía. Todo en nombre de un orden geopolítico imbécil. Fue el cálculo de Bush con Saddam y de Mitterrand con Milosevic. Para el republicano Bush y el socialista Mitterrand, los pueblos eran fieras que hay que domar.
Por eso dejaron sometidos bajo la
buena mano de los domadores a los kurdos, chiítas, croatas, bosnios, kosovares y demócratas serbios. Es el grado cero de la política.
Hoy, en contra de lo que dicen algunos, no se eligió la opción militar en contra de la opción política. Se eligió finalmente, por primera vez en ocho años, hacer política partiendo del buen teorema de los Balcanes: Milosevic como gran propulsor de la guerra y del terror. Justamente, se trata de política. Y no es política norteamericana, sino euro-americana: fue una iniciativa doble.
Yo me comprometí mucho más por Bosnia que por Irak o Kosovo. Pero se trata del mismo compromiso antitotalitario. Pienso que los tres pueblos en cuestión –bosnios, kosovares y todos los pueblos que constituyen Irak–
tienen derecho a la democracia. Pero
pretenden quitársela en nombre de un mundo imaginario.
Hoy la elección es entre dos actitudes. Se puede elegir la de Mitterrand, quien decía que no hay que “añadir guerra a la guerra”. O bien la de los antifascistas de los años 30 en Europa: “Hacerle la guerra a la guerra”. Hay que rehusarse a la facilidad de pensar que la guerra y la paz son objetos sagrados, absolutos, trascendentes, dignos de un odio o de un amor sin límites. Rehusarse a decir, como los que firmaron la paz con Hitler en Munich en 1938, que la paz es un bien en sí mismo. En Kosovo, la paz de los últimos meses era la paz de la victoria de los carniceros. Una paz a la que hay que oponerse con todas las fuerzas. Francamente, no entiendo la actitud de los que dan vueltas carnero repitiendo “la paz, la paz, la paz”, sin preguntarse con qué crímenes se paga esa paz.

* Filósofo francés. Columna publicada en Libération.


OTAN, terrorista de Estado

Por Eduardo Pavlovsky *

“La OTAN declara la guerra a un país soberano sin la previa autorización del Consejo de Seguridad de la ONU” (Página/12, 26/3).
A la violencia de Milosevic se opone la violencia organizada de los bombardeos en una dimensión terrorífica y sistemática. Muchos inocentes civiles están pagando la violenta represión de la OTAN. Ya se habla de 200 civiles muertos y 400 heridos. La misma política que ejerció nuestro gobierno militar para lograr los muertos y sus 30.000 desaparecidos.
Clara filosofía del terrorismo de Estado: a toda violencia (sea justa o no) se responde con una violencia mayor.
Como dice Clinton con su cinismo excepcional: vamos a gastar menos dinero ahora que si lo hacemos después.
Hace poco un periodista decía por radio que antes del bombardeo debieron existir manifestaciones populares en toda Europa. Que el clamor popular apareciese. No fue así. Todavía se está investigando el aumento abrumador de las deformaciones congénitas en los niños iraquíes desde el “ataque democrático” de 1991 y nuevamente EE.UU. encabeza otro bombardeo en nombre de la “democracia occidental”.
Estamos atónitos y pasivos mirando la nueva guerra televisiva. Nos horroriza el crimen al vicepresidente paraguayo y vivimos pendientes del juicio al gran dictador chileno. Pero la guerra de la OTAN la “miramos por TV”. Hemos perdido frente a la obviedad del nuevo terrorismo de Estado nuestro sentido crítico. Ese es el gran mérito del capitalismo: producir una subjetividad “mirona” y “acrítica”.
Observamos la cara de Clinton con la misma curiosidad con que seguíamos sus “affaires” sexuales. Sólo que ahora Clinton ordena el más grande bombardeo de la historia declarando la guerra a un país soberano.
No justifiquemos al Nuevo Terrorismo de Estado internacional por la violencia de Milosevic. La comunidad tiene que reaccionar. La guerra no es un espectáculo. Los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia son una masacre. Nada asegura que no se desencadenen otras masacres en cadena.
No necesitamos a USA como guardián del “mundo occidental democrático”.
Indignémonos por la miseria que fabrica el mundo capitalista. Que no nos desvíen nuestra atención –que nuestro silencio no sea cómplice–.
Nosotros hemos aprendido mucho del silencio cómplice y de la complicidad civil. Estemos atentos al engaño.
* Dramaturgo y psicoanalista argentino.

 

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