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EN MARZO SE ALCANZO EL MAYOR REGISTRO ANUAL DE CAIDA DE PRECIOS
Menem se va con deflación histórica

Recesión y desempleo lo hicieron posible: al revés que Alfonsín,  Menem terminaría sumandato con una deflación sin precedentes.

La caída del 0,8 por ciento en los precios minoristas durante marzo reforzó la tendencia.
En el último año, los precios de la indumentaria fueron los más castigados por la baja demanda.

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t.gif (862 bytes)  La hiperinflación es historia, ahora la economía argentina está sumergida en deflación, acompañando el clima recesivo con el que se inició el año. El índice de costo de vida cayó en marzo un 0,8 por ciento, que se explica por la baja en el nivel de precios de los rubros Salud y Esparcimiento (este último, influido por la caída en los precios del turismo, una vez finalizada la temporada). Más significativa, en cambio, es la baja del índice en términos anuales, en el cual se reflejan los bruscos descensos en los productos industriales de consumo masivo. La baja del 0,6 por ciento en términos anuales no tiene precedentes en la serie estadística que lleva el Indec.
La economía argentina no registraba una deflación en un solo mes como la alcanzada en marzo desde enero de 1974, cuando en un marco de precios controlados y pleno empleo (gobierno de Héctor J. Cámpora, con José Ber Gelbard en el Ministerio de Economía) el índice arrojó una baja del 5,79 por ciento. De cualquier modo, aquella variación de hace 25 años está relativizada por el aumento de precios del mes inmediato anterior (8,13 por ciento en diciembre de 1973) y las subas posteriores (1,58 por ciento en febrero, 1,20 en marzo, 2,84 en abril, 3,34 en mayo y 3,90 en junio de 1974).
De acuerdo con las cifras del Indec para marzo de este año, la caída de precios en los rubros Salud (-3,0 por ciento) y Esparcimiento (-4,6) explican por sí solos, por su incidencia, la baja mensual en el índice, ya que la variación en el resto de los renglones se compensan. En cambio, al tomar un período más prolongado, se observa que el comportamiento de los precios de los bienes industriales es claramente deflacionario, mientras que los servicios tienden a mantenerse o crecer levemente.
Al observar la evolución entre los meses de marzo de 1998 y 1999, se evidencia que los artículos de la Indumentaria fueron los más castigados, con una caída en sus precios del 3,8 por ciento. En Alimentos y Bebidas, la baja alcanza al 2,2 por ciento, mientras que en los bienes que componen el rubro Equipamiento y Funcionamiento del Hogar el descenso anual de precios llega al 1,2 por ciento. La actividad industrial en todos estos rubros se ha visto afectada en los últimos años por la competencia importada, pero en los últimos doce meses habría incidido más significativamente en su comportamiento la caída en los niveles de consumo.
El mismo fenómeno se registra a nivel de precios mayoristas, en los que la caída interanual, para los productos nacionales, llega al 5,9 por ciento. Este índice prácticamente no registró variación en marzo (aumentó un ínfimo 0,1 por ciento), pero acumuló una caída del 1,3 por ciento en el primer trimestre del año, lo cual indica que mantiene la tendencia bajista del año pasado.
Las caídas de precios más significativas en productos manufacturados, a nivel mayorista, se registraron en Equipos y aparatos de radio y TV, Productos textiles y en Alimentos y bebidas, con variaciones anuales del 9,8, 8,0 y 6,2 por ciento, respectivamente. Como a nivel minorista, son los artículos más afectados por la caída en la demanda de consumo los que sufren recortes de precios. Las variaciones en puerta de fábrica, sin embargo, son sensiblemente mayores que a nivel de consumidor.
El descenso de precios en marzo no es un hecho puntual, o un capricho estadístico. Ello queda en evidencia al observar las variaciones porcentuales del índice al consumidor al último mes en distintos períodos. No sólo la comparación mensual (respecto de febrero) y anual (en relación a marzo de 1998) arrojan una evolución negativa. También las mediciones bimestral, trimestral, cuatrimestral y semestral reflejan deflación. La tendencia está claramente marcada, y para reforzarla, la recesión está haciendo lo suyo.

 

Opiniones: recesion y caida de precios

“Sin miedos”
Federico Poli, economista de la UIA

“Se confirma así la profunda recesión que existe, además de reflejar la repercusión del proceso deflacionario a nivel internacional. Este shock exógeno (las crisis de Asia, Rusia y Brasil) es mucho más fuerte que el Tequila. Durante el Tequila, ante la caída de las inversiones y el consumo, la salida exportadora actuó como amortiguador de la crisis. Hoy no existe esa salida porque hay una caída muy fuerte del comercio internacional. La recesión interna, junto a la situación internacional, plantea un escenario muy complicado para el sector real de la economía. Si se le suman las devaluaciones competititivas, Argentina tiene que tomar medidas para mejorar su sector productivo. Y hay que actuar: no hay que tener miedo, en estas condiciones, de tener déficit fiscal.”

“Es más fuerte”
Miguel Bein, consultor de empresas

“En marzo bajaron los precios del turismo, que ya es un clásico, luego del aumento de diciembre y enero. Estamos en presencia del fenómeno de la deflación. Y la Argentina tiene deflación a pesar de que la baja no es pareja. La caída podría ser más pronunciada si también descendieran los precios de los servicios públicos privatizados. No baja la luz, el transporte, el teléfono ni el gas, que además se ajustan por la inflación de Estados Unidos. Esto muestra que la deflación del sector de bienes es todavía más fuerte. La competencia es muy intensa en bienes, en un marco de una tendencia mundial de deflación de bienes durables. También hay deflación en automóviles, con enormes ofertas de las terminales y concesionarias para bajar sus stocks.”

“Más recesión”
Claudio Lozano, economista de la CTA

“La primera conclusión es que la deflación es la contracara de la enorme recesión y de la insuficiencia de demanda. Es un alerta más respecto a que la caída de la actividad económica será mayor a la que prevé Roque. Estamos en presencia de una recesión igual o peor que la del Tequila, que pondrá un piso a la tasa de desempleo en el 18 por ciento. Y que va a promover un círculo de ajuste sin fin en base a la permanente caída de los ingresos fiscales que está vinculado al menor nivel de actividad económica. Este es el mecanismo de ajuste que propone la convertibilidad en escenarios de crisis internacional. También hay deflación importada por la caída de los commodities. La vulnerabilidad social es muy superior a la del Tequila; si bien bajó el desempleo los ingresos no subieron.”

 

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