Por Ariel Greco Cuando recién van diez fechas
del Clausura y apenas se superó la mitad del torneo, las quejas sobre los arbitrajes que
favorecen a un determinado equipo, las voces para instalar una polémica para condicionar
y sacar rédito en los partidos posteriores y los llantos por situaciones coyunturales
según sean a favor o en contra, ya llegaron a un límite superior al soportable. Ante la
posibilidad de que Vélez presente un equipo con varios suplentes frente a Boca para
preservar a los titulares para enfrentar a River, ya surgieron varias voces para quejarse
por la decisión de Eduardo Manera. Sin embargo, por los antecedentes inmediatos de los
protagonistas no debiera haber derecho a protesta. En el campeonato pasado, Vélez ya
jugó con un equipo íntegramente conformado por suplentes ante Gimnasia que en ese
momento peleaba el título con Boca. A la jornada siguiente, el que no puso a los
titulares para jugar en La Plata fue River, además de que su técnico se ufanó en la
semana previa de no querer ganar ese partido para no favorecer al tradicional rival. Lo
mismo ocurrió dos fechas más tarde, cuando San Lorenzo visitó sin sus figuras a
Gimnasia mientras se preparaba para jugar las semifinales de la Copa Mercosur. En los tres
casos, el equipo de Carlos Griguol se llevó la victoria. Pero por las paradojas del
fixture, tanto Vélez como River y San Lorenzo habían jugado en la fecha anterior con
Boca, y lo habían hecho con todos los titulares. En aquel momento, las protestas
surgieron del lado de Boca y sintieron que era Boca contra el resto, tal como lo insinuó
el presidente Mauricio Macri. Vélez a nosotros nos jugó con todo y ahora contra
Gimnasia pone la tercera, había dicho Bianchi en esa semana. Además, el entrenador
utilizó la misma metodología de preservar futbolistas, aunque con prioridades inversas a
las de sus rivales, ya que se preocupó por el torneo local y desechó la Mercosur. Lo
concreto es que más allá de las supuestas ventajas que se le otorgaron a Gimnasia, Boca
se llevó el título por doce puntos. Otro motivo irritante es utilizar a los árbitros
para limpiar errores propios. Gerónimo Saccardi señaló que River empató porque
el árbitro Claudio Martín dio tres minutos de descuento y el gol lo metieron a los
cuatro y medio, pero no me extraña porque a los equipos chicos siempre los
perjudican. Claro que no se acordó del codazo de Nicolás Sartori a Berizzo que
significaba penal y expulsión del defensor. El secretario de River, José María Aguilar,
y el técnico Ramón Díaz se quejaron públicamente de que los árbitros favorecen a
Boca. Los mismos jueces que dirigían cuando River ganó el tricampeonato y que no
merecieron ninguna crítica. Ramón tampoco se refirió nunca a los enviados de la
Confederación Sudamericana que transitaron dentro de la habitual tradición de localismo
durante su clasificación para la Copa Libertadores. Para colmo, a partir de esos mensajes
en Boca ya empezaron a ver fantasmas. Antes de jugar con Colón panfletearon la Bombonera
con volantes en los que dejaban claro que con las críticas a los árbitros buscan
condicionarlos. Lo peor es que consideran que se logró el objetivo por el supuesto penal
a Palermo que Sequeira no cobró. De la falta de Palermo a Unali en el empate no se habla.
Vuelven Samuel y el Mellizo Walter Samuel y Guillermo Barros Schelotto recibieron el alta médica, aunque
todavía no está decidido que el Mellizo retorne ante Vélez. Según la resonancia
magnética que le practicó el médico Jorge Batista, el jugador ya está recuperado de la
fatiga muscular que le impidió jugar ante Colón. Sin embargo, por la reconocida
costumbre de Carlos Bianchi de no arriesgar a los futbolistas si no están al ciento por
ciento de sus posibilidades, la vuelta del delantero no es segura, según le dijo un
integrante del cuerpo técnico a Página/12. Incluso el propio Barros Schelotto es
consciente de ello, por lo que comentó que cree que no va a jugar. Claro que Guillermo
confía en poder desarrollar dos buenas prácticas hoy y mañana para mostrarle al
técnico que está en condiciones de jugar. La situación de Samuel es diferente ya que
está plenamente recuperado de la deshidratación. |
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